Imagine inmortal.

24. Ojalá.

Caminaba, que no era poco.
Aquel día le vi por la calle,
Llevaba una sudadera roja,
Unos ojos que destiñen
Y una sonrisa que me mataba.
Quizás el problema es que no he llegado a conocerle
Y lo sé prácticamente todo sobre él.
Está enamorado,
Eso está claro,
Es de las pocas personas
Que camina por la calle sonriendo
Sin móvil en la mano,
Quizás son unos ojos venenosos lo que le hace sonreir,
O una mirada perdida en el vacío que supone vivir.
Mira, por no saber no sé ni su nombre,
Pero hace maravillas con su pelo cada vez que sopla el viento y le obliga a pasarse la mano por encimas,
Sé que siempre baja del autobús con el pie derecho
Y que no le gusta sentarse.
Quizás un día le vuelva a encontrar
Y esta vez camine de tu mano.
Ante todo, te pido, que le hagas feliz,
Que os cuidéis y os queráis como nunca nadie ha sido capáz de hacerlo conmigo,
Que os echéis un buen polvo de vez en cuando
Y os mireis a los ojos cuando lleguéis al orgasmo.
Que no haga falta gritar que es amor,
Porque no haga falta decir nada,
Porque solo con veros,
Sobren todas las palabras.