Saga Masamune ha estado solo desde que era un cachorro, ¿qué pasara cuando un pequeño humano llegue a alborotar toda su vida?
"Ven acá, yo no muerdo".-Atentamente: Saga Masamune, el lobo feroz del bosque.
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Aclaraciones:
⚠️ No es necesar...
Un pequeño conejito caminaba dando saltos por la calle. Salirse de su casa no había sido tan buena idea como pensó en un principio, ahora no sabía por dónde regresar. Estaba perdido y completamente solo... pero por lo menos había saciado su curiosidad. Ritsu era un conejo muy curioso.
Muchas personas pasaban caminando por el lugar, sin darse cuenta de que podrían pisar al pequeño animal. Ritsu dio saltos e hizo algunas maniobras para poder colocarse a salvo dentro de un callejón. Se sacudió un poco la suciedad que se había pegado a su pelaje.
-Ugh...-El conejito castaño se sentó en el suelo, agotado de tanto correr.
De repente, el estruendoso sonido de un pote de basura cayéndose termino haciendo que el pequeño diera un gran salto en su puesto. Ritsu bajo sus orejas y miró de reojo hacia atrás. Eso lo asustó... pero quería saber que era. Así que, sin medir las consecuencias-como siempre-, el pequeño se acercó lentamente hacia el origen del ruido.
Del bote, salió una gran mancha negra con cola y orejas. El gato tenía algo en la boca que estaba masticando, no con mucho entusiasmo o felicidad, solo lo masticaba. Giró su cabeza al fijarse que había alguien más aparte de él en ese lugar. Por alguna razón que Masamune no entendió, su cola se comenzó a menear alegremente al ver a esa pequeña bola de pelos marrón.
Cuando los ojos verdes y llenos de curiosidad del conejito se encontraron con ese avellana tan profundo y frío, la colita del castaño también se movió emocionada. Ritsu no entendió por qué y tampoco pensó que lo que sentía tuviera una verdadera explicación, seguro sólo sería parte de su instinto natural.
El gato camino hacia él y se sentó sobre su panza para poder mirar más de cerca al pequeño animal. Ritsu se acercó todo lo que pudo hasta él. Masamune bajo la cabeza y las narices de ambos se frotaron entre sí, dándole de una vez un nombre a eso que estaba sintiendo por el conejo. Sí, esa pequeña bola de pelos marrón ahora era suya y algo le decía que así había sido muchas veces antes, pero no recordaba por qué.
El pequeño solo pudo chillar de felicidad al ver que el gato lo aceptaba como su pareja, alzando sus orejas y moviendo su colita. El conejo no lo sabía pero muy, muy dentro de su alma, algo dijo:
Esta vez, sí te voy a proteger.
Fin.
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¡Por Dios, que alguien detenga a ese conejo! Va a terminar matándose un día de estos por esa curiosidad que va a hacer que se lo coma el gato.
Y... sí, así es. El pequeño conejito y el gato son la reencarnación de esos dos. Aunque el fanfic de ellos no será una continuación de este ni nada por el estilo, pero me pareció un bonito detalle, ya que aquí Takano tiene cola y orejas, tal como le gustaba al Ritsu Caperucita Roja XD
Le dedico este fanfic a mi beta #1, que tuvo que leerse toda esta porquería antes de que lo publicara. Ya no más doujinshis raros y furros de Jojo's... por una semana.
