‟Prostíbulo" 《KOOKMIN》+18

Pt. 3

Mejoró su compostura mientras suspiraba agotado, son muchas horas de pié y de vez en cuando apenas se sentaba. Miró a su alrededor y nada, solo putas sentadas encima de los clientes, strippers bailando sobre los billetes, sexo, alcohól y drogas aquí hay de todo menos luz. El jefe deambulaba por el burdel, siempre estaba con alguna puta, no hay noche que no se folle a alguna.

[...]

— Jungkookie~

— No me llames así.

— Como sea, toma esto, entregárselo a las putas que están apuntadas en este papel. Esas guarras cada vez que follan rompen su lencería, me cuesta puto dinero.

Habló molesto dandole una gran cantidad de cajas, por la cara se llevaba el sermón de ese mal nacido. Apretó su lengua contra la mejilla y salieron unos cuantos clientes incluido Taehyung.

— Sí, jefe.

Miró de mala gana a su amigo y chocaron hombros. En el piso de abajo se escuchaban los llantos de algunas putas, supuso que era de dolor. Era increíble como las dejaban algunas, las trataban como objetos, no podían quejarse, para eso trabajaban. Jungkook, entraba sin permiso, privacidad no había y el jefe se lo permitía, tampoco es que le excitara ver mujeres desnudas.

— Mfg, la última... puerta 13

Estaba enfrente de esa puerta apunto de entrar, había un cartel, el típico de ¿permiso? Que mierda, aquí no hay privacidad.

[...]

Soltó un quejido, ¿qué tipo de animal era? El hombre que tenía encima parecía tener una obsesión con la zona de su cuello, pues no dejaba de morderlo. ¿Se creía alguna especie de vampiro?

— Mi amor, ven acá y entrégame tu culo. ¿Qué esperas?

Taehyung le miró algo impaciente, o así recordaba como se llamaba. Le había mencionado su nombre hace algunos días.
Con rapidez gateó hacia él, dejándose caer en la cómoda cama y dejando la zona de su cadera levantada, su culo era deseosos.

— ¡Ay!

Trató de ahogar un quejido. ¿Se pensaba que al ser tan brusco iba a ser mejor? Ya se estaba preparando para el dolor de mañana que le iba a dejar tal desgraciado.

Luego de esto, no fueron más que algunos gemidos falsos, y quejas de verdad. Jimin no tuvo otra opción que sentir excitacion, pensando en el guardia de seguridad, ese chico le hizo retumbar su voz en la cabeza durante minutos.

[...]

— Siempre sabes cómo complacerme.

Taehyung tomó sus mejillas con una de sus manos y dejó un beso en mis labios. No pudo hacer nada más que corresponderle y sonreírle con picardía.

Luego de eso, se fue. Enseguida borró la sonrisa, y con molestia caminó hacia su habitación compartida, su compañera aún seguía adentro de la habitació, pobre, ese señor la iba a matar. Mientras se encaminaba a aquel lugar, chocó con alguien, justo en la entrada de mi habitación. Se avergonzó, pues su vestimenta no estaba en el mejor estado, su cabello hermoso estaba algo desordenado, y quizá el pintalabios que usaba se había corrido por toda su boca. Un desastre. Alzó la mirada, era de nuevo él.

— ¿De nuevo?

— Joder, ¿otra vez? Qué cojones.

De nuevo molesto con el ceño fruncido, era Jimin. Su estado le provocó una sonrisilla ladina, pero dejó de serlo cuando lo vió andar cojo. Abrió la puerta bruscamente y miró el alrededor de que no hubiera nadie. No tenía permitido tocar a una puta.