Prompt: Family & friends / Time Skip
William pensaba seriamente acerca de cómo su relación con Sherlock tenía tantas facetas diferentes, muchas de las cuales habían surgido fuera de sus planes. El rubio en un inicio planeaba usar al detective como quien develaría la maldad de los nobles exponiendo los crímenes que él había cometido como el infame señor del crimen. Después de encontrarse un par de veces de cierta manera fueron formando una extraña amistad a la cual el profesor de matemáticas no pudo negarse. A pesar de aquello su plan culminaba con su muerte a manos del hombre al cual amaba tan profunda y dolorosamente. Su mente comenzó a colapsar cuando creyó que su amigo sería capaz de matarlo realmente, así como lo hizo con la escoria humana, Milverton.
Lo quería tanto, maldita sea que sí, pero su plan era importante y desde un inicio este terminaba con el señor del crimen muriendo después de eliminar a la mayor cantidad de demonios posibles incluyéndose a él mismo. A pesar de que quisiera tomar su mano como le confeso en su carta esta era una tragedia, que contrariamente a lo que diría el sentido común, tendría un final feliz ya que las personas se unirían para hacer de Inglaterra un mejor lugar.
Así que cuando lo vio en el puente tan agitado y diciéndole que no tomara la vía de escape más fácil sino que vivieran juntos para expiar sus pecados, William entro en pánico. Su mente le decía que no había final más adecuado para su historia que caer a las aguas del Támesis para morir finalmente, pero su corazón quería que Sherlock lo abrazara sin dejarlo ir.
Sin embargo su parte más terca le decía que no merecía aquella oportunidad así que hizo que el otro lo soltara y así poder caer a su muerte. Pero Sherlock no lo iba a dejar morir solo así que salto detrás de él cosa que ni siquiera el amigo más cercano haría, lo abrazó y dijo aquellas palabras que provocaron que sintiera unas irrefrenables ganas de llorar.
-Finalmente te atrapé, sobrevivamos, ambos vivamos juntos .
Después de aquello se sumergieron en el rio y lo más seguro es que habrían muerto si Billy no los hubiera ayudado. Le debían tanto que aceptaban cualquier misión que él tuviera para ellos.
-Definitivamente cuando dijiste que éramos amigos ya me amabas así como yo te amaba a ti- pensaba William en una cafetería tomando un té- Somos esposos ahora, aunque no se nos permite tener un documento que lo confirme. Aun así lo considero mi familia ya que me ha apoyado y amado tanto, como nadie más.
Entonces por la ventana del local vio a dos niños rubios al parecer hermanos pues el más grande tomaba la mano del más pequeño. Entonces pensó en Louis a quien extrañaba enormemente pero no podía volver a Inglaterra así como así. Pues se supone que estaba muerto, ya que ante los ojos del mundo el señor del crimen cayó a su final hace tres años atrás. Mientras estaba sumido en sus pensamientos a su lado se colocó un hombre y le susurró unas palabras al oído provocando que sus ojos se abrieran desmesuradamente.
-Tengo que pedirle a Sherlock que ayude al MI6 inmediatamente- fueron los pensamientos de William que se apresuró a ir a escribirle un telegrama a su esposo que se encontraba en Francia por su trabajo.
Cuando este lo recibió hizo sus maletas lo más rápido posible, ya que esto era urgente así que tomo el primer barco a Inglaterra que encontró. Una vez estuvo ante los miembros del MI6 les comunico brevemente los acontecimientos y estos se veían muy felices de saber que William estaba vivo. No les dijo que se habían casado pues sentía que aquello lo tenía que conversar con su esposo primero. Ya que no quería que les diera un infarto a los presentes en especial a Louis, quien curiosamente no tuvo la reacción esperada al enterarse de que su querido hermano estaba vivo.
Sherlock lo que más quería decir era que él es el hombre que se había encargado de hacer que William se sintiera amado y protegido todo este tiempo. Pero proclamar su amor de aquella manera no era lo adecuado en este tipo de situación, en donde había muchas cosas en juego que amenazaban el futuro de la nación. El plan era claro: Había que detener a aquel hombre que traiciono a Inglaterra y a Moran quien buscaba asesinarlo.
El hombre de largos cabellos había atado cabos y sabía que el coronel se encontraba completamente devastado por la supuesta muerte de William. Sin embargo a pesar de que sabía lo que un corazón roto era capaz de hacer, pues lo había presenciado de primera mano con su esposo; había que detenerlo lo más pronto posible. Ya que aquella no era la manera de hacer las cosas que su Liam aprobaría, debido a que de ahora en adelante tratarían de no derramar sangre.
-Liam, creo que esta es mi prueba para mostrar mi valía como tu esposo ante tu familia y amigos - pensó Sherlock gustoso de aceptar este desafío.
