Lost again (genshin impact)

I

"Otra vez, lo perdí nuevamente." Seguía repitiendo esas palabras una y otra vez en mi cabeza mientras caminaba por el bosque oscuro. La enorme luna frente a mi es lo único que iluminaba el camino de vuelta a Mondstad y las palabras de Paimon intentando animarme era el sonido que escuchaba pero no podia prestarle atención por el gran dolor en mi pecho que empezaba a crecer.

-Al menos sabemos que tu hermano se encuentra aquí, solo debemos seguir buscando. Paimon piensa que debes...- seguía hablando mi acompañante.

-¡Paimon! -le grito, cortando lo que estaba por decir pero me agarra la culpa. -Lo siento. -me disculpo en un pequeño susurro. -Paimon... ¿Puedes volver a la posada por ti misma? -le digo antes de pasar por la gran puerta sin que los guardias me escuchen.

-Paimon comprende. -parece que la pequeña quiere decir algo mas pero solo agrega: -Te esperaré para recibirte. -me da una dulce sonrisa e intento devolvérsela lo mas genuina posible.

Paimon antes de marchar me mira con unos ojos triste y luego sigue su camino. Una vez que la veo saludar a Huffman me doy vuelta y corro nuevamente a los bosques. Mi pecho duele más de lo normal mientras corro a donde sea que este sola, siento que no puedo respirar y siento un nudo en la garganta. Me apoyo contra una roca intentando tomar aire, con mi cabeza entre mis rodillas comenzando a tomar grandes bocanadas de aire.

"Uno... dos... tres..." cuento en mi mente para intentar tranquilizarme, pero no funciona. Mis ojos empiezan a nublarse por la lagrimas que amenazan con salir.

-¡Ah! -un grito ahogado sale de mi garganta como si hubiese sido retenido por mucho tiempo mientras las lagrimas comienzan a desbordar de mi ojos. -¿Por qué? -pregunto a la nada misma mientras agarro mi pecho adolorido intentando levantarme. -¿Por qué, Aether? -caigo de rodillas nuevamente al pronunciar su nombre. Las lagrimas no dejan de salir, se siente como si no van a detenerse nunca. -¡Dijiste que éramos familia! ¿¡Por qué me estás abandonando!? -grito sintiendo mi respiración como vuelve a agitarse- ¡Te odio! ¡Te odio! -mi cabeza cae al suelo aun llorando desconsoladamente. -Por favor vuelve, por favor. -sollozo una y otra vez esas palabras esperando que por arte de magia mi hermano aparezca frente a mi con una sonrisa diciendo que todo esta bien y que volvamos juntos... no sucede, nada de eso sucede, solo soy yo en el oscuro y solitario bosque.

-Después de todo aún sigues siendo una pequeña llorona. -me digo a mi misma una vez me calme lo suficiente para respirar normalmente. -Luego de todo lo que hice, todos los favores sin recibir nada a cambio, solo quería volver a estar a tu lado pero nunca nadie me ayudó. Los dioses ocultando cosas y Dainsleif dejándome atrás con más dudas de las que tenía y sin ni una sola maldita respuesta. -hablo en voz alta sintiendo la rabia comenzando a acumularse. Cierro mis puños fuertemente. -Solo quería encontrarte, solo quería volver contigo hermano, solo... -me quiebro nuevamente y las lagrimas corren por mis mejillas nuevamente. -Te necesito. -susurro mirando al cielo pidiendo un silencioso deseo a la luna de poder volver a encontrarnos.

~~~

Pasaron como 4 horas desde que dejé a Paimon y que me encuentro dando vueltas sin querer volver aún, mis ojos se sienten calientes pero por lo menos las lagrimas pararon, ahora solo siento un gran vacío.

Mientras intentaba decidir si ya volver o esperar un poco más se sienten pisadas a la distancia. Me pongo alerta lo más rápido posible, aunque pueda defenderme bien contra los monstruos nunca se sabe por donde pueden atacar. Subo rápidamente por un árbol y me escondo lo más silenciosamente posible.

-¡Lumine! -la voz que antes hacía que me alegrara al escucharla ahora hace que sienta un revoltijo en mi estómago. -¡Lumine! -grita nuevamente. No quiero verlo aún, todavía no tengo las fuerzas para hacerlo.

Se escuchan sus pasos más cerca de mi escondite, me acurruco contra el arbol como si intentara fusionarme con este y no sea vista. Sus pasos ahora se hacen más lejanos hasta el punto de no escucharlos. Una vez segura de que se fue salto del árbol decidida a volver.

-¿Por qué te escondías de mi? -me asusto debido al repentino extraño pero luego intento mostrar una sonrisa que no llega a mis ojos al verlo, no bajo mi guardia cuando lo veo sentado debajo de mi antes escondite afinando su lira. Una vez que fija su mirada en mi me muestra una cálida sonrisa.

-Venti.