Prompt: Confession/Proposal
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Sherlock regresaba a su casa, la de su amigo y él, después de un largo y agotador día de trabajo ayudando en los asuntos del gobierno de estados unidos. Además de resolver ciertos casos para una agencia de detectives de nueva york donde sus servicios eran solicitados bastante seguido. Había pasado un tiempo desde que llegaron a tierras americanas y su querido Liam todavía no despertaba, lo que mantenía el corazón del hombre de oscuros cabellos preocupado.
Aunque los signos vitales del rubio parecían estar bien y solo había que esperar hasta que el ansiado día de escuchar su voz nuevamente llegara al fin. Lamentablemente el ojo del que era conocido como el infame señor del crimen fue dañado severamente por lo cual era bastante probable que perdiera totalmente la visión de este. Aquello hizo que Sherlock apretara los dientes pues cualquier cosa que le hiciera daño a Liam era como si él mismo fuera quien recibiera aquellas heridas.
Después de casi perderlo se dio cuenta de que sus sentimientos eran mucho más fuertes de lo que creía y eso era de cierta manera muy emocionante. Aunque la opinión popular diría que estaba mal haberse enamorado de alguien que tenía tanta sangre en sus manos... Sherlock pensaba diferente pues él no podría juzgar a su Liam, ni tampoco tenía el deseo de hacerlo, ya que él mismo había acabado con la vida del despreciable Milverton.
-Liam, regrese- dijo antes de abrir la puerta llamándolo de aquella manera tan especial aunque en su mente lo nombraba como "amor", pero eso sería muy vergonzoso de decir en voz alta así que se lo guardaba para sí mismo.
Sus ojos se abrieron completamente alarmados pues la cama estaba completamente vacía sin señales del rubio lo cual hizo que Sherlock entrara en pánico pensando que su querido Liam había decidido abandonarlo apenas recobro la consciencia. Recorrió todos los lugares cercanos con el alma siendo sostenida por tan solo un hilo, hasta que finalmente llegó hasta la azotea en donde las sabanas estaban colgando en el tendedero. Entonces su corazón volvió a latir cuando lo vio sentado en la banca, se sintió completamente complacido de que este se haya decidido quedar a su lado y en sus ojos se veía un sentimiento suave así que se acercó a él para sentarse a su lado.
-Sherlock yo...
-No es necesario que digas algo, lo importante es que ahora tenemos toda una vida por delante- entonces tomo con cuidado la mano del otro y la beso-Juntos.
-¿Qué significa esto?- dijo con curiosidad mientras veía que el otro apretaba con fuerza su mano sin intención de dejarla ir.
-Querido Liam, ¿no es obvio?- mientras lo miraba un poco avergonzado.
-Me gustaría saberlo- dijo el rubio mientras buscaba una confirmación en los ojos color azul profundo del otro. Él desde hace un tiempo tenía claro cómo se sentía con respecto a Sherlock, pero no se había atrevido a pensar que este pudiese corresponderle.
-Yo te, bueno yo, agh es difícil decirlo en voz alta- intento decir Sherlock pero se trababa con las palabras.
-Por favor Sherly, dilo, necesito escucharlo- afianzando el agarre entre ambas manos casi temblando, sintiéndose vulnerable nuevamente. Pero su mirada brillaba de manera tan hermosa que Sherlock se rindió y lo admitió con el rostro completamente sonrojado.
-Yo te amo, tanto que no me importan los pecados que cometiste- pronunció y luego lo miro intensamente- en realidad nunca me importaron pues mi único deseo es permanecer a tu lado para siempre
Entonces vio como su amado rubio cerraba su ojo y levantaba levemente su mentón, aquello hizo que Sherlock le preguntara que le pasaba.
-Estoy esperando que me beses- mientras volvía a abrir su bello ojo escarlata que nunca había brillado tanto antes.
-¡Liam! ¡¿realmente puedo?!- dijo emocionado y nervioso
-Es mutuo, así que creo que sí- mientras reía suavemente y aquello solo hizo que el corazón del otro latiera más rápido.
Entonces Sherlock acorto la distancia y fue un contacto suavemente dulce, disfrutándolo al máximo poniendo todos sus sentimientos en ese beso. Pues se sentía tan correcto como si sus labios hubieran sido hechos para besar los de su compañero.
Después de aquello tuvieron una pequeña conversación y Sherlock lo puso al día con respecto a sus actividades. Le comunico que Billy quería que también trabajara con el gobierno de estados unidos, así que desde ahora tendrían que ayudar a hacer la sociedad un lugar mejor de una manera totalmente diferente a la que William estaba acostumbrado. El rubio aceptó diciéndole a Sherlock que le entregaba su vida, pero este le señalo que la vida de Liam solo le pertenece a Liam, pero que le gustaría que pudieran tener una vida en conjunto.
Después de trabajar un tiempo juntos William lo sorprendió una noche en la habitación que ambos compartían, pues fue inevitable que los dos quisieran dormir en la misma cama. Ya que el rubio de vez en cuando solía tener pesadillas en donde sus propios demonios lo acechaban. Pero era curioso como este lograba calmarse fácilmente tanto como estuviera en los brazos de su Sherly quien gustaba de acariciar sus cabellos y decirle que todo iba a estar bien.
-¿Que sucede, amor?- dijo Sherlock con curiosidad pues su novio ocultaba algo detrás de su espalda.
-Querido, hoy vi algo que pensé que te gustaría- dijo con una pequeña sonrisa escondiendo mejor el objeto, pues su Sherly era alguien muy curioso y no paraba de tratar de ver que tenía en sus manos.
-¿Qué podría ser?- dijo cantarinamente
Entonces William elegantemente se arrodillo y puso frente a si una pequeña caja que hizo que los ojos de Sherlock resplandecieran.
-No podemos casarnos legalmente, pero creo que sería lindo que ambos lleváramos anillos a juego ¿no lo crees Sherly?
-Di las palabras Liam, por favor- mientras estiraba su mano y sonreía de esa manera tan especial.
-Está bien, eres incorregible- mientras reía suavemente y rodaba los ojos- Sherlock Holmes ¿aceptarías casarte conmigo?
-¡Por supuesto Liam!- sus ojos resplandecieron todavía más cuando el rubio le coloco el anillo, entonces se lanzó a besarlo provocando que ambos cayeran al suelo. Se rieron bastante y se mimaron entre si durante el resto de la noche.
