ᴴⁱˢᵗᵒʳⁱᵃˢ ᶜᵒʳᵗᵃˢ ᵈᵉ ᴼⁿᵉ ᴾⁱᵉᶜᵉ

Frituras

Pareja: AcexSanji
Serie: One Piece
AU: Época actual

— Dejame comer una bolsa y no volveré a objetar nada. — su voz era firme así como su mirada la cuál se encontraba clavada en el hombre adulto frente a él.

— No. — su respuesta fue simple puesto que él no tenía nada que considerar.

— Llevo siguiendo el estúpido "tratamiento" del doctor desde hace dos semanas, por favor, viejo, solo por hoy déjame comer una porción de frituras. — lo que más le dolía de la situación era la actitud extremista que imponía su padre, el doctor le había dicho que redujera el consumo de frituras y el chef mayor lo tomo como un alimento que se encontraba prohibido.

— Todo el tiempo me reprochas que te trato como un mocoso, pero es imposible no hacerlo cuando a pesar de parecer físicamente un adulto aún tienes la nula capacidad para tomar enserio cosas referentes a tu salud. — su voz tenía el tono de un regaño, pero en sus palabras no se expresaba como tal; tomo un sorbo de su taza que se encontraba en la mesa y continuo leyendo su periódico con el cual evitaba la mirada suplicante que hacía ratos le propina su torpe hijo.

Un suspiro acompaño al menor al momento de llevar su cabeza a la mesa de la cocina colocándola entre sus brazos con motivo de rendición o quizá de berrinche. No era que todo el tiempo quisiera llevarle la contraria a su padre simplemente ese día todo su ser pedía a gritos consumir aquella comida basura.

El lugar no tardó mucho en quedar silencioso (exceptuando el sonido del periódico cuando el dueño pasaba de página) ya ninguno de los presentes necesitaba decir nada sin embargo al paso de unos minutos el timbre de la puerta acabo con el silencioso espacio, el primero en tomar acción para que no volviera a sonar fue el cocinero mayor, salió de la cocina caminando hacia la entrada para así descubrir quién había llamado a la puerta y más importante por qué razón.

— Buenas tardes, señor, ¿Se encuentra Sanji? — saludo el joven azabache que desde hace tiempo Zeff veía con regularidad.

— Berenjena, tu novio está aquí. — hablo alto para después (con un movimiento de cabeza) indicarle al joven que podía entrar.

— ¿Ace? — salio de la cocina con desgano en sus acciones y confusión en su rostro. — ¿Qué estás haciendo aquí?

— Tambien me alegro de verte, Cariño — respondió con una amplia sonrisa. — ¿Es mal momento? ¿debería venir más tarde? — aunque al inicio su voz sonaba burlona al final sonó preocupada temiendo haber llegado en un momento tenso.

— No me refería a que tú llegada fuera molesta o mala, solo me sorprendí, no es usual que tengas tiempo libre tan temprano. — no pasaban de las 12 del medio día y el trabajo de su pareja solía retenerlo hasta pasadas las tres de la tarde.

— Día libre. — se excuso de manera rápida devolviendo la sonrisa a sus labios.

— Ajam... — l rubio mayor hizo un poco de ruido para llamar la atención de los jóvenes. — Bueno, ya que está este chico aquí iré a hacer algunos pendientes en mi cuarto. — tan pronto como termino de hablar comenzó a andar hacia las escaleras; los jóvenes se mantuvieron en silencio hasta dejar de escuchar el ruido de los pasos que subían.

— ¿Crees que deberíamos ir a ayudarlo? — su vista permanecía en las escaleras a pesar de ya no haber nadie.

— Nah, el viejo no va a hacer ningún pendiente, solo quiere dormir. — para llamar la atención del mayor el rubio tomo su mano entrelazándola con la suya al paso de unos segundos camino lento hacia la sala acción que el azabache tuvo que imitar.

Ya estando ahí optaron por ocupar el sofá más grande. Ace fue el primero en sentarse, dejando su mochila aun lado del sillón, Sanji se recostó en el espacio sobrante usando los muslos de su pareja como almohada.