La reunión ya había terminado y como era lo esperado no hubo nada muy interesante que comentar. Por el contrario, la mente de Shen Qingqiu estaba divagando en otro lado, pensando seriamente qué haría ahora con la confesión de su shidi. Por más que odiaba las conferencias que había en Cang Qiong, no se dio ni siquiera cuenta de cuando acabó. En todo ese rato ni siquiera pudo ver a Liu Qingge, se sentía sumamente apenado, por lo que solo atinó a retirarse de la manera más rápida y sigilosa de ahí.
Llegó a su cabaña de bambú y solo podía pasear de un lado al otro como lobo enjaulado, pensando en las miles de posibilidades que habría al responderle a su shidi. Su mente estaba en caos, no sabía qué hacer.
-¿Qué se supone que debo hacer ahora? Esto si es muy difícil.
-¿Shizun? -En ese momento quien entró a su habitación fue su alumna Ning Yingying. -¿Está todo bien? - La jovencita se acercó a la mesa de la habitación y dejó la comida y el té en ella.
-No...nada está bien -Agradeció por el té con un ademán de su mano y lo bebió tratando de calmar sus nervios- Tuve una conversación un poco...como decirlo...un poco incómoda con Liu Shidi y ahora debo tomar una decisión importante.
-Le dije que no se acercara más a Liu Shishu. -La joven se sentó frente a la mesa, muy dispuesta a escuchar a su maestro. -Se perfectamente lo que pasa por la mente de mi tío marcial, pero simplemente usted nunca se dio cuenta. Entonces... ¿se le declaró?
-¿Lo sabías? -No pudo evitar que su voz sonara más alta de lo normal además de muy alarmado. ¿Es que todos se dan cuenta de lo evidente menos él?
-Si era un poco obvio. -Se sirvió té. -Pero de todos modos Shizun. ¿No cree que la respuesta ya la tiene? - Sorbió de su té. -No entiendo que le conflictua. ¿No es A-Luo el amor de su vida?
-Por supuesto que lo es. ¿Entonces esa es la respuesta?
-¿Quiere que yo se lo responda? No lo sé Shizun, si de verdad ama a A-Luo usted sabrá que es lo correcto y como debe de comunicárselo a Liu Shishu. Solo que debe ser directo y hablar desde su corazón, usted conoce mejor a su shidi.
La seriedad con la que le hablaba su alumna le daba un poco de miedo o más bien un de incomodidad. Ella nunca había actuado de esa manera, siempre era dulce y alegre, pero ahora se estaba enfrentando a una chica que velaba por los sentimientos de su hermano menor Luo Binghe. Una parte de él sabía que si algo malo le pasara a Binghe, ella jamás se lo perdonaría y mucho menos un corazón roto. No es como si fuera a quedarse con Liu Qingge, pero su declaración lo había descolocado y lo mantenía nervioso.
-¿Cuando tiene que darle una respuesta a Liu Shishu?
-Él me dijo que le respondiera antes de irme pero creo que eso no será necesario -se inclinó ligeramente frente a su alumna- este maestro está muy orgulloso y agradecido. Aprecio la oportunidad de aprender de mi alumna.
-Me alegra saber que ya sabe que hacer Shizun... ¿Le parece si llamo de una vez a Liu Shishu? Después de todo, si ya no tiene nada que hacer en Qing Jin, puede irse lo más pronto posible con A-Luo. -la chica sin decir nada más, se levantó de su asiento y dejando anonadado al maestro.
Y su tranquilidad se fue a la basura. Los nervios volvieron y retomó su caminata de un lado a otro de su casa de bambú. ¿Realmente Liu Qingge aceptaría un rechazo? Detuvo su caminar nervioso en cuanto vio a su shidi atravesar la puerta.
-¿Para que me mandaste a llamar? ¿No crees que es muy tarde? -Se sentó frente a la mesa de su habitación. -Si es para lo que me imagino, no me des más rodeos. Te escucho.
-Y no lo haré. Te agradezco que me dieras tiempo para pensar pero algo así no creo que deba esperar más tiempo -Lo miraba seriamente- Ante todo quiero agradecer esos sentimientos que tienes hacia mí y más aún que decidieras compartirlos. Sin embargo...creo que ya sabes qué respuesta voy a darte ¿No es así?
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El dulce y orgulloso amor no correspondido de Liu Qingge
FanficEl hermano pepino en ciertas ocasiones es de lo más astuto e inteligente de lo que cualquiera se pueda imaginar. Pero cuando se trata de relaciones interpersonales, a veces ni siquiera nota lo que tiene frente a sus narices. Liu Qingge siempre ha e...