𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏 𝑓𝑡. klaus m. [pausado]

𝒊𝒊. 𝑏𝑎𝑑 𝑗𝑜𝑘𝑒

▅▅▅▅▅▅▅ ¡ 𝙲𝙷𝙰𝙿𝚃𝙴𝚁 𝙾2 !
🥌 ༉ my boyfriend is dead?⌇·˚ ༘

—¿𝓔ntonces macho alfa?—pregunté protestando, su insistencia y tranquilidad me molestaban a segundos. Jadeé mientras intentaba quitar el bruto agarre de su brazo, o al menos separar distancias entre los dos —¿Ya has elegido que tipo de tortura utilizarás?

Soltó un rápido suspiro mientras subía y bajaba la mirada indiscretamente y sin remordimiento por mi cuerpo, ¿por qué había preguntado? Tras dedicarme una de sus típicas y peores sonrisas de medio lado me respondió —aún no lo sé amor.

Intensificó el agarre en mi antebrazo pegándome a él lo máximo posible, aún me preguntaba como era posible que un ápice de aire pudiera correr entre nosotros dos. Me dejé llevar por la ira que él poseía, y comenzó a andar siendo arrastrada junto a él. Esta noche debía de ser inolvidable para mí, y estaba segura que se quedaría para el recuerdo.

—Me has desmontado los planes. Lo de romper la maldición y convertirme en híbrido era para crear más híbridos, y viendo que no puedo hacerlo ¡empiezo a pensar que tiene algo que ver con que tú sigas respirando!

—N-No me culpes por q-querer vivir—vacilé entrecortada por algunos segundos, íbamos demasiado rápido y aún no tenía ni idea a donde me llevaba pero era arrastrada por él. Me recompuse enseguida cuando Klaus se detuvo frente a una gran puerta, la identifiqué gracias al logo que había pintada en esta, me había llevado hasta el gimnasio.

—Amor, creo que ya sé como hacerte sufrir.

Apoyó su espalda violentamente sobre la inestable puerta abriéndola un poco. Colocó su mano derecha en mi cintura mientras me hizo avanzar hasta chocar con su duro torso, afianzó su agarre en mi muñeca y tiró de mí, cayendo por el enorme empujón y fuerza extrema del híbrido sobre su fornido cuerpo. Cuando ambos estábamos dentro del establecimiento me mostró su sonrisa, debió de malinterpretar la cercanía a la que nos encontrábamos. Maldije agitada, poniendo mis manos sobre su pecho para alejarlo lo más posible de mí, pero Klaus no dio su brazo a torcer y me apegó más hacia él para caminar hacia el centro de la pista de baloncesto donde un par de adolescentes se encontraban haciendo y colocando bromas.