Big girls cry → NCT One Shots

Taeyong

"Best friend"

advertencia: ninguna
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Beber agua nunca fue una de tus mayores aficiones, principalmente cuando había algunos jugos que hacían explotar tu paladar de tan deliciosos que están. Pero ahora, estando sentada en las gradas del área deportiva del instituto era lo único que podía salvarte de una deshidratación.

No pudiste evitar murmurar entre dientes algunos improperios, no entendías como es posible que Gina no haya cancelado el entrenamiento con esta ola de calor que azota la ciudad. Tampoco comprendías cómo los chicos del equipo de fútbol jugaban con tanto entusiasmo en la cancha delante de ella.

El calor aumentaba en ti al mirarlos correr, con la camisa manchada de sudor por la espalda y sus cabellos pegados a la frente por el mismo sudor. Te sentías asqueada ante aquella imagen, un escalofrío llegó a tu cuerpo al imaginar el hedor que desprendería todos juntos en una sola aula.

Tu rostro paso de los chicos hasta el equipo de tu amiga, sonrió al mirar como Gina tomaba el bate con toda una profesional. El orgullo crecía en el pecho al saber que tu amiga estaba haciendo lo que amaba y que es la mejor en ello.

Los ojos de Gina acaban en los tuyos, la chica le da una sonrisa a su amiga y está se la regresa, saludando con su mano y olvidando por un segundo que está muriendo de calor bajo aquella sudadera que decidió poner sobre la blusa del uniforme.

Por un momento pensó en que podría disfrutar de hacer algún deporte, ser deportista reconocida como su amiga y tener la pared llena de insignias.
Sin embargo, fracaso en ello el mismo día que intentó entrar al equipo de voleibol de la escuela.

Recuerda un poco que fue en primero año cuando se inscribió para hacer una audición y poder estar en el equipo de voleibol. El partido que les hicieron jugar fue mixto, y del equipo contrario estaba Youngho Seo. Este chico estuvo los tres años de secundaria en el equipo de voleibol.

Pensó que todo sería fácil, la mayoría de ellos eran principiantes o siquiera sabían lo mínimo del deporte. Solo sería un partido amistoso para mirar las habilidades que cada uno tenía.
Y mientras pedía que el balón viajara a su dirección su petición fue cumplida, pero Seo no midió su fuerza y la pelota termino estrellándose contra su cara.

Su cuerpo se remueve con incomodidad al recordar cuánta sangre salió por su nariz en enfermería, y también que a causa de eso termino con la nariz un poco de lado.

Suspira quitando el recuerdo de su mente, tomando de nuevo la botella del agua y llevándola hasta sus labios, bebiendo del último trago que quedaba en ella. Parecía que la temperatura subía a cada segundo, y la sudadera en su cuerpo no ayudaba en nada.

Nunca se había sentido segura con su cuerpo, los complejos que tenía con él le hacían usar prendas un poco más grandes que la verdadera talla que debe usar. Entendía que todos los cuerpos son hermosos en sus dientes formas y colores, sin embargo, el suyo nunca sería bien visto a sus ojos.

Con mucha vergüenza tomó el dobladillo de la prenda, pasándola por su cabeza al quererla sacar de su cuerpo.
Por un momento sintió un poco fresco el aire que corría por el patio, cerrando los ojos para disfrutar la brisa no tan caliente en su rostro.

Mas no duró mucho su tranquilidad. Escucho como su amiga gritaba su nombre antes de sentir un fuerte impacto en su rostro, el escozor haciéndole gemir.

Sus manos fueron hasta su cara, escondiéndose por la vergüenza y también porque sabía que su rostro ya estaría hinchado, sin olvidar que la sangre era tanta que ya entraba por su boca.