Prólogo

290 20 39
                                    

 Residencia Rossi, Italia

Viernes 4 de Agosto

19:32

ALEXANDER ROSSI

Bueno ya que toda la familia está reunida ─ empezó madre ─ les tenemos una noticia especial que contarles. ─ dijo señalando a mi padre.

Los tres nos miramos entre nosotros tratando de imaginar "la gran noticia" que madre ha estado planeando contarnos desde hace unas semanas y por fin hoy se ha hecho el bendito día.

Incluso hicimos una apuesta con Camila.

Yo aposté 20 euros a que era uno de sus viajes y ella lo mismo pero que era acerca de algo de su curso de cocina.

¿Lista para perder, sorella*?

Ok... desde hace unos meses ya... su madre y yo hemos planeado-

¡Ja! ¡Lo sabía!

─ ... ¡Hemos decidido mudarnos! ─ interrumpió mi madre con notable emoción, mientras mi padre la miraba fijamente.

Pero que-

Noooo así no era. Bueno ninguno ganó.

Maldita sea. Un momento ¿Qué...?

Los tres nos quedamos estupefactos al oírla.

Siendo honesto lo último que me imaginaba era eso, pensaba que era otros de sus viajes o algo como:»¡Los hemos inscrito a un curso de Verano!« »¡Su padre y yo nos iremos a Suecia por un mes y se quedarán con la tía Rossana!« »¡Cómo desafortunadamente su padre atropelló a Rocky... les compramos un pez!« -ese pez ni duró una semana- como otras veces.

Los dos esperaron alguna respuesta o tal vez emoción de parte de nosotros pero nos quedamos inmóviles sin saber cómo reaccionar a la noticia.

Después de unos largos segundos Camila fue la primera en reaccionar:

¿¡Qué?! ¿¡Es una broma verdad?!

¿Por qué sería una broma, figlia*? ─ inquirió madre ─lo hemos pensado ya desde hace unas semanas pero aún no estábamos seguros.

¿Cuál es el motivo? ─ pregunté.

¿Porque habría un motivo, Alexander? ─ mi padre respondió.

Reí ante su pregunta.

Ayyyyy papà.... ¿enserio?

Bueno, no nos mudaremos así porque sí, debe de haber un motivo ¿no? ─ repliqué con obviedad.

Pues no lo hay »no me mientas madre« simplemente queremos iniciar una vida nueva, en un país nuevo, con gente y un alma nueva. ─ soltó esa extraña frase con un grito de emoción ─¿no les emociona?

Se detuvo y nos observó con esos ojos castaños iguales a los míos.

¿No quieren saber a qué país nos mudaremos?

No, porque no nos queremos mudar.

Pues... ─ habló Nataly por primera vez en toda la noche con la boca llena de comida ─ ¿porque nos mudaríamos? teniendo todo aquí, en Italia. ─ agregó llevándose el vaso a la boca

¿Enserio, Nat? ─ enarcó una ceja mi madre tratando de ocultar una sonrisa ─ yo pensando que uno de tus sueños era ir a Canadá.

Ya pensándolo mejor no estaría mal mudarnos.

Tan solo terminó su frase y un chorro de jugo de arándano cayó en mi cara.

Disgutoso*.

Sabía que sentarme enfrente del engendro que se hace llamar "hermana" era malísima idea.

¡Nataly! ─ la regañó mi padre

¿¡Y porque no lo dijiste antes?! ─ dijo ignorando a mi padre ─ ¡no puedo creerlo! siempre ha sido mi sueño ir a Canadá y por fin ese sueño se va a cumplir y no solo eso si no, ¡nos mudaremos ahí! ─ empezó a hablar como loca.

¿Se calla o yo la callo?

Hubo una pequeña pausa antes de que-

¡Oh merda*! ¿Cuándo dijiste que nos íbamos? porque no tengo nada decente para usar allá ¡qué vergüenza! ¿Qué pensarán de los italianos cuando parezca toda una indigente? solo tengo ropa vieja y holgada-

Y antes que pudiera seguir con su crisis existencial, le tiré un pedazo de pan justo en la frente haciéndome reír.

¿Podrían dejar de lanzarse comida como si fueran cavernícolas y enfocarse en la noticia que acabo de dar? ─ nos regañó la mujer castaña usando ese tono que me daba un escalofrío en la espalda ─ Como sea, nos iremos en una semana. Ya encontramos una casa, la cual les va a encantar y está cerca de la escuela que los inscribimos ─ dijo volviendo con su sonrisa y tono dulce de antes ─ y también ─ alargó la palabra ─ hay unas personas que estarán encantados de conocerlos.

¡Ja! ¿Quién querría conocernos sabiendo que-

No hace falta que les recuerde que se comporten ─ agregó dedicándonos aquella mirada ─ y no quiero ningún... ─ se cortó antes de poder terminar la oración.

¿¡Pero madre, cómo crees?! ─ exclamé dramáticamente ─ tu lo dijiste "una vida nueva, en un país nuevo, con gente y un alma nueva" ─ cité sus palabras -o algo así era- ganándome una mirada nada amigable por parte de ella ─ tranquila nos comportamos.

No es un juego Alexander  ─ intervino mi padre ─ ustedes ya están lo suficientemente grandes para que nosotros tengamos que estar atentos a cualquier tontería que hagan para nosotros arreglarla  ─ dijo ganándonos unas de sus típicas miradas de advertencia o como yo la llamo "sguardo assassino*" ─ no juegos, nada de problemas y en especial nada de-

Y de nuevo fue interrumpido pero ahora por Camila:

Papà, no hace falta. Lo dices como si fuéramos alguna clase de criminales ─ se burló tomado de su vaso.

Pues en especial te lo digo a ti, Mila. ─ respondió padre dándole aquel apodo que solo él le la llama.

A eso lo llamo favoritismo, ya que si yo lo hubiera interrumpido tremenda regañada me habría ganado.

En fin.

¿También irá.... Él? ─ preguntó Nataly refiriéndose a aquella personita que de seguro está escuchando la conversación

Si, pero no te preocupes por eso ─ respondió madre, aunque lo haya dicho tan tranquila y con su sonrisa perfecta sé que le duele hablar acerca de Élbueno pues tienen una semana empezando desde hoy para empacar.

Quiero hacer un brindis ─ empecé alzando mi copa haciendo que el resto también ─por nuestra próxima estancia en el territorio canadiense y para que la Familia Rossi Mayer permanezcamos fuerte y juntos por más tiempo ¡Salud!

Y todos chocamos nuestras copas.

*.*.*

SORELLA – HERMANA

FIGLIA – HIJA

DISGUSTOSO – ASQUEROSO

MERDA – MIERDA

SGUARDO ASSASSINO - MIRADA ASESINA 

Monomanía © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora