Capitulo 2: Un psicopata intenta matarnos

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Shayla

—¿ Pero qué pasa aquí ?— exclamo Shayla

— Pues, yo que sé — le contesto Marta

Entonces, una voz fría y terrible hablo:

—Lo que sabemos ahora es que vais a morir.

Dieron la vuelta y vierin que un hombre vestido totalmente de negro y un gafa de sol le tapa sus ojos, en uno de su mano sujeta una espada totalmente negro.

— ¿Quién eres?— pregunto Shayla

— Soy vuestro fin— contestó simplemente el hombre.

— Oye, oye, una cosa — dice Javier — Esto no es una película, así que no te crees que eres samurái y te crees que una espada de juguete puede cargar a cuatro chicos de trece años.

— Eso es lo que crees tu— contesto secamente el hombre  — Brissining farec.

A Shayla no sabe lo que esta diciendo, pero se quedo asombrosa al ver que una bola de fuego apareció en la mano del hombre, es el fuego más raro que ha visto en su vida, a la vez es verde, azul y negro.

— Lo ves— dice el hombre y le lanzo el fuego hacia Javier, quien esquivo y la bola se choco contra la estutua, que se fundió en unos segundos— Es mejor que os quedais quieto, así sufrais menos.

Shayla se siente un escalofríos,incapaz de hablar ¿ Cómo puede que se haga aparecer una bola de fuego de la nada? ¿Y por qué quiere matarnos? Se quedo tan quieta y tan concentrada en su pensadimiento que, si no es por Marta, quien le empujo para que se agacha, se habría sido asado por otro bola de fuego que lanzo el hombre, que gruño:

— ¡Parad de esquivar, no lograrais escapar de mi, parad y os doy una muerte rápida!

Ya había casi mitad de las estatuas había fundido y el suelo esta cubierta de cera caliente, alguno se han vuelto a enfriarse, tuven que saltar entre huecos que hay entre ceras y por ceras enfriadas para que no se quema lo más raro es que las ceras no logran llegar al hombre que esta lanzando fuego, era como si un ráfaga de aire le rodea y empuja las ceras fundidos hacia otro lado. Entonces un grito atrajo su atención, dio media vuelta y vea que Marta ha caído, su brazo izquierdo ha rosado contra cera caliente. El grito tambien llama la atención del hombre.

— Vaya, vaya, así que te estropeaste— dice fríamente mientra se acerca a Marta y las ceras fundidos se aparten automáticamente de su camino.— Así que tu serías primera en morir.— lenvando su espada negra y se puso en posición de clavarla la espada por la espalda— No va a doler, es una muerte rápida, así que quedate quieta, sino...
Pero antes de que termina la frase, el cristal de una de las ventanas que hay en la sala se partió en petazos, y una sombra negro entro en la sala como un rayo y se avanlazo sobre el hombre que se quedo sorprendido al ver lo que entro, antes de que Shayla pueda reaccionar, otra persona se metió en la sala por ventana, pero lo que más sorprendió a Shayla es la primera persona que entro, que ahora esta luchando con el hombre que intenta matarla, es Alex Rodrigues, su compañero de colegio, el único que no ha venido a excursión.
¿Qué hace él aquí? Penso Shayla ¿Cómo sabe que estamos aquí?
Shayla corrió hacia Marta y lo ayuda a lenvandarse, suspiro al ver la quemadura que tiene Marta en el brazo y las ceras que hay pegado al enfriarse, luego se concentro en la lucha que esta sucediendo, que los tres se han ido hasta otro lado de la sala, el hombre parece esta aterrorizado mientra Alex y otro chico de su edad lucha contra él y lo hace retroceder con sus espadas, entonces Shayla fijo en algo que no ha fijado antes, algo más raro que había visto en su vida: unas espadas medio transparente como fantasma se flota y mueve en aire alrededor de Alex, como si fuera su guardaespalda, también había fuegos, rayos que salpican en aire y se chocan para destruir de uno a otro. El hombre parece que no puede con los dos y se retrocede hasta una esquina, desesperada, el hombre uso parece uso toda su fuerza y dio un golpe con la espada a la de Alex mientras lanzo una bola de fuego hacia otro chico, aprovecha de sus despistes y se coló entre los dos, luego corrió hasta la ventana rota, que es lo que esta más cerca y salio por ella con la ayuda de una guadaña que a Shayla no sabe de donde saco.
— Maldita sea, se escapó — maldijo Alex al llegar a la ventana, entonces se volvió hacia los demás— ¿Estáis bien?
—Bueno... Si — contesto Javier — Oye, una cosa, nos tienes dar una explicación de todo esto.
—Vale, una respuesta muy simple — dice Alex — Lo primero es que necesitáis saber vuestra identidad.
— ¿Qué? — pregunto Javier— A que te refieres.
— A vuestra autentica identidad, vuestra diferencia con los demas que os rodea— dice Alex— Sois magos.

«La profecia de dragon negro I: Perdida en el tiempo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora