prohibido enamorarse de jin (j&y#1) ; jinsu

⠀⠀⠀𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗖𝗜𝗡𝗖𝗢 𝗣𝗧 𝟮

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𝟱.𝟮. #podemos darnos una oportunidad, sé que él me salvará.

Tengo que admitir que cuando llegué a casa, esperaba que estuviera allí nuevamente.

Por supuesto no debería esperarlo. Después de todo, ¿por qué estaría?

Mi madre había salido, lo que significaba otra noche cenando las sobras del desayuno, pero realmente no tenía ningún apetito.

Me tumbé en mi cama de un modo que estuve seguro que para cualquier otra persona que me hubiera visto sería exageradamente dramático. En ese momento me sentía como esa etapa emo que tuve a los doce, así que no me importaba.

Traté de apartar los pensamientos de SeokJin que venían a mi mente, y ponerlos nuevamente en cualquier rincón de mi cabeza, pero era una pérdida de tiempo. Cada vez que lo empujaba mentalmente, él empujaba en contra.

Cerré los ojos y podía imaginarlo sobre mí otra vez, la sensación de su peso encima mio, recordándome que él era una persona real y no un príncipe de dibujos animados.

¿Pero era él?

Mis ojos se abrieron mientras miré al techo durante mucho tiempo.

¿Realmente había sido alguien para él o sólo era alguien para pasar el rato?

Una parte de mí, pensaba que entendía lo que había estado pasando, pero después de hoy, solo sabía una cosa con certeza: Jin y yo estábamos en caminos completamente diferentes, y este momento en el tiempo era donde nuestros caminos se habían cruzado para conocerse. Lo que habíamos hecho era simplemente satisfacer una curiosidad para él, una locura en un lugar en el que nunca se acomodaría.

Estaba de paso por el vecindario de los chicos pobres. Sabía que en mi corazón viviría mi vida en el barrio donde nací y crecí. El asunto de que le gustaran los chicos, eso era algo en lo que trabajaría, sería una etapa más. Yo sería el tipo al que ilusionó cuando quería parecer más grande que el mundo. ─Oh sí, enamore a un chico en el instituto y casi tuvimos sexo. ─Y para él seré, el iluso chico al que enamoró en la escuela.

Sí, fue mi primer amor, y él era hetero.

No podía culparlo. Después de todo, él era quién era, y yo siempre sería yo.

Siempre supe que era diferente, pero ahora tenía un nombre por el cual llamarme.

Gay.

La misma idea de ser gay me dio escalofríos. No por lo que pensaba, sino por lo que otros pudieran hacer.

Las palabras de JungKook resonaron en mi memoria: ㅡPequeña y extraña perra.

Serían muchas las palabras con las que me familiarizaría con el paso del tiempo. No tenía las mismas opciones que SeokJin tenía. No podía detenerme e irme, no acabaría saliendo con una chica, estableciéndome y criando a dos hijos y medio, tener un trabajo promedio, una hipoteca, cuentas, lo que el resto del mundo consideraba normal. Yo no era normal, y no importaba lo mucho que lo intentara, nunca lo sería. Y aunque no lo oí en ese momento, una pequeña parte de mí exclamó: ¡Bien!