—A VER PENDEJA, ¿QUE HARÁS? — Gritó Jesica furiosa. —¿¡PREFIERES QUEDARTE AHÍ LLORANDO, PREGUNTÁNDOTE SI FUISTE O NO SUFICIENTE O PREFIERES LEVANTARTE DE ESA PUTA CAMA Y MOSTRARLE AL MUNDO Y A ÉL QUE ERES UNA MALDITA DIOSA INALCANZABLE!? UNA MUJER ÚNICA E INIGUALABLE.
Fue inevitable querer llorar, probablemente mis ojos han de estar hinchados y rojos por haber llorado toda la noche.
—¡¡¡DEJA DE LLORAR MALDITA SEA!!! —Me tiró del brazo haciéndome sentar en la cama a la fuerza. —ERES MI MEJOR AMIGA Y NO DEJARÉ QUE ESE IMBÉCIL DESTRUYA TODO LO BUENO EN TI.
—¡JESICA NO ENTIENDES! — exploté en llanto. —¿NO VES? —Estire mi celular para que viera la foto. —¿CÓMO VOY A COMPETIR CONTRA ELLA? — Comencé a llorar más fuerte. —Es hermosa, lo tiene todo, su pelo, su cuerpo, su sonrisa, sus curvas, su rostro, su piel perfecta, MALDICIÓN ELLA ES... ES...
—No lo digas Ana.
—¡ELLA ES EL PUTO SUEÑO DE TODOS! ES PERFECTA.
—¡BASTA!— Me sujetó del brazo y me sacó de cama de un tirón. —Vamos.
Me llevo hasta el baño y me hizo lavarme la cara.
—¿Ana, qué sucede? ¿Por qué gritan? —preguntó mi madre asomándose por la puerta del baño.
—Tranquila señora Rose, —Jesi le dedicó una sonrisa. —Sacaré a su hija de este estado y verá que está niña se convertirá en una mujer poderosamente bella y bueno, poderosa.
Mi madre me dedico una mirada triste. Volvió a ver a Jesi y sonrió.
—Espero que lo logres Jes. —mi madre se fue dejándome sola con la maniática de mi amiga.
Suspiré lavando mi cara.
—Gracias Jes. —susurré secando mi rostro. —Gracias por no dejarme sola.
—No agradezcas, ahora métete a bañar. —abrió la ducha. —Sin peros.
No quería discutir, no quería salir, pero no tengo más opciones.
—Ya vengo. —Avisó y salió del baño.
Quería hacerme un bollito y llorar tirada en el suelo. Pero Jes tiene razón, no puedo permitirme estar así por un imbécil.
Me descambié y entré en la ducha y cerré la cortina para no mojar todo el baño.
—Listo. —Jes entró al baño con un parlante mientras sonaba a todo volumen el remix de Diosa de Mike Tawes.
Sonreí mientras escuchaba esa canción. Si bien ya está pasada de moda me hace sentir poderosa.
Mientras cantaba a todo pulmón en la ducha y Jes me alentaba, comenzaba a sentirme viva otra vez.
Luego de ducharme salimos del baño y fuimos directo a mi cuarto.
—Momento de la transformación. —sonrió.
Colocó un par de prendas sobre mi cama.
Las miré analizando lo que ella había elegido, un top rojo sin mangas y una falda negra suelta de la cintura hacia abajo.
Me cambié delante de ella. La verdad la relación de confianza que tengo con ella podrá decirse que es otro nivel.
—Diosa, Potra, diva, hermosa, presiosa, eres una puta diosa. —comenzó a saltar como una niña de la alegría y sonreí. —ahora ponte esos y arréglate el pelo, el maquillaje déjamelo a mí. —dijo señalando unas zapatillas negras con plataforma.
Hice lo que ella me pidió. La música resonaba por todo el cuarto, Jes cantaba a todo pulmón usando el cepillo de pelo como micrófono, revoleaba su pelo rubio casi Cataño de un lado a otro, señalaba a una multitud imaginaria y inmediatamente su energía, su alegría recorrió mi cuerpo y comencé a cantar junto con ella.
Lamentablemente mi celular interrumpió el momento anunciando una llamada. Jes pausó la música.
—Hola Nico. —respondí al leer el nombre en la pantalla, puse la llamada en altavoz.
—Hola puto. —lo saludó alegremente Jes.
—Hola putas. —Respondió él con su voz áspera. —Las extraño. —me imaginé a Nico haciendo puchero.
—Nosotras también. —Respondió Jesi.
—Obvio que me ibas a extrañar, tarde o temprano ibas a volver a mis pies pidiendo amor. Ninguna mujer te hará sentir tan bien como yo mi niño. — Dije sonriendo de lado.
—Esta noche te voy a agarrar y veremos quién le hace falta a quien. Te haré rogar maldita perra.
—¿Rogar de que forma?
—Mm Ana. —su tono se tornó perverso.
—Okey chicos basta, hay niños presentes por favor —Interrumpió Jesica refiriéndose a ella. —¿Qué necesitas Nico?
Nico carraspeó aclarando su garganta.
Sonreí, sé que logré inquietarlo.
—Esta noche, a las nueve en casa de Liam, Ana te esperaré.
Mordí mi labio y Jesi sonrió de oreja a oreja ante mi gesto.
—Nos vemos. —respondimos ambas.
—Nos vemos putas. —cortó.
—Nuevo objetivo: —Informé. —Nicolas.
—¡ESA ES LA PERRA QUE ESTOY BUSCANDO!
Bienvenidos sean los errores que me guíen a tus labios.
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Maldita Porquería
Teen FictionHay sentimientos y personas, que nos marcan demaciado, que dejan huella en nosotros, que mueven nuestro preciado mundo como si fueran alguna especie de desastre natural causados por esa maldita porquería llamada amor. Hablemos de la etapa de superac...