03

901 158 41
                                    

YoonGi se despertó gritando.

Abriendo los ojos de golpe y sintiendo como su corazón latiendo a mil por hora. Miró alrededor de lo que parecía ser, una habitación, intentando identificar el lugar donde se encontraba en esos momentos, sin embargo, no lo logró, no pudiendo reconocerla en lo más mínimo.

—¿Amor?, ¿estás bien?—YoonGi observó cómo ese lindo chico de mejillas regordetas lo veía con una cálida y resplandeciente sonrisa desde el marco de la puerta, antes de acercarse a él y sentarse a la orilla de la cama.—Escuché tus gritos y vine lo más rápido que pude, dime, ¿tuviste una pesadilla?

—¿Jimin?

—¿Pues quien más si no? —respondió entre risas.

YoonGi frunció el ceño, ¿qué hacía su crush de la secundaria ahí con el?

—Espera... ¿Porqué estoy aqui?—preguntó YoonGi bastante confundido, su mente siendo un caos en esos momentos.

—¿Cómo qué que haces aquí?, aquí vives.

—¿Contigo?

—¿Si?

—¡Papi! —un niño entró corriendo a la habitación y se abrazo de YoonGi, quien se tensó inmediatamente al sentir el abrazo del pequeño sobre el.

—Sungyeol, bajate de encima de tu padre y ve a lavarte la cara, para ir a desayunar.

—Está bien—respondió el pequeño niño antes de salir corriendo de ahí.

—¿Amor? —preguntó Jimin de nuevo, al ver cómo YoonGi no respondía.

—¿Quién eres tú? —preguntó YoonGi sin pensar y Jimin frunció el ceño sin entender.

—¿Qué soy?

—Tu y yo, ¿que somos?

Jimin lo miró sorprendido

—Soy tu esposo, desde hace tres años.

—¿Y ya tenemos un hijo?

—YoonGi, ¿que sucede?

—¡Solo responde!

—Adoptamos a Sungyeol hace dos meses, apenas tiene dos años, pero ya es un niño muy energético.

—No...

—¿Qué?

—Eso es imposible.

—YoonGi, me estás asustando, has estado demasiado raro, ya basta.

—Esto no puede ser real, debo estar soñando—dijo YoonGi comenzando a pellizcarse.

—Pero ¿que dices?, deja de hacer eso.

—Esto no es real.

—Claro que es real, YoonGi, eres mi esposo.

—No, no lo eres—Jimin lo miró, sin expresión alguna en su rostro —por qué tu y yo jamás hablamos en la secundaria.

—YoonGi.

—Además...yo jamás he querido o tenido el deseo de tener hijos. Adoptar esta entre mis últimas opciones.

—Amor...

—Y lo más importante —lo miró directo a los ojos —tu moriste por una sobredosis.

Jimin sonrió de lado, su sonrisa volviéndose cada vez más amplia, llegando a la deformidad. La habitación se lleno de llamas en esos momentos y las paredes comenzaron a desintegrarse en pequeñas cenizas.

—Pudiste haberte quedado conmigo por siempre Gigi, es una lastima—dijo Jimin por última vez, antes de desvanecerse, su voz siendo irreconocible.

Fue en ese momento que la cama donde YoonGi se encontraba  comenzó a moverse rápidamente, atravesó la pared, y justo cuando estaba por llegar a la salida, la cama frenó de golpe, haciendo que YoonGi saliera disparado hacia la puerta principal, donde su cuerpo cayó, encima del concreto.

¿Quién eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora