CAPÍTULO 2

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No podía decir si la sensación de ardor en mi pecho tenía que ver con el aspecto encapuchado que KyungSoo me estaba dando o con el recuerdo de mi primer Jack con Cola que terminé como si fuera agua.

Un camarero llegó ante las señas de KyungSoo, y me tomé un momento para darme una charla silenciosa mientras él pedía una bebida.

—¿Hera? —Preguntó KyungSoo.

Su voz envió escalofríos a través de mí.

Me miró, y luego al camarero, quien resultó ser el chico de antes. Abrí la boca para pedir otro Jack con Cola, pero el camarero me detuvo con una mano en mi hombro. —Recuerdo, Jack con Cola, ¿Cierto?

Asentí con la cabeza y me lanzó un guiño sonriente. Hice una pausa por un momento preguntándome cómo sabía mi pedido. Estaba bastante segura de que la chica camarera me había servido el último. Seguía sonriendo hacia mí, así que me obligué a hablar. —Gracias, eh...

—SeungKwan —dice.

—Gracias, SeungKwan.

Echó un vistazo a KyungSoo, y a continuación, se centró de nuevo en mí.

—¿Debo decirle a tu amiga allí que regresarás luego?

—Oh, bueno, claro, supongo.

Sonrió en respuesta, y se quedó allí mirándome, fijamente, durante unos segundos antes de volverse para regresar a la barra. Sabía que tenía que mirar a KyungSoo de nuevo, pero me aterraba derretirme en un charco de excitación si me encontraba con aquellos ojos magníficos de nuevo.

Él dijo: —¿Sabes? a veces me pregunto si Desdémona* era tan inocente como lo que aparentaba. Tal vez ella sabía el efecto que tenía sobre los chicos y disfrutaba poniéndolos celosos.

Me encontré con sus grandes ojos estrechados... Estudiándome. Me tragué mis nervios y lo estudié también.

—O tal vez sólo se dejó intimidar por la intensidad de Otelo y no sabía cómo hablar con él. La comunicación es clave después de todo.

(*Desdémona: Personaje de la obra de teatro Otelo, de William Shakespeare. Othello: El moro de Venecia es una obra de Shakespeare escrita alrededor de 1603.)

—Comunicación, ¿Eh?

—Podría haber resuelto muchos de sus problemas.

—En ese caso, voy a tratar de ser lo más claro posible. —Tomó su silla y la colocó a escasos centímetros de la mía. Se escabulló a mi lado y dijo—: Prefiero que no vayas de nuevo con tu amiga. Quédate aquí conmigo.

Traga, Hera. Me dije. Tienes que tragar o si no podrías comenzar a babear.

—Bueno, mi amiga está esperando. ¿Qué vamos a hacer si me quedo?

Extendió una mano y empujó mi pelo sobre mi hombro. Su mano se deslizó por mi cuello, haciendo una pausa en el punto de mi pulso, el que debe haber estado volviéndose loco.

—Podemos hablar de Shakespeare. Podemos hablar de lo que quieras. Aunque no puedo prometer que no me distraeré en tu hermoso cuello. —Sus dedos viajaron a través de mi mandíbula hasta llegar a la barbilla, que sacó un poco hacia adelante con la presión de su dedo índice—. O tus labios. O esos ojos. Podría atraerte con historias acerca de mi vida, como Otelo hacía con Desdémona.

Ya estaba lo suficientemente cortejada. Mi respuesta fue vergonzosamente entrecortada. —Prefiero no hacer paralelos entre nuestra noche y una pareja que terminó con un asesinato / suicidio.

LosingIt - DO KyungSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora