⠀⠀⠀𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗦𝗜𝗘𝗧𝗘

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𝟬𝟳. #y vivieron felices para siempre pero la historia apenas era el inicio.

No estaba seguro de si las palabras habían viajado por alguna forma telepática o simplemente por mensajes de texto increíblemente rápidos, pero cuando llegué a la tercera hora, todo el mundo sabía lo que había sucedido

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No estaba seguro de si las palabras habían viajado por alguna forma telepática o simplemente por mensajes de texto increíblemente rápidos, pero cuando llegué a la tercera hora, todo el mundo sabía lo que había sucedido. Todos me miraban, susurrando como si yo fuera Edward Cullen, excepto que no era tan alto ni tan guapo. Asimilé rápidamente que absolutamente no me gustaba mi nueva popularidad. No quería que me miraran, y ciertamente, no me gustaba que me hablaran sobre el asunto. Lo peor, era que sus tonos de voz estaban justo por encima de mi umbral de audición. Capté mi nombre, el de JungKook, e incluso una vez el de Jin, pero cualquier otra cosa se ahogaba en el zumbido repetitivo que me hacía pensar, en los adultos hablando en los dibujos animados.

Para la hora del almuerzo, estaba en un estado de ánimo aún peor de lo que había estado cuando llegué a la escuela. Tenía miedo de poner un pie en el patio.

No estaba seguro de a quién quería ver menos, a JungKook o a SeokJin. Opté simplemente por mantenerme alejado de la gente en grupos y comerme el almuerzo en las gradas desiertas, del campo de béisbol. Nunca había nadie allí fuera de las horas de entrenamiento o de gimnasia y eso me parecía genial. De vez en cuando, veía pasar a algún solitario que pasaba hacia el bosque, pero ellos me ignoraban. Eso tambien me parecia genial.

Tomé un bocado de mi insípido sándwich y traté de contar los días en que me había ido, antes de tiempo, de la escuela.

─ No se lo pones fácil a un chico para encontrarte ─dijo Jin, asomando la cabeza por la esquina de mi respaldo.

Sentí que mi garganta se contraía por el pánico y comencé a toser violentamente, mientras trataba de tragar. Llegó a mí rápidamente y comenzó a darme palmadas en la espalda, que parecía que no hacían nada a nadie, pero era la acción física que todo el mundo elegía, cuando alguien se estaba ahogando.

─ Aguanta ─dijo sacando una cajita de leche del bolsillo de su chaqueta. ─Toma esto ─me ofreció, abriéndolo antes de entregármela.

Tomé un trago largo y sentía que el nudo de la comida bajaba y el aire regresaba a mis pulmones.

Tosí unas cuantas veces, mientras le entregaba la cajita. ─Gracias.

Negó con la cabeza y sacó otra cajita del bolsillo opuesto. ─Esa es para ti, quédatela.

Traté de no admirar el hecho, de que me hubiera comprado una extra para mí y me concentré en el hecho, de que me había dejado abandonado y con el corazón roto esta mañana. Bebí otro trago, mientras se sentaba allí, mirando fijamente y en silencio a través del campo.

─ ¿Cómo va... tu día? ─preguntó algo nervioso.

Le eché un vistazo por un segundo, para ver si estaba haciendo un intento estúpido de broma o si realmente me estaba haciendo una pregunta. La forma en que la luz del medio día acariciaba su piel y hacía brillar su rostro, era una distracción, así que miré hacia otro lado rápidamente.

prohibido enamorarse de jin (j&y#1) ; jinsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora