ONE SHOTS | Juliantina

Una vida normal [2]

Mayo 2013

Sus amigos llevaban al menos dos semanas molestandola desde que les contó que una de las amigas de Renata, la ex de su hermano, la había besado afuera de los baños; y justo ahora había perdido la cuenta de las veces que, junto con su novio, le habían estado gastado bromas al respecto; y sinceramente ya estaba harta, por eso es que hoy había decidido ponerle fin a todo.

- ¡Ya cállense! - les gritó enojada - Pueden irse al carajo todos. No tengo ni la más mínima intención de volverles a hablar, al menos el día de hoy, y eso te incluye a ti, Luis. - señaló a su novio - No se molesten en llamarme o mandarme mensajes, no quiero verlos ni oírlos.

La ojiazul se levantó de su lugar y salió de la cafetería de la universidad en la que se encontraba desayunando con sus amigos. Necesitaba aire fresco con urgencia para relajarse antes de entrar a su siguiente clase. No podía permitirse bajo ninguna circunstancia gritarle a su profesora o a sus compañeros. Una cosa era gritarle a los idiotas de sus amigos y al imbécil de su novio, pero otra muy diferente, y que probablemente la metería en problemas, era gritarle a una docente o a sus compañeros sin una justificación coherente.

Mientras muchas cosas pasaban por su cabeza, Valentina caminó sin rumbo fijo por el campus hasta sentarse debajo de un árbol de almendro. De su mochila sacó su celular y sus audífonos para ponerse a escuchar música, así que, al ritmo de sus artistas favoritos cerró los ojos y comenzó a relajarse hasta quedar completa y totalmente dormida. Para su fortuna, la ojiazul tenía la maravillosa costumbre de poner una alarma 5 minutos antes de que iniciará cada una de sus clases, así que la rubia se despertó luego de dormir siete minutos, comenzó a guardar sus cosas, y después se levantó.

Iba decidida a llegar al edificio donde tomaba sus clases cuando sintió como chocaba con alguien y segundos después vió como salía volando una maqueta.

- ¡Nooooooooo! - gritó la chica a la que había chocado accidentalmente por estar distraída mirando el suelo mientras caminaba - No, no, no, no, joder, no. Me va a matar.

Con toda la pena del mundo Valentina salió de su trance momentáneo y se agachó rapidamente para ayudarla a recoger los pedazos de la maqueta que había destrozado accidentalmente y entonces pasó, cuando ambas se levantaron luego de recoger todo, la ojiazul la reconoció. Frente a ella se encontraba la responsable de las burlas de sus amigos y de sus pensamientos filosóficos.

- Va-Valentina. - dijo Juliana con sorpresa

- Lamento lo de la maqueta. - se apresuró la ojiazul a decir - No te ví, no fue mi intención. ¿Cuánto te costó la compra de los materiales? Puedo pagartelo en compensación, o puedo hablar con el profesor que te la encargó y explicarle. - no quería deberle nada a la chica que había cacheteado y traumado a su hermano

- No, no es mía. - respondió desanimada - Es de uno de mis amigos, la dejó en el auto y me pidió que se la llevara y... ahora está rota. Era su presentación final y lo arruiné. - dijo desesperada

Ambas observaron con una mueca las piezas rotas de la maqueta; no había salvación alguna para ella, estaba hecha mierda y Valentina sabía muy bien que ella era la responsable por no fijarse al caminar.

- Debo, debo llamarle a Alonso y avisarle lo que pasó. Tu no te preocupes, fue un accidente. - dijo mientras metía las piezas rotas en su mochila y sacaba su teléfono - Adiós, Valentina.

La ojiazul se quedó estática en su lugar mientras observaba como se alejaba la chica que hace dos semanas la había besado afuera de los baños. Por alguna razón el destino se empeñaba en que ambas se encontraran en los momentos menos precisos, como cuando la morena abofeteo a su hermano, o como ahora, que ella había destrozado por completo una maqueta.