48 - Inocencia

420 28 44
                                    

POV Valentino

* No, no te has olvidado de quién es, aún no había salido en la narración.

Llego a mi casa después de un día largo. Voy a dormir directamente. Mañana tengo invitados y necesito descansar. Me despierto temprano y empiezo a preparar las cosas para que sea todo perfecto. Se que por la noche se va a descontrolar por lo que cierro mi habitación con llave para poder tenerla libre.

Llegan los primeros invitados. Entre ellos uno de mis ex novios. Aún nos llevamos bien, me tomo unas copas con él y me explica de su vida. Mi mejor amiga no tarda en llegar y me intenta emborrachar. Lo mismo que ha tardado en llegar lo hace en desaparecer con un chico.

Me alegro de haber contratado a diversas personas para las necesidades de mis invitados, así no tengo que estar pendiente de ellos. Mi amigo me presenta mi chica para esta noche.

Me ha hablado bastante de ella. Le pido una botella de vino a mi habitación. Nunca he sido de relacionarme y eso no cambiará. Entra a mi habitación y cierra la puerta detrás de ella.

- No me ha dicho para cuántas personas, le he llevado un par de copas.

- Pensaba estar solo aquí amargado.- Digo quitándome las gafas de leer.- ¿Quiere acompañarme?

- Como desee. Es consciente de que no voy a poder hacer mi trabajo así ¿Verdad?

- Hoy se puede dedicar a beber una copa de vino con este hombre jodido. No se preocupe que el sueldo continúa intacto.

- Aún no me importa tanto el dinero por suerte. ¿Que lo deja jodido? Si se me permite preguntar.- Dice sirviendo en ambas copas.

- No encontrar el amor. Siéntese.

- ¿Amor?- Pregunta sentándose a mi lado.- Un tema complicado. Sin duda. ¿Le han roto el corazón?

- Ya me gustaría. No consigo tener ninguna relación duradera con una persona. Aún espero el amor de mi vida.- No se que tiene ella, pero se me hace fácil abrirme.

- ¿Porque espera a una persona que ni siquiera conoce?

- No lo sé. Alguien tiene que ser mi media naranja.

- Puede ser que se equivoque. Y tenga que buscar su media manzana.- Insinúa.

- Créame, ya lo he probado con chicos y tampoco. El único avance es que a él no lo jodí.

- A lo mejor solo le hacen falta dos buenos melones.- Dice apretando sus pechos de forma cómica. Ambos esclatamos en risas.

- Puede. Gracias por soportarme... Soy muy malo en los nombres. ¿Martina?

- No, defenitivamente no me llamo Martina.- Dice aún riendo.- Pero me gusta. Llamame así. ¿Y usted?

- Yo Valentino. Y definitivamente ese si es mi nombre.

- Definitivamente lo es.- Dice cogiendo una targeta del bolsillo de mi camisa donde pone mi nombre entero.

- Soy muy obvio.- Digo riendo.

- ¿Que estaba leyendo?

- Algo muy poco apropiado.- Digo dejando el libro sobre la mesa de noche. Me mira cuestionándome.- Venga, no me mire así, sabe perfectamente a lo que me refiero.

- No estoy segura.- Dice girándose hacia mí.

- Principalmente la chica en este momento está exactamente como usted, pero en ropa interior.

Se incorpora un poco. Se desprende de sus pantalones y deja que vea su ropa interior, completamente negra.

- La parte de arriba es un sujetador, en teoría, así que creo que ya estoy como en su libro.

Me fijo en su ropa, no es nada evidente que lleve un sujetador directamente.

- Supongo que sería más justo con el sujetador debajo de eso que incluso se podría considerar un camiseta.

- ¿Le puedo contar un secreto?- Dice acercándose a mi oreja. Siento su cálido aliento en mi oreja y apoyo mi mano ligeramente sobre su espalda desnuda.- No hay uno. Y también, este vino sube muy rápido. O puede que no esté acostumbrada.

- No sube demasiado, he bebido el doble y no voy ni un poco borracho.- Digo ignorando el primer hecho.

Se separa un poco de mí y quedamos aún muy cerca.

- Ahora tengo más ganas de quitárselo.- Digo bajito.

- No lo creo. Aún no. Con todo el respeto, usted no está buscando a alguien para pasar la vida, solo para pasar las noches. Eso podría llegar a encontrarlo en mí, pero creo que no le conviene.- Vaya hostia de realidad.

- Si quiere ponemos una película, pero que sepa que sus labios son muy besables.

- Una película estará perfecta.- Dice acercándose un poco a mí y dejando un pequeño beso cerca de mis labios.

Pongo la televisión. Una película desconocida por mi se está reproduciendo. Tiene algunas escenas de comedia por lo que la continuamos mirando. Se empieza a liar y la pantalla se llena de besos y guarradas. Muevo mi mano delante de sus ojos para que no vea.

- Ehhh. ¿Que hace?

- La veo muy inocente.- Digo sin pensar demasiado.

- Está usted equivocado. Otra vez. Si fuera inocente no haría esto.- Dice besando mi cuello de forma erótica.

Dejo salir un suspiro. Tiene razón. Dudo que sea tan inocente.

- ¿Puedo?- Pido permiso antes de besarla.

Su lengua invade mi boca. Que empeño. Me hace disfrutar del momento. No se si tendría que continuar no se la ve del todo segura. Me inclino encima de ella. Desabrocho mi camisa. Su mirada revisa mi abdomen. Lo resigue con las manos. La veo dudosa.

- Para, para.- Digo.- Quédate aquí a dormir si quieres, pero no conmigo. Soy un cabrón. Perdóname.

- Si no has hecho nada mal.

- Joder. Mira, como te explico esto. Mi amigo, tiene un negocio un poco extraño. Está en el tema de la prostitución. Y últimamente he sido consciente de que no os lo deja claro cuando empezáis. Tú estas realmente bien, pero no quiero hacerte daño. Si no eras consciente de lo que estabas haciendo ahora sí. Y si ya lo eras lo siento mucho, te puedes quedar el dinero y si quieres el doble también. Lo siento. A lo mejor mañana esto me parece una burrada.

En su cara se refleja la preocupación.

- ¿Esto es prostitución?- Dice.- He entrado aquí sin darme cuenta. La verdad es que necesito el dinero.

- Si quieres yo les hablo a mis amigos de tí. A los que se que no te harán daño. O puedes estar conmigo y yo te pago. Pero del todo consciente. O solo hablar, a mi me sirve, como antes, incluso me pone a tono. Es que estás muy bien. No quiero que te lo tomes mal.

- No te preocupes por eso. ¿Quieres hablar? Eso estoy dispuesta a hacerlo ahora, hasta un poco borracha.

- Vale, vale. Poco rato. Íbamos por los melones.

- Si.- Dice haciendo un gesto muy gracioso.

- Esa es la única referencia que no he entendido. ¿O no era una referencia?- Digo riendo.

- Si, si lo era. Una referencia a que no tiene porqué ser una, pueden ser dos.- Parece dudar un poco de ella.- O tres.

- Nunca lo he planteado. No se si funcionaría. Pero gracias. Mejor que me vaya ya.

- Si, espera.- Dice tirando un poco de mi brazo cuando me levanto.- Si que funciona yo estoy con dos maravillosos chicos. Y pronto también con una chica.

- Que afortunada.

- Si, ella se llama Marlena.

Joder. Marlena.

MÅNEMØRKE (oscuridad de Luna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora