Escenarios y Reacciones | El Dragón de la Tetera | LongZhu × Male!Reader

Cambio de ocupaciones

"Tu eres un dragón de los deseos encargado de redimir al emperador más codicioso de China"

Nota: Esto se puede considerar como un Au

Narrador Omnisciente:

Otra vez lo seguías por el palacio, el emperador LongZhu en su codicia de más había pedido más deseos aprovechando que no estaba en contra de las reglas que le habías mencionado. Tenías una mueca de cansancio, ya no querías escuchar sus órdenes. El hombre caminaba con las manos detrás de la espalda y tenía una mirada seria todo el tiempo.

— Ojalá que cuando te mueras nadie esté ahí para despedirte... — murmuraste molesto al verlo pasar de largo a uno de los sirvientes que se había tropezado

— ¿Acaso me maldeciste, dragón de los deseos? — pregunto deteniendo su paso para verte de reojo

— Así es, ojos de serpiente. — te cruzaste de brazos, no te importaba que deseara de nuevo que te cocieras la boca, lo tenías que redimir a como de lugar

— Pero qué malos modales, parece que quieres que te selle la boca nuevamente. — se volteo completamente para verte

— Adelante pide tu estúpido deseo, trátame como una más de tus esposas. — el emperador te miro confundido, según él sus dieciséis esposas lo amaban — Cierrame la boca para no dirigirte la palabra y siempre estar cabizbajo porque las riquezas no valen la pena si voy a estar atado a un hombre como tú. — tu mirada se profundizó casi penetrando su alma

— ¿De qué hablas? — pregunto arqueando una ceja, le señalaste al final del pasillo como una de sus mujeres al verlo cambio rápidamente de dirección para no toparselo

— Son mujeres hermosas, a las que les rompiste el corazón. — ambos fijaron su vista en la mujer que caminaba cabizbaja y temerosa — Te dejaron de amar y otras de paso nunca te amaron. — el hombre suavizó su mirada, ahora que lo pensaba nunca las había visto a la cara — En fin, eso me convierte en la número diecisiete ¿No? — te dió un codazo por la broma

— Chistosito. — te miro mal y siguió con su camino, era solo otro día aburrido al lado del emperador

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Estaba sumergido en el agua caliente dándose su respectivo baño, estaba tranquilo, al menos hasta que sintió tu mirada pesada de dragón.

— ¿Qué quieres? — pregunto con cierto tono de molestia

— Nada, solo te juzgo en silencio. — sonreíste al verlo hacer una mueca de disgusto

— ¿Sabes algo?... Escuché que los dragones de los deseos son humanos a los cuales se les negó la entrada al cielo. — tu sonrisa se esfumó, ahora el estaba sonriendo orgulloso — Dragón, deseo que me muestres tu forma humana. — gruñiste por eso, pero terminaste por chasquear los dedos, un humo azul te rodeo para al final mostrar tu forma humana

Un joven apuesto, cabello largo y negro, ojos verdes rasgados como los suyos (se serpiente), debido a tu blanca piel tus labios tenían un tenue color rosa, tu cabello era adornado por un broche de plata; vestías como un emperador, pero las telas de tu traje eran de color azul pastel, con partes blancas y adornos de plata.