Capitulo 3-Perdón, trabajo, James y ositos

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Capitulo 3

Yo seguía sollozando en el suelo. No sé cuánto tiempo paso, no se quienes están a mi lado, o no,  tampoco es decir que no estoy feliz, en realidad lo estoy. Porque vamos es mi hermano y mi mejor y única amiga. Voy a ser tía, todo va a cambiar. Pero aun no puedo dejar de lado la idea de que me han dejado sola, no me han dicho nada y no me invitaron al compromiso. Si me lo hubieran dicho antes de irse, yo los hubiera perdonado. Porque también entendería… pero ahora hay otras cosas que no entiendo…

-No entiendo nada…

-¿Qué es lo que no entiendes pulga?-pregunto mi hermano acercándose a mí y dándome un abrazo.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Porque pensé, que además de ponerte como loca y hacer preguntas histéricas sobre la relación,  gritar interminables veces que no le haga daño. Pensé, pensé que te enojarías por estar saliendo con tu única amiga… y además que ella no estaba aquí y todo bueno…

-Alto, paren el mundo-dijo Lía-¿Annabelle no sabía de lo nuestro?

-No, ella no sabía-mi hermano se rasco la nuca, mientras agachaba la cabeza.

-Dos cosas-dije-La primera: Dime Ann, desde que salió Annabelle no quiero parecer una muñeca poseída, y la segunda: ¡Hola! ¡No puedo creer que estés aquí!

Corrimos para darnos un abrazo de oso, pero como mi vida impide momentos hermosos, me resbalo y caído de cara al piso…

Digamos que seguro la visión para alguien que esté a mi lado, fue como un movimiento con el pelo volando al caer, como el inicio de  una pelea de rubias oxigenadas en una liquidación de minifaldas negras.

-¿¡ESTAS BIEN!?-pregunto Lía corriendo hacia mí, que seguía en el suelo.

-Quédate tranquila amor-ese fue mi hermano-Siempre se cae.

-Gracias por el apoyo moral hermano…

Lía soltó una carcajada-¿Y que es de tu vida? ¡Vas a presentarme a tus amigos, aunque tenga que vaciarte un vaso de leche en la cabeza todas las mañanas!-Bueno… no quiero que haga eso.

Me levanto y la miro, con lo que estoy segura de que es tristeza en mis ojos-¿Cuántos amigos crees que tengo?

-Bueno, yo te conozco desde niñas, somos mejores amigas y se lo divertida y sociable que puedes llegar a ser y…

-Estas totalmente equivocada-dije limpiándome  una lagrima silenciosa que recorría mi meguilla-No tengo aquí el más mísero amigo que cualquiera podría pedir. Desde que te deje allí en Argentina. Eh estado sola mucho tiempo. Harr salía para verte a ti, y solo me quedan mis padres (Ya los conoces, no tengo mucho que decir), Katia y el suripanto. No es mucho… pero se aprecia.

-Yo… créeme que no tenía idea, si hubiera sabido habríamos hablado más seguido ¡Soy una pésima mejor amiga!-Comenzó a llorar desconsoladamente. Debe tener las hormonar revolucionadas.

-No, no lo eres, porque yo también puede haberte llamado. Pero por alguna extraña razón. Mi soledad y yo fuimos buenas compañeras por un largo tiempo… pero eso no importa ya que estas aquí.

-Cierto… Y ahora vas a ser tía-río secamente, pero a la vez, vi en sus ojos un brillo, característico de una persona feliz.

-Bueno, hablando de el bebe ¿Qué quieren que sea?-pregunte sonriendo. Puede que muchas cosas me hayan escondido, puede que no fui invitada al compromiso, muchas mentiras y secretos. Pero me están brindando más personas en la familia ¿Quién puede enojarse por eso?

¿Vida Normal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora