¿Qué ocultas?

Capítulo 2

Menos mal que cogí el abrigo, hacía un frío increíble en la calle, al menso la casa de Nina no estaba tan lejos de mi casa y no tendría que pasar tanto tiempo allí fuera.

-Buenas tardes señora Kaminski -Le saludé-, ¿qué tal está?

-Buenas tardes Kassia. Pues bien, con los problemas de siempre pero bien, ¿y tú que tal con los estudios?

-Bueeeno, ahí está.

Seguí hablando con ella durante un rato pero cuando me di cuanta de que si no me iba ya iba a llegar tarde y no quería eso, así que me despedí de ella y le dejé que siguiera podando las flores. Resulta que en una semana vendrían sus nietos y como yo los había cuidado un par de veces, pues me preguntó si podría hacerlo de nuevo y por supuesto le dije que sí. Sus nietos aunque fueran muy revoltosos, eran muy adorables y amigables y pues ellos ya estaban acostumbrados a que los cuidase.

Cuando ya me quedaba apenas nada para llegar a casa de Nina, un chico que venía corriendo me empujo y caí en un charco y ni siquiera me pidió perdón.

-¡Podrías tener más cuidado la próxima vez o por lo menos pedirme perdón! -Dije enfadada y el ni se giro-. Vaya sinvergüenza -Me puse a secar lo que pudiera de la mochila mientras se lo decía, afortunadamente solo se mojaron los estuches y no los cuadernos. No me di cuenta de que estaba allí hasta que me levanté del suelo.

-Y tú podrías haberte quitado de mi camino, pero no lo hiciste. Así que no te quejes.

No sabía quién podría estar más enfadado, si él o yo.

-Agh cómo sea pero al menos una disculpa me merezco, qué para tu información, me has mojado toda la mochila.

-Perdón, ¿vale? -me dijo con una sonrisa falsa y emprendió de nuevo el camino de nuevo.

...

 Toqué la puerta de casa de Nina esperando que no tardaran mucho en abrir la puerta, creía que iba a coger una pulmonía del frío que tenía y aparte porque estaba mojada, incluso ya me notaba que tenía un resfriado.

-Kassia cariño, entra rápido antes de que te pongas peor - Me dijo Annie, la madre de Nina-. ¿Pero que te pasó? -Me miró preocupada.

-Pues cuando iba de camino aquí, un chico me empujo y me caí en un charco.

-Bueno al menos ya estás aquí calentita -Me dijo mientras me sobaba el brazo-. Nina tiene que tener algo de ropa que te pueda prestar y si quieres te puedes duchar para entrar un poco más en calor -Me sonrió de una manera muy maternal.

-Gracias -le devolví la sonrisa.

Subí las escaleras en dirección al cuarto de Nina, me sabía ya su casa como mi palma de la mano de las veces que e ido allí.

-Nina, ¿puedo pasar?

-Claro, aunque llegas un poco tar... ¿qué te ha pasado?, estás toda empapada -Dijo preocupada mientras se incorporaba en su cama, en ese sentido se parecía mucho a su madre aunque lo negara-. Coge algo de ropa de la silla y dúchate antes de que cojas más frío, ¿qué?, la ropa está limpia.

-Me rio porque no me has dejado hablarte desde que entré, a parte, ¿quién tiene una silla con ropa? -Me reí mientras cogía unas mallas, una camiseta, una sudadera y unos calcetines suyos.

-Pues todo el mundo, perdón, casi todo el mundo porque Kassia Krowik es doña perfección y no consiente tener una silla llena de ropa.

-Lo que tú digas -Dije riéndome y me fui a ducharme.

...

-Bueno, ya que has entrado en calor, ¿me puedes contar por qué venías empapada? 

-Resulta que un chico pasó corriendo y me empujo a un charco, lo gracioso es que se enfadó conmigo por estar en ese momento allí caminando, más sinvergüenza no podía ser. cambiando de tema, me traje los deberes para hacerlo juntas, ¿te parece bien?