ETHEREAL ━━ klaus mikaelson ✓

chapter nineteen

▬▬▬▬ PARTE TRES,
CAPÍTULO DIECINUEVE

TIC. TAC. TIC. TAC.

El sonido del tic-tac del reloj en la habitación de Klaus solía relajar a Violet, las pocas veces que había dormido allí debido a una pesadilla o porque solo quería estar con Klaus.

Pero ahora estaba muerto.

Y pronto, ella también lo estaría.

En este punto, a Violet no le importaba morir. Sabía que cuando finalmente se durmiera y sucumbiera a su destino, se despertaría del otro lado con Klaus allí mismo con ella. Eso era parte de ser almas gemelas, recuerda que Klaus le dijo una vez. El dicho "Hasta que la muerte nos separe" no existía para ellos. Porque incluso después de la muerte, estarían juntos.

Si encontrarían la paz o no, Violet no lo sabía. Y aunque la idea de poder verlo la reconfortó un poco, todavía parecía no poder olvidar la imagen del cuerpo de Klaus estallando en las llamas cuando la estaca de roble blanco fue empujada contra su pecho.

A estas alturas estaba lista para morir. No le tenía miedo a la muerte, solo le tenía miedo al dolor. Aunque a medida que crecía y comenzaba el hábito de autolesionarse, ni siquiera el dolor era demasiado aterrador. Pero incluso mientras se acostaba en la cama de su alma gemela, respirando su aroma familiar, su cuerpo simplemente no descansaba. No importa cuántas veces cerró los ojos y trató de obligarse a dormir, no sucedió nada por el estilo.

Su mente recordó horas antes, después de que Klaus fuera asesinado y antes del tiempo presente.

Rebekah y Elijah la habían traído a casa, y aunque ella les había dicho continuamente que estaba bien irse e investigar por qué los otros vampiros seguían vivos, se habían quedado, diciendo que sus últimas horas de vida no debía pasarlas sola.

Realmente le calentó el corazón. Cuán cercana se había vuelto de los miembros de la familia Mikaelson - excluyendo a Esther, Mikael y Finn, por supuesto - en tan poco tiempo. Violet la recuerda a ella y a Rebekah llorando, e incluso Elijah, que por lo general era el tranquilo y sereno, había derramado algunas lágrimas durante sus emotivas despedidas antes de que enviaran a Violet para tener algo de tiempo para sí misma antes de que inevitablemente falleciera.

Eso la trae al ahora, envuelta en las sábanas blancas de la cama de Klaus. A estas alturas ya había llorado, solo algunas lágrimas caían de vez en cuando, pero nada como lo había hecho antes. Violet pensó que nunca había estado más desconsolada.

Silenciosamente se preguntó si sus viejos amigos estarían entristecidos por su muerte. Se preguntó si irían a su funeral. Se preguntó si Elena junto con los Salvatore llevarían algunas violetas a su tumba. Bonnie, Elena y Caroline siempre bromeaban diciendo que, cuando fueran mayores, le regalarían un ramo de violetas para todas las ocasiones especiales como su aniversario con su futuro esposo y el Día de la Madre.