Capítulo 10

871 59 33
                                    



Un capítulo más por hoy.... preparen sus pañitos para las lágrimas :c y respiremos hondo cuando tengamos que soportar a Sasuke >:c

********************************************************************************

Capítulo 10

Sakura


Me senté en mi cama de hospital y comencé a cepillarme mi cabello húmedo. Dios, odiaba el hospital

Añoraba a los niños. Añoraba el dormir profundamente. Añoraba la comida de mi madre y el olor del verano afuera.

No había estado en el hospital por mucho tiempo y los doctores decían que sólo querían que me quedase un día más, dado que estaba casi a punto de acabar el trimestre, pero me estaba volviendo loca. Sasuke vendría a casa pronto, y mi ansiedad estaba creciendo mientras me preparaba para el día en que volviera a casa y se diera cuenta que todavía estábamos en Oregón.

Cuando llegamos por primera vez a casa de mis padres, lloré de alivio. Había estado tan increíblemente cansada. Y durante las dos primeras semanas después de eso, me sentí como una persona nueva. Con nuestras familias alrededor, tenía mucho menos que hacer y mucho más tiempo para hacerlo.

Todo el mundo ayudaba con los niños para que pudiera trabajar durante el día en vez de tarde en la noche. No había tenido que inclinarme sobre el baño para bañar a los niños porque mi madre o la tía Tsunade lo hacía, lo que significaba que mi espalda no me mataba cuando me metía en la cama por la noche.

Parecía que por primera vez desde que Sasuke se había ido, podía relajarme.

Necesitaba ese descanso.

Pero mientras lentamente me había preparado para volver a California con mis pequeños monstruos, a volver a retomar las necesidades del día a día de las otras mujeres, mi cuerpo estaba empezando a protestar. Era como si, una vez que desaceleré y mi cuerpo se dio cuenta de que era posible, no me dejaría volver a cómo eran las cosas antes.

Comencé a tener contracciones, y los doctores me hicieron reposar en la cama.

La ventana para llegar a California antes de tener al bebé se había cerrado, pero no le podía decir eso a Sasuke. En cambio, ignoré las preguntas en sus correos y evité esa conversación cuando llamaba.

No quería que se preocupara cuando estaba en el otro lado del mundo, especialmente cuando esa preocupación podía distraerlo. Tampoco quería enfadarlo. Nos habíamos acercado tanto durante los últimos seis meses que tenía miedo de cualquier cosa que pudiera fastidiar el frágil equilibrio que habíamos encontrado.

No me había dicho que no fuera a Oregón, pero tampoco había estado contento. Si supiera que estábamos atrapados aquí, no estaba segura de cómo reaccionaría.

Estaba dejando mi cepillo en la mesita de noche cuando la puerta de mi habitación se abrió lentamente, pero nadie me saludó.

―¿Qué... Sasuke?

No podía creer lo que veían mis ojos.

Ahí estaba. Moreno, saludable y fuerte, de pie en la puerta de mi habitación de hospital. Mi corazón se aceleró.

―¿Cómo te sientes? ―preguntó, después de finalmente entrar y dejó que la puerta se cerrase detrás de él.

―Me siento bien ―respondí con una sonrisa de sorpresa y rodé mis ojos―. Ninguna contracción durante las últimas doce horas, pero quieren ser cuidadosos. ¿Cómo es que estás aquí?

Unbreak my HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora