Shiro le contó a Alec toda su odisea con el fin de encontrarlo y Alec escuchó atentamente, la razón no era por que tuviera la mente fría, fue debido a que los efectos del escudo que bloqueaba sus emociones aún estaban activo, su poder desaparecería tras volver a dormir.
Por lo tanto no podía mostrar duda, incredulidad, miedo o algo semejante, en su mente Alec estaba pensando que era un sueño pero como tal debía actuar conforme a él.
"Entonces que debo hacer"
"La barrera que puse impedirá que nos detecten, ganare algo de tiempo en lo que aclara su mente y decide que es lo que hará de ahora en adelante, sea cual sea su decisión estaré con usted"
"¿No dijiste que eras un comandante, y que pasara con tus tropas?"
"Solo lo fui por que el me lo pidió, y todas mis tropas lo saben, no habrá problema"
Shiro oculto sus alas y se puso de pie incitando a su vez a Alec a levantarse, el tomo su mano y se levantó.
Shiro señalo en cierta dirección, en esa dirección estaba la casa de Alec, no supo lo que había pasado pero sin duda lo mejor sería el ir a dormir, y terminar con ese sueño.
El sol lanzo solo unos rayos de luz, la neblina empezaba a disiparse y las nubes eran empujadas por el viento.
Alec despertó, su cuerpo se estiro y salió de la cama pero algo era diferente, volteo a ver su cama, por un lado su cuerpo no tenía fuerzas por el otro quería estar de pie.
Siempre que se levantaba ninguna idea pasaba por su mente solo el hecho de que dormir es un proceso necesario de todo ser, es decir lo hacía porque la naturaleza lo indicaba no por deseo o necesidad. Pero ahora, quería volver a ese lugar cálido donde podía relajar su cuerpo, era algo raro.
Salió y su mamá estaba haciendo el desayuno.
"Buenos días, anoche tuve un sueño raro"
"Buenos días, y ese milagro de contar lo que te paso, esa chica al parecer si te hizo un buen cambio"
"Esa chica,.... queeeeeee"
De inmediato Alec se sobresaltó, su pulso se elevó y su capacidad de reaccionar a los estímulos del exterior disminuyó drásticamente, con ello su habilidad de habla también se redujo. Esto era un susto y una sorpresa, era algo raro también.
"Te encuentras bien Alec, esa cara es algo rara en ti"
"Mencionaste una chica, de que hablabas"
"De Shiro"
"He"
"Si, vino hace poco a explicar la razón por la que llegaste tan tarde, si eres tú no me preocupo pero te hubieras tomado un tiempo para llamar, no lo crees"
"Y que te dijo"
"No mucho solo que es alguien que quiere estar a tu lado y ayudarte en todo lo que necesites, y bien, que relación tienes con ella"
"Este, este"
La voz de Alec tembló, su capacidad de digerir lo que le estaban diciendo era nula, no tenía ninguna respuesta, esto era estar sorprendido
"Esa chica es muy amable y tierna, ayudarte en tus problemas de expresión y querer estar a tu lado, por lo que veo si está funcionando, si no te casas con ella lo tendré que hacer yo"
"Mamamamamá, que te pasa"
Con un tono de terror Alec tartamudeo su respuesta.
Un timbre sonó y de inmediato su mamá fue a abrir
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Las alas negras
FantasíaAlec era un joven con una vida extremadamente monótona hasta el día de su muerte, momento en que sin saberlo terminó involucrado en una guerra milenaria entre 3 grandes rivales por el control del mundo y mas...