Cuando la sorpresa no podía ser menos. La presencia de una mujer de cabellera rubia y de porte autoritario se poso detrás de la confundida pelirrosa, quien por el momento no noto su presencia. La rubia frunce el ceño, ya que, al parecer la mujer delante de ella ignoro la advertencia de la enfermera.
Aun perpleja a lo que veía, se toco el rostro deslizando sus dedos sobre sus pómulos y mejilla, su ojos destilaban un brillo fantasioso imposible en la realidad. Estaba claro, termino poseyendo a un personaje de fantasía, y muy posible mente, no se trataba de una protagonista, se preocupo al no saber en cual de todas las posibles novelas o historias de Naruto pudo terminar. Una mano pesada se aferro a su hombro, eso la asusto en grande que hasta chillo de horror.
— Sakura, ¿Qué crees que haces ahí parada? —Una voz femenina le hablo, se le hizo terriblemente familiar ese tono de habla.
La mujer volteo sobre su talón para encarar a la contraria, una vez estando cara a cara, no pudo evitar entreabrir la boca del escepticismo, al ver semejante mujeron que tenia enfrente. Otro punto que le indicaba que estaba en un mundo de fantasía; colosales cuerpos super desarrollados que la hacían ver como una niña escuálida a su lado. Trago duro al reconocer de quien se trataba tal presencia. Cabello rubio claro e lacio, dos par de ojos color ámbar, rasgados reflejando sus años de experiencia, labios finos, pintados en labial rojo, piel pálida, un cuerpo delgado con el rasgo llamativo de poseer un gran escote y definidas curvas.
Solo existía una persona que cavia con todas esas descripciones.
— T.Tsunade... —mascullo sorprendida la rosada.
— Pues claro, ¿Quién mas estaría cuidado de tu gordo trasero?. —cuestiono con obviedad la mujer.
La joven no podía articular una sola palabra, una parte de ella quería gritar de la emoción y euforia, que sacudía su corazón a mil por hora, pero su lado racional le indicaba tener cautela e moderación con sus palabras.
Recopilo lo poco que tenia de información sobre su situación en un solo resumen.
Ella transmigro en Sakura Haruno, una joven doctora que al parecer ostenta un cargo alto y respetable en el hospital, aparentemente comparte autoridad con Tsunade. Y por lo que ve, la antigua dueña, desfalleció del agotamiento en su turno.
Adelantándose a todo pronostico, hablo aparentando calma.
— Tsunade-Sama, si no es molestia, ¿podría decirme cuando tiempo dormí? —pregunto con timidez, pero lejos de lo que suponía su respuesta no fue nada agradable. — Eh? —balbuceo perpleja.
Tsunade bajo la mirada oscureciéndola, los hombros de esa recta mujer empezaron temblar, la pelirrosa pudo percibir como esta se mordía el labio inferior en señal de querer contener algo. La oji-jade se acerco preocupada por lo que le este sucediendo a la mayor, la rubia alzo la mirada dejando a la vista las finas lagrimas cristalinas que contenían la ansiedad que todo este tiempo guardo.
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𝑀𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑆𝑎𝑟𝑎𝑑𝑎
FanfictionNo hace mucho Lucia fue seleccionada a una de las becas más importantes de su vida. Que le daría la oportunidad de ir al país que tanto anhelaba, Japón. Con una vida hecha en aquel país como una enfermera, que postulaba por el puesto de doctora gene...