Youtube del Amor || Rubius/Rubén Doblas || Book 3 ||

Capítulo 40 ~ ¡Siempre lo mismo, joder!

— ¡UST! ¡UST! UST! ¡UST! —comenzó a hablar Ust, quien quería comida —¡UUUSSSTTT! —djo Ust moviendo los dedos índices de arriba hacia abajo de manera enfadada.

—¿Qué le pasa? —preguntó la chica Explosiva observando la escena extrañada. Todos negaron con la cabeza en señal de desconcierto.

—¡UST! —dijo mi “hermano” señalando su estomago con el ceño fruncido.

—Ah, eh' que tiene hambreh'.

—¡UST! —dijo Ust en un tono de alivio, elevando sus brazos al techo junto con sus brazos.

—¿Sabéis que no le daré comida a nadie si Ust continúa en plan de niño molesto, verdad? —inmediatamente Alex, Vegetta, Willy, mi Mahe y Camila fulminaron con la mirada a Ust, provocando que se asustase.

—Ust no sabía lo que hacía –dije cuando Ust, aterrorizado, se escondió —Perdonarlo —supliqué.

—¿Cómo me convencerás?

—Pues... Si nos alimentas... Eeeeh —comencé a dudar sobre qué decir —Yo... Em...

—¿Tú qué?

—Te regalaré... Hm... Eh... —no tenía idea de qué le gustaría recibir. Piensa Rubius, es tu ídola ¿qué le gustaría? Repentinamente fue como si en mi cabeza se prendiera un interruptor —Un viaje al lugar que tú mas deseas —dije con una enorme sonrisa.

—¿Y cuál sería ese lugar? —preguntó de manera escéptica levantando una ceja.
Es una prueba. Dijo una voz en mi cabeza refiriéndose al tono escéptico con el que había hablado segundos atrás. Quiere saber si realmente eres su fan.

—Tomorrowland —dije como si no fuera la gran cosa aunque sí que lo era.

Su reacción valía lo que me gastaría en las entradas y el viaje: sus ojos se abrieron de par en par en plan pelotas de tenis, su boca se entreabrió con sorpesa y sus cejas se elevaron con admiración.

—¿Ha-hablas en serio?

—Nunca había hablado más en serio, chica Explosiva —dije observándola de manera divertida.

—¡GRACIAS! —chilló mientras se subía sobre mi cuerpo al estilo koala y repartía besos por todo mi rostro, excepto mis labios obviamente.

—Tranquila que vas a explotar, muhé —dije riendo y sujetándola por los muslos puesto que se estaba resbalando.

—Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias –repetía efusivamente una y otra vez al tiempo que sus brazos me estrechaban con fuerza.

—Tranquila, no es la gran cosa –me refería a que la hubiese invitado puesto que Tomorrowland sí es la gran cosa, como anteriormente dije.

—¿No es la gran cosa? Rubius, me estás invitando a To-mo-rrow-land —separó las sílabas como si no entendiera lo que estaba diciendo.

—Ya, calma, muhé —dije aún con la sonrisa plasmada en mi rostro, no hay nada que me haga más feliz que hacer feliz a los demás —Ahora… ¿qué tal si nos haces algo de comer? —pregunté con voz de violador.

Asintió repetidamente con una enorme sonrisa que mostraba todos sus dientes al tiempo que se bajaba de mi, regalándome un último beso en la mejilla y salió pitando hacia la cocina.

—Aquí hay feelings, Rubiuh' —dijo mi Mahe con una mirada que decía “Ala, tío, que te he pillao' ”.

—¡Obviamente hay feelings, ella es mi ídola!

—Pero tu sabeh' de lo que hablo…

—Hostia puta ¿es que siempre vais a pensar que cada tía que conozco es una nueva novia? —. ¡Pero es que siempre es lo mismo! ¡Conozco a una tía y ya piensan que estoy enamorado! Vale, admito que me enamoro rápido pero… ¿dos días? ¿en serio? ¿qué me estás contando?

—Pero es que tú te enamoras muy rápido, colega —dijo Alex.

—¡Ya! Pero no lo voy a hacer de ella. Solo quiero que seamos amigos, ¿vale? Dejad de decir siempre lo mismo, joder —dije exasperado

—Vale, pero que no es para que te pongas así.

—¡Es que siempre lo mismo, siempre lo mismo! Estoy con alguna tía y aunque nos estemos clavando cuchillos ya creéis que enamoré ¡No, joder!

—Eh, tío, pero lo que dijo Vegetta es cierto, no tienes porqué ponerte así.

—¿Tú también, Willy? Iros a tomar por culo —. Estaba cansado de la misma mierda de siempre. Veo una tía, me quiero hacer amigo y los chicos dicen que estoy enamorado. Si fuera de las primeras veces no me pondría así, pero es que ya van más de ocho veces. Joder, macho, dejadme en paz. Si, hipotéticamente, me enamoro de _____ ¿qué? Es mi puto problema no el de ellos.

—¿Te dicen eso mucho? —preguntó Camila, quien me había seguido hasta el pasillo.

—¡Demasiado! —dije entre dientes al tiempo que mis manos se enredaban furiosas en mi cabello.

—¿Tantas como para que estés así? —hablaba con una suavidad tranquilizante.

—¡Si! A ver… ¿cómo te sentirías si cada vez que hablas con un hombre, _____ dice que estás enamorada de él? Las primeras veces te daría gracia pero luego te terminas cansando. Es decir, sé que yo me enamoro fácil, pero no de la primera tía que veo y ya van como doce veces que me dicen la misma mierda.

—Ven —me llevó hacia la última puerta de ese pasillo —La habitación de _____ —murmuró mientras rebuscaba algo en un armario —Toma —me lanzó una pequeña pelota roja de esas anti-estrés que cojí en el aire—Descárgate.

Comencé a cerrar mi puño con fuerza sobre ella, lo hacía con toda la fuerza que tenia. Repetí la acción hasta que mi mano se cansó y la chica Rex me empujó hacia la cama hasta quedar sentado.

—Ya pasó ¿vale? —acarició mi cabello —Cuando te relajes vienes ¿de acuerdo? —asentí.

—Gracias.

—Dárselas a _____, ella tiene esas mierdas —señaló con un movimiento de cabeza la pelota que descansaba en mi mano —volví a asentir —Si quieres acostarte, hazlo. Éstas en tu casa —separé mis labios para formular una pregunta pero me interrumpió —A ella no le molestará, eres su ídolo, daría su vida por ti —dijo cariñosamente, adivinando mis pensamientos.

—Gracias. A las dos.

—No hay de qué —besó mi mejilla y salió de la habitación, dejándome a solas con mis pensamientos.

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Perdón por no haber actualizado… por eso este caso es mas largo de lo normal.
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