Una vida normal

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Agosto 2010

Las vacaciones de verano finalmente habían llegado a su fin y Juliana se preparaba para una nueva etapa en su vida, la universidad. La preparatoria había sido un sueño, disfruto de grandes ratos con sus amigos y conoció todo tipo de personas, pero desde su quinto semestre todo se había vuelto un caos, pues su familia comenzó a acosarla para que escogiese una carrera.

Le tomó tres test de orientación vocacional y cinco visitas a diferentes universidades llegar a su decisión final, no fue fácil, pero estaba satisfecha y ansiosa por empezar. Su hermano mayor siempre andaba por la casa contándole lo grandioso que era ser universitario, así que cuando llegó el primer día de clases, su cabeza ya había creado distintos escenarios en los que ella hacía de todo menos estudiar.

- Cuando cruces esa puerta, recuerda que a partir de hoy comienzas a crear los cimientos de tu futuro. - le dijo su padre antes de que ella se bajase del auto - Suerte.

Juliana bajó de la camioneta de su padre y se aferró a su mochila.

Le tomó alrededor de diez minutos encontrar su salón, y no porque no supiera donde estaba, más bien porque la universidad era realmente grande. Para su buena suerte llegó a tiempo a su primera clase, así que se acomodó en la tercera fila y esperó con tranquilidad a que llegase su profesor. Durante la espera conoció a quienes se convertirían en sus mejores amigos.

Noviembre 2010

- Te lo digo, Juli, algunas personas simplemente no deberían existir. - dijo Renata con lágrimas en los ojos - ¿Qué se supone que deba de hacer ahora? Lo veo todo el tiempo.

- Lo mataré. - contestó ella totalmente convencida

La tercera semana de clases Renata había conocido a un chico de quinto semestre con el cual comenzó a salir rápidamente. Parecía una relación sana, sin embargo, los problemas salieron a relucir y entonces su amiga se topo con pared cuando descubrió a su novio besándose con una de las profesoras de la facultad de Derecho.

- Juliana, espera. - la rubia trató de detenerla al ver como su amiga se levantaba

No iba a quedarse con los brazos cruzados, dos cachetadas iban a ser suficientes para que Guillermo Carvajal supiera que Renata no estaba sola. ¿Poder femenino, no?

Alcanzó a ver al joven platicando con algunos estudiantes de arquitectura que Juliana reconocía por las fotos de Renata, eran amigos de Guillermo, todos unos niños mimados. Sin darle más vueltas al asunto aceleró sus pasos y entonces se colocó frente a él.

- ¿Juliana? - la miró el pelinegro extrañado

La cara del joven Carvajal giró inesperadamente de izquierda a derecha después de las dos cachetadas. Podía haber existido una tercera si una mano no la hubiese detenido. La adrenalina en el cuerpo de la morena se esfumó rápidamente cuando se dio la vuelta y se topó con un par de ojos azules más claros que el cielo. Algo en Juliana dejó de funcionar en esos momentos.

- ¿Quién te crees que eres? - dijo enojada la dueña de aquellos ojos

Febrero 2013

Renata miró por quinta vez a su amiga con curiosidad. Desde aquel día en que Juliana había cacheteado a su ex nada había vuelto a ser igual. Por otro lado, ajena a las miradas de su mejor amiga, Juliana estaba totalmente concentrada mirando una puerta.

- ¿Qué piensas, Juli? - preguntó su amiga

- Solo necesito... - se quedó callada al ver como del salón salía la única responsable de sus comportamientos extraños - No puede ser posible.

ONE SHOTS | JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora