¿De quien estoy embarazada‽

Capitulo 71

Zuo Lan ha vivido tantos años, y se ha encontrado con muchos desastres de todos los tamaños, incluso cuando estaba al borde de la muerte, nunca se había sentido tan asustado.

        Especialmente cuando le miraba este humano, sintió un escalofrío que le salía por la espalda. Ahora por fin entendía por qué Fatty tenía tanto miedo de este hombre, obviamente podía encargarse de él con un dedo, pero el problema era que no podía enderezar su dedo en este momento.

        "Olvídalo, olvida que te lo he pedido". Zuo Lan se apresuró a sacudir la cabeza y se dio la vuelta para marcharse.

        Zuo Lan quería olvidarlo, pero Hiroshi no.

        Ahora estaba muy interesado en la fruta roja que tenía Zuo Lan en la mano, así que dijo: "¿Es tan poderosa esta fruta? ¿Por qué no me dejas estudiarlo, y tal vez pueda devolverte dos de ellos en unos días?"

        Zuo Lan dio un "tsk" mientras decía: "¿Me tomas por tonto?"

        Después de decir eso, se fue sin siquiera mirar atrás.

        Esto hizo que Hiroshi se rascara las orejas y se interesara mucho por la fruta.

        Los demonios del grupo de Zuo Lan eran de orígenes extraños y especies extremadamente raras.

        Como hombre de laboratorio, cómo no iba a sentir curiosidad por estas cosas y no querer hacerse con ellas y estudiarlas.

        La razón por la que no lo hizo fue porque, aunque tuviera curiosidad y no pudiera resistirse, su corazón seguía en ello.

        No es que no haya laboratorios en el planeta donde la gente pueda robar lo que quiera para su propio beneficio personal, o incluso utilizar su poder para experimentar con cuerpos vivos.

        Sabía de muchos, muchos casos de este tipo.

        Incluso si él, que estaba a cargo de todo el laboratorio imperial, realmente quería algo, si abría la boca, alguien se lo enviaría, aunque fuera ilegal o estuviera prohibido.

        Pero entonces, Hiroshi podía decir que su laboratorio era definitivamente el más limpio, no importaba en ese mundo interestelar.

        No forzaría ni coaccionaría.

        Incluso si hubiera que experimentar con cuerpos vivos, sólo lo haría cuando estuviera más seguro de ello, y más aún con el consentimiento de la persona en cuestión.

        Su mano derecha cayó para frotarse suavemente contra el pliegue de su brazo izquierdo, y nadie supo que bajo la ropa había una mueca.

        Hirosha guardó su corazón porque la sensación de ser forzado a ser un conejillo de indias era algo que conocía demasiado bien, y lo mismo ocurría con un pasado que no quería recordar.

        Al quedarse quieto durante mucho tiempo, Hiroshi no se dio cuenta de la ida y vuelta de Zuo Lan.

        Zuo Lan tosió ligeramente mientras preguntaba: "¿De verdad puedes convertir los frutos rojos de uno a muchos?".

        Hiroshi levantó los ojos, se encogió de hombros y dijo: "Quién sabe".

        El rostro de Zuo Lan palideció, queriendo probar pero sin atreverse a hacerlo.

        El fruto rojo en la cabeza de Tong Xiao era raro porque quería tener un bebé con Angus, pero también porque sentía que si no lo quería ahora, no podría conseguirlo después de un tiempo.