1: Pierdase Uno

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La luz entra por la ventana y te pega justo en la cara. Maldita sea.

Ahí es cuando entra tu abuela, la mama de tu papá. Ella, sin pena, te empieza a empujar de la cama diciendo, "levántate T/N, que se te va a ser tarde."

"Ay Mamita!" le dices, todavía media dormida. "No quiero ir a la escuela."

La escuchas reírse. "Eso me dices todos los días. Ahora párese que sino se ve a quedar sin desayuno."

"Eso si no." Te sientas y la ves salir de tu cuarto. Que pereza. Sin esperar más, te levantas para lavarte los dientes y arreglarte el pelo.

Cuando acabaste, entras a la cocina. Tu Mamita ya te había cocinado huevos pericos con arepa.

"Que delicia." Te sirves tu plato y le das un beso en la cabeza a tu Mamita . "Gracias Mamita."

"Mas le vale que se lo coma todo, T/N."

Te ríes y las das otro beso. "De eso si no se preocupe que ya voy dándole muela."

Te sientas en la mesa, con el cafecito que siempre te deja

Vas comiendo lento cuando miras el reloj de la pared y caso se te salen los ojos. Rápido, acabas el ultimo bocado y sales corriendo.

"Chau Mamita, nos vemos más tarde."

Desde la cocina te dice, "chau mijita, pórtese bien."

Como si tu te portaras TAN mal. Claro, no eras la nieta ideal. Pero, aunque sea, no te metías en graves problemas. Por ejemplo, las drogas. Tu papá te tenia bien advertida de no meterte en cosas así, especialmente con tu tío. Tu papá y tu tío no se llevaban bien. No solo por lo que tu papá era de la DEA, sino que tu tío era el consentido de tu Mamita y también tenía papá diferente. Además, tenia fama de hacer lo que quisiera y de ser vago. Pero tu Tío era bien chèvre. Te llevabas bien con el, aún cuando estaba borracho.

Vas caminando, bueno, corriendo y te encuentras con tres de tus amigas, Renata, Olivia, y Brenda. Riendo, hablan de cualquier chismesito hasta llegar al tema de los exámenes. Quien sabe si pasaron para poder ir a la universidad.

"Ay no, niña," dice Renata, en su voz que siempre se escuchaba preocupada. "Yo tengo un mal presentimiento. Yo no creo que yo pase ni raspando."

"Ay," le dice Brenda, en su manera brusca de ser. "¿Pero cuando no tiene malos presentimientos, mija?"

"Es verdad, Renata, usted se la pasa preocupada," añades tu.

"Si," sigue Brenda. "Piérdase uno. Además, crucemos los dedos y verán que las cuatro pasamos."

La voz de Brenda calla mientras pasa una mona por delante. Tenia la cara pintada y un cuerpo hermoso. Notaste la bolsa de marca que llevaba puesta y la ropa linda.

"¿Y esta que?" Dice Brenda. Las cuatro paran a verla pasar."¿Que creyó, que estaba en una pasarela o que?"

"Pues yo no se, pero tiene pura pinta de muñeca de Cartel," dice Olivia.

"De que?" Pregunta Renata.

"No, yo no creo, ¿verdad, Brenda?" Dices, ignorando la pregunta de Renata y comenzando a caminar de nuevo.

"Si, la pelada parece bien," te responde Brenda.

"Pues puede que esté arreglada como para no dar boleta," dice Oliva. "Pero la esencia de muñeca la tiene."

"Disque la esencia de muñeca," se ríe Brenda.

"Ay, Olivia usted siempre buscándole la lengua a uno," le dices riéndote.

Las Muñecas De La Mafia: Y Si Estuvieras Allí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora