Egen

La flor en el invernadero.

La primera vez que Thor ve a Loki, él apenas ha comido cinco manzanas doradas de Iduun y debe colgarse de los postes de madera de la cuna para poder observar al pequeño bebé que descansa sobre el colchón de plumas recubierto por suaves sabanas de lino y algodón.

Es pequeño y pálido, y Thor se pregunta si es normal que su piel casi parezca confundirse con el tono blanco de las cobijas a su alrededor.

Thor tiene curiosidad y quiere acercarse más, pero su madre le pasa las manos por las axilas y lo levanta, dejándolo de vuelta en el suelo a un par de metros de los de la cuna.

- No debes hacer eso, mi pequeño príncipe, tú pequeño hermano está durmiendo.

- Entonces despiértalo. Todos deben pararse y saludarme cuando llego, porque soy el príncipe heredero-Dice él en cambio, recordando las lecciones que le imparten todos los días.

Frigga lo mira fijamente un momento y luego le sonríe con algo que parece un poco de tristeza.

- Es cierto- Acepta ella suavemente- eres el príncipe heredero.

Thor no tiene idea, pero sus palabras refuerzan la resolución dentro de su madre, forjando un muro que los dividirá para siempre, mientras ella se aferra más al pequeño Loki.

- Entonces él debe...

-No, alteza, mi Loki es un bebé, él no puede entender eso aún. Y necesita dormir para crecer tanto como vos.

Thor parpadea, su mirada es muy seria para un niño tan pequeño. Pero claro, él no es un niño normal, será el rey y debe ser más maduro que los demás. Mejor que los demás. Inalcanzable, insuperable.

La idea parece tener la suficiente lógica para él, quien lo acepta con facilidad mientras asiente.

- Entonces dejadlo dormir para que crezca rápido y pueda acompañarme en mis deberes.

Frigga vuelve a mirarlo. Thor no quiere jugar con su hermano, quiere que le acompañe en sus lecciones y el aspecto apático y relajado de Thor mientras lo dice vuelve a hacer que ella quiera envolverlo entre sus brazos y comérselo a besos. Pero no puede, porque Thor no es realmente suyo, sino del reino.

Ella lo dio a luz al príncipe, solo después de eso, y todos los deberes que conlleva, entonces es que él es su hijo.

Carraspea y mueve nerviosamente los dedos. Sin saber qué más hacer, retrocede hasta pararse junto a la cuna de su pequeño bebé. «Al menos, -piensa mientras se inclina y acaricia la suave piel de la mejilla sonrojada de Loki- este bebé sí es mío.»

Thor se retira después de eso y Frigga, que ha llegado tan lejos como para modificar su cuerpo con ayuda de medicina y algo de magia, amamanta a Loki mientras le canta dulcemente.

Ella nunca pudo hacer esto con Thor, quien fue dado a las nodrizas apenas salió de su cuerpo, así que disfruta plenamente del momento mientras su dulce voz tararea un vieja historia sobre magia y belleza mientras Loki, su precioso Loki, la mira con los brillantes ojos verde que parecen contener la adoración que siempre quiso obtener de vuelta. Frigga sabe que ella también lo mira así. Frigga sabe que se aman y eso es todo lo que le importa.
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Thor ve pocas veces a su pequeño hermano después de eso. La cantidad de clases en su horario aumentan con cada nueva estación y para cuando se da cuenta, él está demasiado ocupado intentando entender economía, política y diplomacia.

Cosas que le cuestan particularmente. Thor es alguien impulsivo por naturaleza, y la mitad del tiempo piensa que bastaría con aplastar a las cucarachas que se interponen en su camino y ya.