Cinco excusas para tocarnos (RoixRiza)

3-Sin disfraz

Riza organizó el escritorio de Roy mientras lo esperaba en su oficina privada. Su tiempo en el ejército había eliminado sus hábitos nerviosos como caminar o morderse las uñas o los había transformado en algo útil como convertir la inquietud en organización. Y con un oficial superior como Roy, la organización nerviosa siempre los beneficiaba a ambos. El hombre no tenía orden en este lío. En el fondo de uno de sus cajones, encontró una pila de papeles de requisición que pensaron que habían desaparecido hace dos meses.

Ella estaba probando todos sus bolígrafos cuando regresó a la habitación. Tan pronto como vio su rostro, supo que tenía una reunión decepcionante.

"No es suficiente, teniente", dijo en tono de disculpa. "Si ella no está dispuesta a presentarse, no pueden iniciar una investigación sobre un oficial superior de tan alto perfil con información de tercera mano".

Con los labios fruncidos, volvió a poner todos sus bolígrafos en el soporte. "Lo sé. Al menos esperaba que sugirieran algo que pudiéramos hacer para corroborar su historia".

Se metió las manos en los bolsillos. Ahora, ese había sido su hábito nervioso hasta que se convirtió simplemente en su hábito. "Bueno, no lo hicieron, pero tuve una idea. ¿Echaste un vistazo al formulario al que hizo referencia? ¿Cuánta información había en él?"

"Sí. Ella tiene la presentación original de Gera June para solicitar la certificación de alquimista estatal. Él le dijo que la quemara, pero ella no lo ha hecho. Fue revisada, firmada y denegada por el general Hubert. teoremas que el general sólo se utiliza para volver a certificar el mes pasado, pero la forma que ella me mostró fue desde hace dos meses. ha cambiado algunas cosas, pero no se puede negar, señor. general Hubert hizo robar el trabajo de otro alquimista, y si su corazonada es correcta , ha estado haciendo esto durante años. De todos modos, ninguna de sus investigaciones parecía basarse entre sí ".

Una vez más, la voz de Roy fue comprensiva. "Pero nada de esto significa nada si ella no entrega el documento a la oficina del consejo de guerra".

Riza sacó uno de los bolígrafos y comenzó a golpear el escritorio, tratando de mantener su expresión quieta y fija en Roy. Su informante, Chelsea Rupie, era sargento en la oficina del general Hubert. Su miedo a una acusación abierta tenía sentido para Riza, pero también luchó por respetarlo. Si Roy fuera corrupto, ella no dudaría en arriesgarse a detenerlo. Pero no todo el mundo tenía una relación como la de ellos, y tenía que recordárselo a sí misma a menudo.

Y, sin embargo, todavía estaba decidida a ayudar a Chelsea. "Entonces, ¿cuál es tu idea?"

"Bueno, el general Hubert ofrecerá un banquete militar la semana que viene en la mansión de su familia. Si se lleva el trabajo a casa, eso significa que está haciendo copias en alguna parte. Si podemos entrar en su estudio y encontrar alguna prueba, ¿estaría dispuesta a venir?" ¿hacia adelante?"

"Hmm. Ella podría."

Roy se encogió de hombros con los hombros. "Si ella puede enviarlo a la oficina de la corte marcial, Hughes puede comenzar absolutamente una investigación formal, e incluso pueden tener una orden judicial para ir a su casa. Y ..." Dio un paso adelante y puso sus manos en su escritorio, pasando un guante dedo sobre el espacio que Riza acababa de despejar. "Si no, si ha visto tanto el formulario original como las notas copiadas en el estudio, podría dar testimonio de ambos. Pero prefiero mantenerlo al margen de esto tanto como sea posible".

Se levantó de la silla de Roy y se hizo a un lado. "Señor, usted sabe que no le tengo miedo a la reacción".

Con los ojos todavía en su escritorio, sonrió y volvió a meterse las manos en los bolsillos. "Lo sé, teniente. Nadie duda de su valentía." La miró a los ojos, a través del flequillo que caía sobre su frente, con una expresión imperceptible. "Esta es mi preferencia. No quiero que mis subordinados se involucren en la política de otra oficina".