Pagué y salí bastante confundido del lugar, no podía creer lo que contenían las fotos, ¿Será que esperaba algo muy diferente? Probablemente. Eran 7 fotos de cuervos tomadas en diferentes ciudades pero ¿Cuáles ciudades eran? a pesar de pertenecer a la familia más poderosa de Cinis, nunca había salido mucho a otras ciudades, debido al trabajo de papá. Tendré que averiguar de dónde son, tal vez signifiquen algo importante. Lo siguiente que hice fue volver al apartamento de Oli, él no estaba allí así que sería más fácil analizar las fotos y descubrir cosas.
Apenas llegué me dirigí a mi cuarto y extendí las 7 fotos sobre la cama y empecé a verlas detenidamente. La primera mostraba dos cuervos junto a un cielo azul y abundantes nubes, la segunda mostraba tres cuervos junto a un cielo soleado pero con una nube negra a punto de cubrirlo todo, la tercera mostraba a 5 cuervos que rodeaban a una paloma blanca, el cielo se tornaba un poco gris, la cuarta mostraba a un cuervo grande que llevaba a uno más pequeño en su pico, el pequeño parecía intentar volar pero gracias a la fuerza con la que el grande lo sostenía no le era posible, el cielo seguía gris, la quinta mostraba a un cuervo muerto junto a dos cuervos vivos que volaban a su alrededor, ya había empezado a llover, la sexta mostraba una pelea entre cuatro cuervos pero había un quinto que intentaba distraer la vista de la pelea, y por último, la séptima foto mostraba 5 cadáveres de palomas blancas y un gran cuervo con sus bebés, parecían dispuestos a usar los cuerpos de las palomas como alimento, llovía y se veía un imponente rayo en el fondo...
No entendía absolutamente nada, me quedé indagando un rato, hasta que sentí que Oliver entró a mi cuarto repentinamente, probablemente no fue así, pero estaba tan concentrado que no lo noté.
-Hola Adri, ¿Que haces?- Dijo y me espante un poco mucho, hice un intento vago de ocultar las fotos, pero inevitablemente las vió.
-¿Que es esto?- Solté un suspiro.
- El día de la cena, cuando fui a la biblioteca me cayó la cámara del abuelo en la cabeza, esa que tanto amaba Skyler, la dejé en su lugar y encontré estas 7 fotos sin revelar- Confesé, mientras Oli agarró la primera foto y la vió detenidamente.
-¿Esto es en Londres no?-
-No lo sé, sabes que nunca he salido mucho de Cinis-
-Si esto es en Londres, estoy seguro, queda en frente de un lugar de adopción infantil- Dijo abriendo los ojos, ciertamente sorprendido.
-¿Crees que tenga que ver contigo?-
-No lo sé, nunca avancé mucho con eso-
-Pues solo hay una manera de saberlo, ¿Tienes algo de dinero ahorrado?-
-Si, ¿Y tú?-
-También, además de mis ahorros, tengo algo de lo que me pagaron en el mc Donald's-
- Bien, el fin de semana podremos escaparnos en tren-
-Está bien, aquí hay algo extraño, si esa foto tiene algo que ver con nuestra familia, ¿El resto también tendrán que ver no?-
-Mejor vamos paso a paso- Asentí y Oli salió de mi cuarto.
Eso sucedió el miércoles, hoy es viernes a la media noche, salí con Oliver a aventurarnos hacia Londres, tomaríamos el tren porque en carro gastariamos más. Rápidamente entramos a la estación y tomamos el tren, este viaje nos tomaría unas 2 horas así que las aprovecharíamos para dormir《o intentar hacerlo》.Había traído las fotos restantes por si había alguna otra que se ubicara en Londres.
Llegamos a la ciudad a eso de las 6:00 am (se prolongó un poco el viaje) y lo primero que hicimos fue ir por café y algo de comer, quemando un poco de tiempo mientras empezaban a atender en el centro de adopción.
Más tarde nos dirigimos hacia el lugar, notaba a Oliver bastante nervioso, yo también lo estaría en su lugar, incluso sin estarlo los nervios están a flor de piel, llegamos al lugar y entramos, había una señorita bastante elegante《bastante para ser un centro de adopción 》y Oli se dirigió hacia ella.
-Buenos días señorita-
-Buenos días, ¿Qué se le ofrece?-
-Quería saber si tenían un registro de adopciones del 15 de febrero de 1937-
-No, fue hace mucho, lo lamento, yo ni siquiera trabajaba aquí para ese momento-
-¿Y no hay nadie que trabaje aquí aun desde ese tiempo?-
-Mm, sí, dame un segundo la llamo-
-Mil gracias- Dijo mi hermano con cara de preocupación, la señorita se levantó de su silla y caminó hacia el pasillo que había en el fondo, volvió con una mujer que lucía bastante mayor.
-Miren muchachos, ella es Gladys-
-Mucho gusto- Dijimos mi hermano y yo a la par
-¿Que necesitan?-
-Me preguntaba si tenían un registro de adopciones del 15 de febrero de 1937- La mujer se nos quedó viendo con una cara de horror que se nos hizo extraña.
-¿Usted es acaso de apellido Grimaldi?- Nos quedamos pasmados..
-Si, lo soy, ¿usted sabe algo a cerca de mi familia?
-Nunca olvidaría ese día...Una pareja vino, Jacob Grimaldi y, no recuerdo el nombre de la mujer-
-Sabrina de Grimaldi, seguro- Dijo mi hermano animandola a seguir con su historia.
-No, como sabrán su familia es bastante conocida, y estoy segura de que la mujer que vino ese día no era Sabrina. Ella venía decidida a dejar al bebé en este lugar, porque venía con un bebé, pero Jacob se arrepintió, ese bebé era su hijo, le prometió a la mujer que le pagaría una mensualidad para que ella pudiera mantenerse junto al bebé; pero ella se negaba rotundamente. No llegaron a un acuerdo en ese momento y estaban armando un escándalo así que les pedimos que se retiraran, así lo hicieron pero la discusión continuó afuera. Llegaron a un acuerdo, Jacob se ocuparía del niño a cambio de que la infidelidad a Sabrina nunca se supiera, y ella desaparecería completamente de sus vidas.-
No había palabras para describir nuestras caras y no había forma de saber cuantas cosas se nos pasaron por la cabeza en ese momento. Nos retiramos del lugar no sin antes despedirnos amablemente, caminamos hacia el hotel callados, cada uno intentando procesar toda la información que nos había sido brindada, llegamos al hotel y nos adentramos al cuarto que habíamos pagado, nos sentamos en las camas frente a frente dispuestos a hablar, pero las palabras no salían, vi que los ojos de Oliver se aguaron y como instinto, recurrí a nuestro pegante universal y lo abracé permitiendole desahogar todo su dolor. Ahora era más que obvio el porqué Jacob no quería que se supiera nada, y es que ni siquiera se tomó el tiempo de inventar algo medianamente creíble para mantener calmada la curiosidad de su hijo.
-Mamá no merecía eso- Me dijo entre sollozos y era verdad mamá no merecía eso, pero yo no tenía nada más que agregar al respecto.
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El Séptimo Velorio
Novela JuvenilUn pequeño trabajo escolar de una adolescente no tan normal, de cualquier manera estás invitado a leerlo y espero que te guste.