ah, el amor.
┊ Byron x Edgar .
┊ si no te gusta el estilo, ship o temática, no lo leas .
┊ los personajes pertenecen a Brawl Stars .
┊ edit;; arte pausado debido a ligero contratiempo del artista invitado.
Edgar miró casi con terror la pequeña mesa de centro.
- ¿Por qué?
- ¿De verdad tengo que recordártelo?
- Pero fue un regalo de Piper.
- No me importa. Tírala de una vez.
- Edgar, la mesa no tiene la culpa de que te hayas puesto caliente.
- ¡Ya te dije que...! ¡No es eso, yo...!
Byron sonrió al notar que su novio se quedaba sin palabras. Este se cruzó de brazos y desvío la mirada.
- Estamos solos, puedes decir que me amas.
Se sentó a su lado y pasó un brazo por la espalda de Edgar para ponerlo sobre sus piernas, mientras hundía la cara en su cabello, olfateando.
- Te... Amo. -se ruborizó- ¿Ya puedes deshacerte de esa cosa?
Byron río y le dio todos los besos que pudo en las mejillas, para tomar una de sus manos y besarla también.
- También te amo.
- ¿Qué te pasa? Estás más cursi de lo normal.
- ¿Qué más puedo hacer? Cuando te veo, solo quiero llenarte de mi amor.
Edgar sintió la mano de Byron apartar su flequillo un poco, para ver mejor su rostro y conseguir besarlo cada vez con más intensidad. Él intentó apartarlo débilmente, lo cual solo consiguió prender a Byron aún más. Este se separó lentamente con la única intención de tentar más a su amante, quien evitaba a toda costa caer en la romántica mirada de aquel señor.
- ¿Qué sucede, mi amor? -le sostuvo la cintura y lo observó con una leve malicia- ¿Sin palabras?~
- ¡N-No toques ahí...! -golpeó el pecho de su novio con la frente en un intento por evitar que mirase su rostro.
Byron sonrió y tomó la palabra para después recostar de espaldas al joven sobre el sofá para besarlo profunda y no muy gentilmente, como era la preferencia de aquel emo, quien no pudo resistir sostener al mayor por los hombros, atrayéndolo y casi rogando que continuase.
Las manos del viejo no se contuvieron más y sujetaron los muslos contrarios para abrirle las piernas a Edgar, quien soltó un pequeño gemido al sentir la entrepierna de su novio contra la suya, tratando de apartarlo débilmente.
Tal como dijo, el hombre le sostenía los muslos firmemente, penetrando decidido y brusco a su amante, quien no dejaba de gemir extasiado mientras su acompañante no se privaba de observarlo fijamente, apretando los dientes y relamiéndose de vez en cuando. Edgar de verdad era de lo más adorable.
Incrementó la velocidad y fuerza con la que embestía, la voz del contrario solo conseguía excitarlo más y sin pensarlo dos veces, sostuvo el pene del emo.
- ¿A-Ah..? -soltó confundido, tratando de cerrar las piernas- ¡Byron! ¡E-Estúpido, ¿dónde crees que estás tocando?!
Pero lejos de prestarle la más mínima atención, el nombrado solo aumentó el ritmo de sus caderas, su mano atendiendo el miembro contrario, frotando la punta con el pulgar. Una sonrisa plagada de perversión cayó sobre Edgar, quien apretó más el pene del viejo mientras jadeaba desesperado.
- ¡S-Suéltalo..! ¡Me voy a..!
-
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