Capítulo 15

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La posición de batalla de Alec era para recibir a su oponente, Samael, este descendió lentamente hasta estar a la altura de Alec y Arsiel, tenía una expresión de decepción e irritación como la de un cazador que le habían quitado su presa.

"¿Quién te crees para quitarme mi presa?"

"¿Quién soy, no tengo idea, y al no saberlo puedo escoger a quien quiera, por el momento seré el que rescata a esta persona"

Alec en un tono de risa para tratar de no perder su valor comenzó a hablar, después de ser testigo de ese combate se preguntaba que podía hacer, pero en cuestión de unas horas ya había hecho más de lo que esperaba de su vida por lo que opto por no pensar más en ello.

La respuesta de Alec lo hizo irritarse, pero de inmediato se percató de su terror oculto en su intento de finta.

"Te felicito por permanecer aun en pie en mi presencia, como regalo te matare rápidamente"

"Gracias, siempre he querido un regalo así"

Los 2 dejaron de hablar y se lanzaron uno contra el otro, Alec lanzo sus ganchos contra un edificio a espaldas de Samael para un ataque frontal, Samael por su parte preparo su espada para recibirlo, las espadas chocaron.

Samael trato de lanzar un puñetazo con su mano libre pero fue interceptado por el escudo individual de las cuchillas, se fragmento pero no se rompió, aprovechando la sorpresa Alec se alejó.

Cuando se separaron, Alec sintió el dolor de algunos cortes de sus brazos, sin perder tiempo para descansar nuevamente se lanzaron al ataque, el intercambio fue demasiado rápido para el dispositivo por lo que las heridas cada vez eran más evidentes en Alec.

Samael comenzó a reír era claro que este duelo lo estaba divirtiendo más que el de Arsiel, puede que no tuviera su poder pero gracias a su habilidad con las cuchillas le estaba dando una mejor pelea.

"Oye Samael, no lo vayas a matar, yo también me quiero divertir"

"Hare lo que pueda, pero no te lo garantiz..."

La expresión de Samael habías sido de júbilo, había colocado su espada al frente en posición de batalla, una mirada de incredulidad lo invadió.

En su espada había rasguños, seguramente hechos por los cuchillo de Alec, si este fuera un duelo normal eso no sería muy raro, las hojas reforzadas con mana podían romper el escudo de mana colocado en las misma resultando en esas grietas, pero el arma de Samael era una de las únicas 4 en todo el infierno, le parecía raro que unos simples cuchillos pudieran causar tanto daño.

Acerco su rostro para confirmar si eran reales, al mismo tiempo pasaba su palma sobre la hoja, estaba inyectando mana en su arma para reparar los rasguños.

La razón de su incredulidad era debido a que ya había olvidado la última vez que se enfrentó a un oponente que le hubiera provocado daño a su arma, si su memoria no le fallaba fue Barakiel con quien por poco muere en un par de encuentros que tuvo con él.

"Se reconocer el talento mocoso, si te arrodillas ante mi te perdonare y te convertiré en mi mascota, un buen trato"

"Lo siento no soy bueno en las negociaciones solo limitémonos a lo que hacemos"

La respiración de Alec era pesada, puede que el no lo supiera pero ese ataque estaba consumiendo gran parte de su mana y su capacidad de recolección aún era bajo, tenía que terminar en el siguiente ataque, algo prácticamente imposible.

Doblando sus rodillas Alec se lanzó al frente, lanzo sus ganchos y preparo sus cuchillas, Samael por su parte no hizo ninguna acción, ni siquiera levantar su espada.

Las alas negrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora