Cuervos

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Ha pasado una semana desde los anteriores acontecimientos y que les puedo decir, la vida con Oliver ha sido bastante tranquila, nos dividimos los gastos y hace un día empecé a trabajar en un Mc Donald's  ya que de ahora en adelante tendré que cubrir todos mis gastos, y la realidad es que no me quejo, a cambio de mi tranquilidad esto vale totalmente la pena.

Aunque mi tranquilidad no estará completa hasta averiguar todo a cerca de las fotos de la biblioteca. Recordé que cuándo éramos pequeños Skyler me contó que amaba la cámara del abuelo  pero que nunca se la prestó desde la última vez que se acabó el rollo, tampoco supo nunca de que fueron las  fotos de aquel rollo, atando cabos pude deducir que estas habrían sido las últimas fotos y que por alguna razón nadie las reveló. Le pedí a Susi que me acompañara a buscar algún local en dónde pudiéramos revelar las fotos, ya le había contado todo, naturalmente ya se lo esperaba e incluso habíamos buscado opciones de lugares en los que pudiera vivir en caso de que nadie más me acogiera. Afortunadamente ese no fue el caso así que continuamos con el tema de las fotos.

En este día decidimos mejor caminar para poder divisar más fácil el lugar que buscábamos, caminamos aproximadamente unas 6 cuadras desde la casa de Susi y encontramos un estudio de fotos, no estábamos seguros de si realmente podríamos revelarlas allí, sin embargo, no dudamos en entrar. Nos atendió un señor que se veía bastante mayor y la cara de pocos amigos sin falta.

-Buenos días jóvenes, que se les ofrece- Intentó fingir una sonrisa nada natural.

-Disculpe, nos preguntábamos si en este lugar era posible revelar fotos- Dije con curiosidad de la reacción que obtendríamos.

-Yo no me encargo de eso, puede pasar a la parte de atrás para hablar con el aprendiz , tal vez los pueda ayudar-

-Gracias- dijimos Susi y yo al unísono al tiempo que pasamos la cortina que nos había indicado anteriormente el casi amable señor.

Nos encontramos con un lugar bastante más grande que el recibidor, tenía varios sets para fotos, había uno en especial que era de color azul marino y allí habían dos hombres, uno que estaba detrás de la cámara bastante concentrado y otro que estaba sentado en un banco frente al set, muy probablemente estaba siendo fotografiado.

-Tus ojos combinan con el fondo, estas fotos quedarán increíbles, lo juro- Dijo el fotógrafo vestido de negro, lucía bastante emocionado y conforme con lo que había sido su trabajo.

-Sé que haces un hermoso trabajo, no dudo de ello- Dijo el modelo antes de notar nuestra presencia en la sala.

-Mejor te dejo, tienes más clientes- Dijo y el fotógrafo volteó a vernos y se despidió del ojiazul.

-Hola, mi nombre es Harold ¿En que los puedo ayudar?- Nos saludó amablemente el fotógrafo.

-Hola, mi nombre es Adriano y ella es Susana, nos preguntábamos si acá se pueden revelar fotos-

-Mmm, eso no es lo que suelo hacer, como vieron soy fotógrafo-

-Si, lo sabemos, pero también tendrás que revelar tus fotos ¿No?- 

-Si claro, pero como te explico mi trabajo es tomar las fotos y entregarlas-

-Es que este es un caso importante, mira- Dije sacando las fotos de mi bolsillo -Estas las encontré hace una semana en el lugar de dónde vivía, como puedes ver, son bastante viejas pero sé que en un lugar tan profesional como estos podremos revelarlas, además ¿No te da curiosidad ver unas fotografías con una estética antigua? podrías agregar algo de esto a tu trabajo- Intenté persuadirlo y sé quedo viendo las fotos durante un momento.

-Está bien, veré que puedo hacer, vuelve en una semana, eso es aproximadamente lo que demoran este tipo de fotos en revelarse- Susana y yo nos miramos, sería un buen tiempo más, pero con tal de salir de la duda.

-Está bien, cuando tenga las fotos reveladas te pagaré-

-Ok, no hay problema-

-Muy bien, hasta luego y muchas gracias por sus servicios Harold-

-Hasta luego, que les vaya bien-

Susana se despidió con la mano y después de despedirnos del señor de la entrada, salimos de aquel local.

Eran las 3:30 pm, aún teníamos tiempo para ir a tontear por el pueblo, fuimos por helado, ella de vainilla y yo de chocolate, un poco básico si pero así había sido siempre.

-Oye, el fotógrafo estaba guapísimo ¿No? justo de mi tipo- Dijo embelesada con el recuerdo del chico.

-Si, pero no te ilusiones, es de los míos- 

-¿Y eso tú como puedes saberlo?- Dijo con cierto tono de indignación 

-¿Que no viste como miraba al ojiazul al que le estaba tomando fotos?- Dije con obviedad -Estoy seguro de que se traen algo-

-¿Es en serio? podría haber sido mi príncipe azul-

-Pero el príncipe no buscaba a una princesa si no a otro príncipe-

-Espero que sean felices, al menos que mi corazón roto le de vida a otra historia de amor que si pudo ser- Dijo con dramatismo.

-Ojalá, es muy difícil ser feliz en Cinis cuando se es diferente-Dije con cierta nostalgia.

-Tranquilo Adri, sé que pronto encontrarás a tu príncipe también- Intentó animarme como siempre.

Luego de la charla y el helado, cada quién se fue a su casa, no le había contado a Oliver a cerca de las fotos ya que a veces el podría ser un poco parecido a Jacob en cuanto a los secretos, incluso con la situación de sus padres.

La semana pasó normal, con una rutina a la cuál me estaba empezando a acostumbrar, me levanto, me alisto, desayuno, voy a la escuela, vuelvo a casa a cambiarme y almorzar en tiempo récord y me dirijo hacia mi lugar de trabajo para luego volver a casa a dormir (nunca me gustó cenar más que un café) y volver a empezar con lo mismo al día siguiente. Pero hoy ya era el día en el que tenía que recoger las fotos. Tenía una mezcla de sentimientos que bailaban entre los nervios, la curiosidad, las constantes teorías que se me ocurrían al respecto, pero solo habría una manera de saber la verdad.

Susi no puede acompañarme hoy así que tendré que ir solo, aunque es lo que menos me importa en este momento. Me dirijo hacia el local de fotos, saludo al señor y le digo la razón por la cual estoy ahí y me deja entrar a la gran sala; esta vez no estaba el modelo ojiazul, solo estaba Harold arreglando detalles de uno de los sets, me acerqué a él y lo saludé.

-Hola Harold-

-Ah, hola Adriano, ya están tus fotos- Me aceleró el pulso escuchar esa noticia pero intenté actuar lo más tranquilo posible.

-Esta bien, ¿Las puedo ver?-

-Si claro, acompáñame- Me dirigió a un cuarto completamente oscuro, a excepción de una pequeña luz roja que permitía ver las fotos reveladas. Intenté divisar las que había entregado hace una semana pero no las encontré si no hasta que Harold me las entregó.

-Una gran estética no tienen, son solo fotos de cuervos en diferentes lugares- 

¿Cuervos?



El Séptimo VelorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora