MÅNEMØRKE (oscuridad de Luna)

31- Del revés también funciona

POV Victoria

Mi vida poco a poco ha ido volviendo a su nueva normalidad. Mi ansiedad ha llegado a su punto máximo y lo único bueno es que ya no puede empeorar. En mi casa las cosas tampoco van bien y mi padre ha dejado su trabajo para poder hacer más tareas del hogar y recomponerse de nuestra pérdida.

Hoy tenemos una reunión con el grupo. Es la primera que hacemos fuera del horario escolar ya que ahora estamos de vacaciones navideñas, pero no queríamos dejar el grupo de banda, en estos momentos se ha convertido en algo más que un simple proyecto de clase. Leo, el chico que se ha vuelto en nuestro manager quiere hablar con nosotros y hemos quedado informalmente en el bar. El mismo dónde estuve con Damiano a principios de curso.

Al llegar al bar están todos menos Damiano, que ya ha informado de que llegará en pocos minutos. Esta vez estamos sentados en una mesa que tiene banco en vez de sillas y Leo tiene un ordenador portátil encendido delante suyo. Thomas me hace un gesto para que me siente al lado de Ethan el cual me hace espacio. Me siento y veo a Damiano entrando por la puerta. Se reúne con nosotros y se sienta a mi lado, dejándome en una posición incómoda entre él y Ethan.

- Perdón por llegar tan justo, se me ha ido la hora.- Dice saludando a Thomas y Leo estrechando sus manos. Apoya su mano en la espalda de Ethan para llamar su atención y se saludan con la mirada, que coincide detrás de mí.- Hola.- Me dice más bajito a mí. Me da dos besos sorprendiéndome por este contacto. Se para en la oreja que queda más lejana a la mesa.- Si no estás cómoda en cualquier momento avísame.- Por una parte me alivia saber que puedo decírselo si no estoy bien, pero sé que no lo haré. Observo rápidamente su rostro, me fijo más en su cuello y veo una pequeña marca, pero se que no se la he hecho yo. Mi mano se dirige inconscientemente allí. Cuando se da cuenta sube el cuello de su camisa para cubrirlo.- Te lo explicaré Victoria.- Dice siendo interrumpido por Leo.

- Bueno, mejor que empezemos ya, os he reunido a todos porque me han llamado, alguien grabó vuestro concierto en el instituto y este ha llegado a una pequeña discográfica que se ha interesado un poco más por vosotros. Les he explicado que una de las canciones es vuestra y nos han propuesto grabar un videoclip. Creen que podría ayudaros en las redes sociales y además han visto que tenéis una personalidad potente por lo que les gustaría que saliérais en el vídeo. Yo lo veo como una gran oportunidad, pero antes de confirmar nada quería saber vuestra opinión.

Una mirada recorre la mesa y nadie dice ni una palabra hasta que reímos todos a la vez.

- ¿Eso es un sí?- Pregunta Leo.

- Creo que sí.- Dice Ethan.

- Hoy mismo lo confirmo. Felicidades chicos, ahora tengo que irme que mi madre quiere que la ayude a fregar.- Dice bromeando mientras recoge sus cosas para irse.

- Gracias Leo.- Decimos todos a la vez.

Aprovecho la oportunidad para cambiarme de lado y sentarme junto a Thomas, diciendo que así tenemos más espacio. Un silencio incómodo se extiende entre nosotros. Nos miramos sin saber que hacer ni decir. Está claro que Damiano quiere decir algo, pero no lo hace.

- Creo que yo no pinto nada aquí.- Dice Thomas.- Será mejor que me vaya.

Nadie le dice que se quede ya que todos sabemos que es verdad. Cada vez somos menos y me parece que ahora es cuando tienen que hablar.

- Victoria. Creo que te debo una explicación, - Empieza Damiano.- Se que no estás conmigo ahora mismo, pero igualmente te incumbe.

- Te debemos.- Dice Ethan aclarando que él también está metido en ello.

- ¿Porque mejor no nos vamos de aquí?
será mejor que vengáis a mi casa y hablemos en privado.

Nos fuimos los tres del bar, no había vuelto a ir a casa de Damiano desde esa noche después del concierto. Llegamos allí en pocos minutos y él fue a abrirnos la puerta, pero no encontraba las llaves.