13 copas de vinos

Soy...

1986. Tengo 17 años desde esta época y todos los días unos tras otros han sido iguales hasta entonces. Es muy irónico la verdad, mi vida había sido monótona exactamente igual como lo es ahora mi muerte, rutinaria, perfectamente reglamentada como la marcha de un reloj.

Despertar 7:30 de la mañana, una ducha , desayuno y otro día en la escuela, clases ( muy aburridas ) la mayoría de estas no me servirían de nada para cuando me gradue.
Almuerzo 11:15 la comida es asquerosa, pero no tanto como ver a mis compañeros comerla.
- tienes que hablar con la boca llena Daniel -

- cállate zorra! -

Más clases.
Descanso 2:45 los pasillos estan salpicados de estudiantes, caminar por ellos se vuelve una cosa realmente peligrosa ( resbala en cualquier escalón de tu propia jerarquía y estarás condenado a la burla y rechazo social para siempre) hay rumores, envidia y bullying, sobre todo bullying, pero quién dice algo, nadien dice nada, nadien se atreve a decir ni pío.

5:30 de la tarde, hora de salida, algunos estudiantes esperan a sus padres fuera del instituto para que los recojan en sus ostentosos coches ( yo solo camino a casa esperando a que uno de ellos me atropelle ) mis padres jamás vienen a buscarme, no los culpo siempre e demostrado ser independiente pero me hubiera gustado verlos más por aquí, ya no importa.

En casa.
Cena 6:45 nuestras miradas estan bajas, nos concentramos en la comida ( por qué nos cuesta vernos a la cara y tener una conversación en familia es que eso ya no es costumbre) mi padre siempre es el primero en levantarse, y yo siempre soy la última en terminar, recojo los platos y los llevo al fregadero,una vez ahí veo por la ventana nuevamente el mismo cielo, las mismas estrellas y la misma vida que marcha siempre sin propósito alguno, había una solución o al menos eso creí, tenía que darle fin a esto, tenía que darle muerte.
7:30 de la mañana, comienza otra vez...