El Séptimo Velorio

La cámara del abuelo

Salí corriendo del comedor con lágrimas en los ojos, creo que nunca se está completamente preparado para recibir un rechazo tan directo de tus propios padres. Los pondré un poco en contexto, hoy por fin le revelé a mi familia mi oscuro secreto, mi diferencia con los demás, mi mentira a mi mismo y a los que me rodeaban, lo que soy, lo que me gusta, mi manera de amar...
Haciendo un pequeño resumen de todo lo que acaba de pasar, dí un pequeño discurso que en mi mente sonaba inspirador, pero eso no pareció mover ni un poco el corazón de papá, mientras el me gritaba cosas como que era su mayor decepción, que él había criado a un macho y  no a una niñita, mamá y mis hermanos solo se quedaron pasmados, mirando a la nada, como intentando averiguar si de alguna manera se me había ocurrido hacer este chiste de mal gusto, probablemente todo les pasó por la cabeza, menos el aceptarme y entender que esto es lo que me hacía feliz, lo que me hacía sentir vivo y lo que me hacía ser yo mismo. Puede que esto no sea lo que ven todos los días, y también puede ser que esté mal y me lleve al infierno, pero prefiero ser un misero pecador que un infeliz querubín que solo sigue ordenes esperando por una recompensa inexistente.
Me metí en el primer cuarto que encontré a mi paso, resultó ser la biblioteca, arrastré mi espalda por las repisas llenas de libros hasta quedar en cuclillas, dispuesto a hundirme eternamente en mis lamentos, o hasta que mi papá llegara a pedirme que me fuera de la casa, y de su vida...Pero mis planes fueron interrumpidos por un fuerte golpe en mi cabeza, que si no me hubiera movido a tiempo para que el objeto callera en mis manos, hubiera quedado inconsciente, ese objeto que llegó en el mejor o peor momento era una cámara, se veía bastante vieja, pero no tanto como para no saber como funcionaba.
No tenía un rollo, más bien no tenía nada más que polvo y un olor a azufre bastante intenso, automáticamente me levante para ver el lugar de dónde había caído la pesada cámara, pude notar que fue de la repisa más alta, por la potencia de la caída, parecía ser la repisa más abandonada, aun poco más llena de polvo que la misma cámara, pero noté que había un objeto, de hecho eran varios, los cogi y resultaron ser 7 fotos sin revelar, intente ver algo más, pero me fue imposible, mucho más cuando escuche los pasos de alguien que no alcancé a identificar, rápidamente dejé la cámara en su lugar y guardé las fotos en mi bolsillo. Se abrió la puerta y entró mi hermano, Oliver.
-¿Adri? ¿Estás aquí?- A lo que yo solo pude responder con un sollozo 《Que lo sentí más de confusión que de la tristeza propia del  momento》Él notó mi presencia y para mi sorpresa me dio un gran abrazo.Oliver y yo teníamos una teoría a cerca de los abrazos, pensábamos cuándo éramos pequeños que los abrazos eran un pegante universal, que cualquier mal, no importa que tanto te hubiera roto el corazón, podría ser curado con un abrazo, de esos que te dicen que todo estará bien, aunque en el fondo sepas que no será así. Después de unos minutos, me soltó.
-Tranquilo Adri, eres muy valiente, no cualquiera tendría el coraje de hacer lo que tu hiciste- Sus palabras me aguaron los ojos de nuevo y no pude evitar que se me escaparan un par de lágrimas.
-Creo que como supondrás, papá quiere que te vayas de la casa, realmente lo lamento, pero sabes que te puedes quedar conmigo.- Asentí entre lágrimas, sabía que siempre podría contar con él y que era mi única opción ahora.
A pesar de todo, las extrañas fotos no salían de mi cabeza, y miles de preguntas daban vueltas y vueltas ¿De quién era la cámara? ¿Por qué parecía estar escondida? ¿Por qué las fotos no estaban reveladas? ¿El olor a azufre se iría algún día? No lo sabré por ahora. Me quedé lo que creo que fueron 10 minutos mirando a la nada, hasta que me atreví a salir de mi escondite improvisado, papá ni siquiera me miraba, mamá parecía seguir en shock, Skyler creo que ya se fue, junto a Jairo claro, y Oliver me estaba esperando, me iría con él por ahora, tambien tendría que avisarle a Susi lo que sucedió, pero no tenia cabeza para nada.
Subí rápidamente a lo que había sido mi cuarto hasta ese momento, los recuerdos invadieron mi mente; las veces que jugué con Oliver, las veces que peleé con Oliver, las veces que Skyler nos obligaba a jugar a la fiesta de té con sus muñecas, pero desde que ellos se fueron, no pude volver a sentir este lugar como un hogar, coincidió con mi descubrimiento personal, gracias Josh, tengo que decir.
Mientras todo esto pasaba en mi cabeza, tomé una maleta y metí varias prendas de ropa y elementos de aseo, no sabia si seguiría con mis estudios pero llevé mi maleta de la escuela por si acaso. Baje las escaleras, todos seguían en la misma posición de hace unos minutos, Oliver se levanta y camina hasta estar a mi lado, esperamos unos segundos para ver si mis padres se despedirán, mamá se para y me da un abrazo que acompaña su llanto.
-Espero que recapacites- Me dijo con todas las esperanzas de que solo fuera una etapa, lamento decepcionarla, pero estoy seguro de que esto es lo que soy.
Papá no me dirigió la mirada, solo se sentó esperando que me fuera, Clara me miraba desde la cocina con lástima y yo no tenía nada más que hacer allí, empecé a caminar hacia la puerta, detrás mío iba Oli que se había despedido con total normalidad de los que se encontraban en la casa.
Me subí al carro de mi hermano en el lugar del copiloto, no sé que vendría para mi ahora, afortunadamente tenía algunos ahorros que me servirían para sobrevivir junto a Oliver, por un tiempo, por lo que tendré que conseguir trabajo. Fue un viaje silencioso, la tensión seguía en el aire, y es que claro, cualquier persona que viera a Jacob insultarme cómo lo hizo pensaría de todo menos que yo soy su hijo, o que era su hijo.
Llegamos al apartamento de Oliver y afortunadamente tenia un cuarto de visitas en el que me dijo que podría quedarme.
-Por ahora mejor descansa Adri, mañana hablamos de como nos organizaremos con los gastos ¿Ok?- Solo pude asentir, perdido en mi propio mar de cuestionamientos a cerca de este día.