MÅNEMØRKE (oscuridad de Luna)

28

Los días pasan y la presión de los exámenes augmenta. Mi salud mental ya no aguanta más. Con Ethan nos hemos dado un tiempo, no estamos mal juntos pero necesito resolver varios problemas privados y no quiero que él pague por mi malestar. Con Damiano un poco lo mismo excepto que no mantenía una relación oficial con él. Continuamos estando juntos de vez en cuando pero aún no sabemos muy bien como manejar nuestra relación y yo ya no puedo pensar en más cosas. Les digo a ellos que hablen y intenten buscar una manera en que ninguno de los tres salga herido.

Me llaman del hospital cada día para comunicarme el estado de mi madre. Hoy voy a visitarla y no sé si me hace ilusión o me deprime. Me visto de blanco transmitiendo la inocencia y transparencia en mi cuerpo. Me pongo unos zapatos cómodos y me encuentro con mi padre para ir juntos.

Los doctores nos esperan en la habitación donde ella está ingresada. Nos hacen sentar en una mesa y empiezan a sacar hojas. Comienzan a explicar cosas pero no entiendo nada entre tantos tecnicismos. Me limito a ver como el rostro de mi padre oscurece y la tristeza llena sus ojos.

- Estamos perdiendo la esperanza de salvarla.- Dicen finalmente y eso si lo entiendo.

Me atormenta la idea de no tener esa persona tan especial a mi lado. Me levanto y me dirijo a su cama. La observo, su piel limpia de pelo y la palidez malaltiza de sus pómulos. Toco su mano y siento el frío de la muerte, su pulso empieza a decaer y entran más personas en la sala. Todo está nublado y siento manos clavándose en mi cuerpo. Grito su nombre mientras la separan de mi. Solo recuerdo gris. Ni negro ni blanco, durante segundos, minutos y horas hasta que el peso de la perdida cae sobre nuestros ombros.

En casa reina el silencio y mi padre está fuera de sí. La gente continúa con sus vidas, parándose, eso sí, a recordarte en cada instante que tu madre ya no va a volver. Me cuesta hasta no hacer nada y incluso estar con los chicos me molesta. Tardamos poco tiempo en enterrarla y nuestros seres queridos más cercanos vienen a visitar nuestras vidas, intentar salir adelante se convierte en nuestro nuevo objetivo, sabiendo que ya no hay nada que hacer.

POV Damiano

Victoria está desaparecida. Estaba muy conectada a su madre y se puede ver el dolor en su mirada. No la juzgo quando nos dice a Ethan y a mi que necesita espacio y tiempo, pero ahora tengo que hablar con él para declarar la infidelidad de Vic, conmigo. Además tenemos que decidir cómo conducir la extraña relación que se está construyendo entre los tres.

Quedo con Ethan en mi casa para hablar los dos solos y estudiar un poco. Empezamos estudiando y la tensión no me deja concentrarme.

- Ethan, mejor que sea directo porque estoy perdiendo el tiempo. Te puedes enfadar conmigo pero porfavor no te vayas, hazlo por Victoria.

Su nombre le llama la atención. Gira su cabeza y se dedica a escucharme.

- No se si te acuerdas del día del concierto. La cosa es que más tarde, íbamos un poco borrachos y Victoria y yo terminamos en esta cama.- Digo poniendome de pie y acercandome a la cama, en parte alejándome de Ethan sin saber que reación esperar.

Él se levanta y se acerca poco a poco a mi, pero parece calmado.

- Ya sabía que esto pasaría, lo había aceptado. Por muy enamorados que estemos siempre habrá una parte de nuestra convivencia que no está compensada con el resto.- Dice parándose delante mío.- Y esa parte es la que busca en tí. Nos hemos empeñado en escoger, por los putos prejuicios. Estamos buscando una persona con la que encajar, dando por hecho que somos un puzzle de dos piezas, pero de tanto mirar quál escoger viendo que ninguna de las dos encaja a la perfección no nos hemos dado cuenta que puede que el puzzle sea de tres. Yo quiero a Victoria, tu también lo haces, se nota en tu mirada, porque no dejamos de banda las elecciones y nos damos por fin una oportunidad. A los tres, juntos. Tu proteges a Victoria y ella hace lo mismo conmigo, vuestra antigua relación puede seguir su rumbo, pero junto a la nuestra. Tu y Vic. Vic y yo. Lo podemos hacer. Y tú y yo...

- Tu y yo también nos podemos dar una oportunidad.- Digo empotrando su cuerpo contra la pared y devorando sus labios. Siento como me coge y me sienta encima de la mesa. Sus manos recorren mi espalda hacia abajo y noto a lo se refería, su pone nervioso y no sabe que hacer.- Puedes tocarme el culo.- Digo sin respiración y siento sus manos bajando más. Mis piernas rodean su cintura y empiezo a desabrochar su camisa. Dejo su pecho desnudo y mis manos se mueven solas comprobando que esto es real.

Bajo de la mesa quedando acorralado entre esta y Ethan. Mi boca va a su cuello y baja por el pecho. Observo sus abdominales apoyando mis manos encima y paso la lengua por toda la superficie gozando del momento. Vuelvo a subir a la mesa y acerco mi boca a la suya, doy un mordisco al aire, tentandolo. Se que le hace vergüenza. Mis manos aguantan su cabeza, gimo suavemente a su boca llamando su cuerpo. No se rinde, tiro mi cabeza hacia atrás y gimo, esta vez como si me estuviera corriendo. Tapa mi boca con su mano y me come la boca, sus manos se dirigen al borde de mi camiseta y mi cabeza se bloquea. Me separo de él.

- Lo siento.- Digo.

Su mano acaricia mi barbilla y me da un beso suave. Me abraza y mi cuerpo se apoya en el suyo, agotado.

- ¿Que pasa?- Pregunta.- Quiero que me cuentes la verdad. ¿No ves que me preocupas?

Es la primera vez que alguien me dice que le preocupo y solo se ponerme a llorar. Ethan me sujeta en todo momento y me siento protegido.

- Damiano.- Dice cerca de mi oreja.- Yo no soy fuerte, no te puedo parar, pero si alguna vez caes puedes hacerlo sobre mí y yo amortiguaré el golpe no lo dudes.

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No sabéis lo que he llorado escribiendo este capítulo. Las palabras han salido solas de dentro de mí, espero que lo hayáis disfrutado.

Ciao

Occ07