El sonido del celular me despierta.
Me maldigo mentalmente por no llamar a mi madre el día anterior, pero ¿Qué podía hacer?, mi teléfono lo tiene ese tal Cristhian y recién en la madrugada recordé que traía un telefono de botones conmigo, que mi madre me dio por si se me perdía el mio y buenoo..
Intento tomar el celular y contestar la llamada, pero sigo adormilada y me cuesta.
Después de unos intentos, lo logro, tomo el telefono y con mucho cuidado, utilizando ambas manos y visualizo en la pantalla que esta escrito: "La Doñis" osea mi mamá.
Contesto y lo alejo rapidamente de mi cara, al escuchar un grito de mi madre maldiciendome de mil maneras.
—¡Niña, del demonio!, ¡te dije que al llegar me llamaras inmediatamente!.— Revoloteo los ojos y me siento en la cama.
Miro la hora y contesto. —Mamá, son las 6 de la mañana, se puede saber, ¿porque ¡Me llamas tan temprano!?— Levanto un poco la voz.
Claro, soy consciente que si la llegara a levantar más, mi madre me daría un sermón de respeto. Y probablemente despertaría a Mer o la molestaría.
—Bueno... aproveche la hora para levantarte. Conociéndote llegarías tarde a tu primer día.— Su respuesta hace que abra mi boca en una grande O.
—¡Mamá!— chilló, imaginándome a mi madre con una sonrisa burlona.
—Mamá nada. Anda arréglate que te quiero guapa, cuando terminen tus clases me llamas y me cuentas que tal todo, ¿bien?
—Si mamá— contesto arrastrando las palabras, por la flojera.
—Bueno, cariño. Espero tengas un excelente día. Te amo.
—Gracias mamá. Yo también. Adiós.
—Adiós, mi niña— y cuelga la llamada.
Son las 6:05 de la mañana y yo había puesto la alarma a las 6:20.
Suspiro cansada. Pude haber dormido más tiempo.¡¿Qué?!, 15 minutos valen oro.
Agradezco que no preguntara sobre porque no conteste el celular.
Me tomo el tiempo para estirarme en la cama y cierro un momento los ojos.
Me siento de nuevo en la cama un poco menos adormilada y observo toda la habitación, solo veo un escritorio, el pequeño sillón en la ventana, un espejo, mi mochila escolar y mis maletas. Solo eso.
Me levanto de la cama y me dirijo al escritorio donde se encuentra el uniforme en una gancho negro.
Lo tomo y lentamente me visto. Al terminar, tomo unas calcetas blancas que me llegan arriba de las rodillas apretando mis muslos. Algo me dice que me estaré subiendo las calcetas muy a menudo.
Tomo unas botas negras con tacón de mi maleta, muy lindas y nuevas, me las pongo sentándome en la cama para amarrar las agujetas.
Luego voy a mi pequeña mochila y saco unos aretes de crucesitas negras y un choker o gargantilla negra.
Voy hacia el espejo y me pongo la gargantilla.
Luego de eso, tomo un cepillo y comienzo a cepillar mi cabello negro, que me llega debajo del pecho.
Termino y me saco los piercings, el pequeño brillo de mi nariz y el septum.
Me alejo del espejo y me visualizo. Me veo bien, claro un poco rara sin mis piercings, pero bien.
Aliso mi uniforme, me coloco una sudadera amarilla con la palabra: She's cool, que meto dentro de mi falda.
Soy de complexión delgada así que no se nota.
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Mis Oscuros Deseos. © [The C #1]
Vampiros"Jamás debí fíjame en el.. en ninguno de ellos!! " Madison Jonhson Smith aparentemente es una chica normal de diecisiete años que se acaba de mudar a Nueva York. Para ella es un cambio muy grande irse de San Francisco donde ha vivido toda su vida, a...