Las inseguridades de las demás personas siempre iban a volar a su alrededor; lo escuchó en murmullos o en pequeñas risas, en cada paso que daba por cuenta propia. Mientras él sabía que si seguía avanzando lograría adaptarse más a su medio, otros se apiadaron de sus esfuerzos.BeomGyu no necesitaba absolutamente nada de ello, quizás no veía esas miradas, pero las sentía incómodamente acechantes. Antes, dependía de las opiniones de esas personas, se deprimía ante ellas y se escondía detrás del cálido manto de su abuela; hasta que tuvo que hacerle frente siendo él mismo. Porque BeomGyu no quería cambiar sus aspectos, no deseaba buscar la aceptación de la gente siendo algo que no es y viviendo los miedos ajenos.
Él podía, así que lo haría.
Presentarse como un Alfa fue un completo alivio para él, portaba con sentidos más desarrollados a excepción de la vista; sin embargo, conforme fue conociendo sus capacidades, se maravilló con el caminar tramos largos sin ayuda y a saber la ubicación de ciertos lugares con el aroma y en muchas ocasiones, del sonido. BeomGyu se percibió útil y normal.
— Eres muy orgulloso y prejuicioso — le murmuró una vez su apreciado Omega, su voz siendo una cascada sedosa susurrante en el oído y el bello sentimiento caliente y estremecedor que lo recorre arremete con fuerza al tener entre sus brazos al tesoro de su vida. A pesar que el tono de TaeHyun denotaba cierta queja y disgusto amoroso, su cuerpo se presionaba relajante contra su pecho estando de espaldas —. Deberías intentar aceptar la ayuda de los demás. Simplemente, no le gruñas a las enfermeras que, sin ninguna mala intención, te ayudaron a levantar cosas, o te indicaron lugares al verte sin orientación aparente. — El Alfa de cabellos bicolor apoyó la mejilla a los dedos que acarician el costado de su rostro —. No intentan hacerte menos, solo son amables, cariño.
BeomGyu se hallaba recostado contra el tronco de un árbol, y el aroma sereno y purificador lo envolvía al tener a TaeHyun tan cerca de su cuerpo. Su instinto se encontraba relajado y estimulado debido al espacio que han rodeado con su aroma, creando una fragancia mágica que forma una burbuja alrededor de ellos, donde no existe más que aceptación, amor y seguridad.
El mayor hizo un sonidito que indicó su concordancia con la opinión de su Omega. — Antes de ti, sentía que todos me trataban como menos. Mi abuela fue la única que supo comprenderme y trabajó conmigo para aceptar mis capacidades. Aunque, de una extraña manera, me molesta que se vean en la necesidad de ayudarme; mayormente quiero realizar cualquier cosa por cuenta propia. Si me dejo guiar por ti en caminos que desconozco o que hagas cosas por mí, lo aprecio porque sé que simplemente quieres hacerme feliz y es tu manera de expresarlo — depositó un beso cargado en la unión de su cuello y hombro, causándole un leve escalofrío —, pero ningún otro es tú. Entonces, simplemente, mi mente los desecha.
— Gyu... — murmuró estrechándole la mirada, no dejándose distraer.
El Alfa sonrío contento por la preocupación en el tono del Omega. No resistiendo a sus impulsos, inclinó la cabeza de ambos para atrapar la boca contraria en un beso enternecedor y empalagoso. BeomGyu disfrutó del peso de su pareja y el cómo se derretía de a poco —. Te prometo tratar, ¿sí? — accedió, y siendo su encaminador el aroma suave con ligeros tintes florales, sumergió la nariz respirando el aire desde el cabello negro de TaeHyun —. Lo haré por ti. — Frunció una ceja divertido y contagiado.
TaeHyun estaba conforme con ello, pero eso no quitaba la sorpresa que se llevó al escuchar la descripción de varias enfermeras sobre la personalidad de BeomGyu. No lo creyó y tomó con humor los pequeños empujes que recibía de algunos trabajadores para que les compartiera el secreto de cómo domar a Alfas gruñones y de aura intimidante. Porque, desde el primer instante, en el que habló con el mayor, nunca se experimentó atemorizado, y a lo largo del paso del tiempo, el sentimiento que lo invadió fue bienestar y seguridad. Una fuerte sensación de confianza y rebosante alegría. Siempre tratado sin presura y, cuidado con toques respetuosos y cómodos.
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The Colors of my World « BeomHyun┇TaeGyu »
FanfictionTaeHyun como cada año, cuando sus vacaciones universitarias llegaban, partía de Busan para regresar a su tierra natal, Gangnam. Ahí existía un pequeño hospital local, al cual solía apuntarse para cooperar en el servicio médico; realmente le gustaba...