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Louis es un pequeño de catorce años de edad que hace tres meses acaba de tener su primer celo. En el cual, sorprendemente,  presento como un alfa. Todos en la familia pensaban y esperaban que el adolescente fuese un omega, pues su pequeña estatura, su estrecha cintura, su voz y sobretodo su aroma, no eran los de un alfa.

Entonces, ¿Cómo se dieron cuenta de que no era un omega? Fácil, un nudo no es propio de un omega, ni hablar del tamaño del pene del chiquillo.

Después de terminado el periodo de celo de Louis, su madre y padre pensaron que con el tiempo su niño desarrollará todas esas cualidades que, la mayor parte del tiempo, caracterizan a un alfa. Vaya sorpresa cuando nada de eso fue así, el cachorro conservo todas esas características propias que le hacían adorable, y eso a mamá y papá no le molestaban en absoluto pues seguía siendo su cachorro siempre en busca de mimos y atención.

Pero no a todos les parecía igual, menos a sus compañeros de curso. Al inicio de clases, después de las vacaciones de invierno, todos comenzaron a hablar y burlarse de él, hasta llegar a agredirlo no solo verbalmente. Hubo un día en el que al final de la clase algunos de sus compañeros lo esperaron fuera del colegio para darle una golpiza.

Tras esos hechos, Kevin y Dalilah, padres de Louis, tomaron cartas en el asunto y cambiaron a su hijo de colegio, a uno un poco más cerca.

× × ×

Por otra parte en la familia Styles, familia conformada por los alfas Rebeca y Demetrio justo a sus hijos Gemma, Edward y Harry, dónde las cosas tampoco eran del todo comunes. Pues al ser una pareja de alfas, se espera que su descendencia fuera de alfas fuertes y puros, cómo era el casi de su primogénita.

Fue grande la sorpresa hacer tres años cuando los gemelos, los cuales eran muy altos, de espalda no tan ancha característica de los hombre pero con una cintura un tanto pronunciada, se presentaron con un agradable olor a té de manzanilla con canela. Eran unos muy guapos omegas.

Gracias a los genes, heredados de sus padres, parece ser que resultaron omegas, muy, dominantes. Sus miradas lograban intimidar y más acompañados de sus fuertes gruñidos, no tal altos comparados a sus padres.

Así que su vida a partir de ese momento sus días se vio definida por hacerse respetar en su colegio y demostrar que no eran de los típicos omegas sumisos. Nadie intimida  con los gemelos Styles.

Invertido «L.S.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora