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—YoonGi.

YoonGi abrió los ojos de golpe, su respiración irregular, a la par de los fuertes latidos de su corazón sobre su pecho.

—¿Estás bien?—preguntó de nuevo aquella voz, y solo entonces, YoonGi supo de quién se trataba. Era Jungkook, su vecino, que al parecer ahora lo veía bastante preocupado mientras le tendía una botella de agua.

YoonGi lo miró un poco aturdido, enfocando aún su visión, una vez miró todo más claro, observó alrededor, percatandose de que se encontraba en lo que, parecía ser, la universidad.

—¿En dónde estoy?—preguntó YoonGi por fin, tomando la botella de agua.

Jungkook parpadeo un poco, solo para luego soltar una pequeña risa.

—¿Cómo que dónde estás?, YoonGi, ¿estás bien?

—No es eso, es solo...

—Bueno—lo interrumpió Jungkook—creo que no es muy difícil decifrar que estamos dentro de la universidad, ¿cierto?

YoonGi asintió, a lo que Jungkook sonrió aún más ampliamente.

—Andas raro hoy, ¿porqué mejor no vamos por un helado de chocolate?

—¿Chocolate?—preguntó YoonGi frunciendo el entrecejo.

—Si, YoonGi, tu sabor favorito.

—Pero...—YoonGi se calló de repente al sentir como unas manos lo sujetaban por detrás, se giró rápidamente para ver de quién se trataba, y grande fue su sorpresa al ver al novio de Jin. Iba a reprocharle por haberlo asustado pero todo tipo de raciocinio salió de su mente al momento de sentir los labios de Hoseok sobre los suyos.

—Hola cariño—le dijo Hoseok con una sonrisa y YoonGi parpadeó, confundido.

¿Qué estaba pasando?

YoonGi se giró hacia Jungkook en busca de alguna explicación, pero Jungkook ya no se encontraba más ahí.

—¿Jungkook?—preguntó YoonGi con nerviosismo y Hoseok lo miró divertido.

—Dijo que tenía clase y se fue, ¿acaso no lo escuchaste?

—¿Qué?

—Vaya, de verdad era cierto lo que dijo Kook, andas raro amor.

—¿Porqué me dices amor?, ¿quién eres tú?—preguntó con temor.

Hoseok lo miró extrañado y luego se rió, incrédulo.

—¿Tu novio?

—¿Y Jin?

—¿Quién?

YoonGi abrió sus ojos en grande y Hoseok acarició su mano, en un intento por tranquilizarlo.

—Oye, ¿que tal si vamos a la cafetería que está por aquí? ¿Mmh?, creo que estás un poco confundido.

Demasiado

—Esta bien—dijo YoonGi, no del todo convencido, pero aún así acepto, tal vez un café le haría bien.


























Una vez ambos llegaron a la cafetería, notaron que esta se encontraba totalmente vacía, a excepción de ellos y los trabajadores del lugar, lo cuál era extraño, considerando la hora y el el punto dónde se encontraba aquel lugar. YoonGi estaba seguro que debería de haber al menos más de 2 o 3 parejas ahí.

Algo andaba mal. Eso, o la comida era demasiado mala.

Hoseok lo llevo a una de las mesas frente al mostrador y YoonGi frunció el ceño, el realmente odiaba sentarse en esos lugares, siempre procurando sentarse...

—¿Hoy no se va a sentar atrás?—YoonGi giró su rostro en dirección a aquella voz, encontrándose con un bonito chico de cabellera castaña, quien lo veía con una amplia sonrisa...¿Cuadrada?

YoonGi no supo por qué, pero la presencia de aquel chico solo había hecho que sintiera una fea opresión en el pecho, seguido de un temor inexplicable.

—Nos sentaremos aquí, jóven, gracias—le respondió Hoseok con una sonrisa y el chico le devolvió la sonrisa, una forzada a la vista de YoonGi.

Una vez el chico se retiró por completo, YoonGi dejó salir el aire retenido. Hoseok lo miró pero no dijo nada, en su lugar, miró el menú que se encontraba en la mesa y pregunto en voz alta.

—¿Qué quieres pedir?

Entonces a YoonGi se le iluminó la mirada, estando listo para pedir su bebida favorita.

—Un café helado, con...

—¿Café?—lo interrumpió Hoseok y YoonGi lo miró extrañado.

—Si, ¿Porqué?

—Cariño, pero si tú odias el café.

¿Cómo?

—Eso no puede ser verdad...

—Lo es—dijo Hoseok firme—amor, ¿que es lo que te pasa hoy?

—Yo no...—El celular de Hoseok sonó y el mencionado se levantó rápidamente, contestando la llamada.

—Es mi jefe, espera cariño, ya regreso.

No le dió tiempo a YoonGi de responder cuando ya se había salido del local.

YoonGi se quedó pensando en lo que estaba pasando, absolutamente nada tenía jodido sentido.

—¿Le gustaría probar lo más nuevo del menú?

YoonGi se giró de repente, encontrándose con el mismo chico de hace rato, quien ahora se encontraba con una charola entre sus manos, dónde traía una especie de malteada.

—¿Qué es eso?

—Es una lateada.

YoonGi observó el color del contenido y frunció el ceño.

—No me gusta el chocolate.

El chico sonrió, dejando la bebida sobre la mesa.

—Es una lateada de café.

—Pero yo no la pedí.

—Va a cuenta del lugar.

YoonGi no la iba a probar, pero el realmente necesitaba una buena porción de cafeína en su cuerpo, así que sin pensárselo mucho, le dió un gran sorbo a la bebida.

Hoseok volteó justo en ese momento y grito un gran "No" antes de comenzar a correr en dirección a YoonGi.

YoonGi sintió como se le cerraba la garganta, dificultando su capacidad para respirar, volviendola nula.

—Oh YoonGi—YoonGi observó a aquel chico—no debiste tomar de ese café.

Y eso fue lo último que escucho YoonGi, antes de caer inconsciente.





















Historia que planeo terminar entre hoy y mañana.

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