‟No todo en esta vida trata de abrirse de piernas hacia cualquiera, sino el cómo ganárselo para que entren en ellas.”
Todo en él era perfecto, su cabello rubio completamente natural, lucía tan suave, así como su piel que aparentaba ser de porcelana. Sus caderas, cuales movía de forma sensual, como si de una pasarela caminase. Sus labios abultados que semejaban ser cerezas, completamente rojas. Sus manos pequeñas, que temblaban de la excitacion, pocas veces y sus ojos, inocentes por fuera, blasfemos por dentro. Quizas era un angel, pero por otro, un demonio, no cualquier demonio.
— ¡Park Jimin!
Una voz grave resonó por toda la habitación. Él en ese instante estaba bastante ocupado tratando de ponerse ropa interior de encaje que habían hecho a su medida.
— ¿Qué pasa, hombre?
El hombre mayor le miró de pies a cabeza, como siempre. Él era algo turbio.
— Puedes irte ya, ¿sabes qué hora es?
Negó con la cabeza. Realmente no tenía maldita idea de qué hora eran, pero tampoco le era tan importante saberlo.
— Son las 3 de la mañana, ya. Van a ser las 4, puedes irte. Eres lo más pedido de acá, sin embargo, mereces un descanso.
Lo miró algo incrédulo.
— ¿Yo? —ríe—. Es genial que pienses en mi. Pero, sin embargo —lo imitó—. no me iré, no voy a darte ese lujo. La última vez que hiciste esto no salió bien.
Le recordó asqueado, asco, repugnancia. Él alcanzaba su odio.
Escuchó su risa burlona.
— Pero sí para eso estás, Jiminnie. Para complacer a los idiotas que vienen a pisar este lugar, y en especial, te buscan a ti. Deberías estar agradecido.
— Cierra tu asquerosa boca. No me voy a ir y no quiero escucharte más por hoy, es tan molesto hacerlo. Voy a terminar a las 5, como siempre.
Le miró por última vez, y se fue, dejando su horrible olor impregnado en la habitación. Se podían escuchar las risas, golpes de vasos, aplausos, o hasta quejidos.
Salió fuera, de ahí no le podían ver todos los que estaban en el prostíbulo, pues estaba todo oscuro y solo habían luces enfocando a las prostitutas que bailaban en aquellos tubos, recibiendo billetes a montones que caían a sus pies. El pasillo hacia eco, los tacones que él llevaba, eran altos y estilizaban sus piernas al igual que sus caderas, cuales movía con fluideza.
Su cabeza palpitó, el dolor que sentía en ese momento era horrible.Caminó por un tiempo, hasta que se topó con un guardia, notó como algo caía de su bolsillo al suelo. Lo tomó con rapidez, extendiendo su mano con el objeto en mi mano.
— Hey, se te cayó esto. ¿Es tuyo?
Al verlo, había quedado algo impresionado.
Apenas podía verlo, su silueta era grande y oscura, justamente la luz daba hacia el otro lado, complicando la visión. Vestía de negro, fue lo único que pudo diferenciar aparte de su pelo negro y hondulado, la cara podía verla muy poco, pero con ello le sorprendió, realmente guapo. Su cuerpo fornido se notaba a simple vista, vestía de negro, camisa manga larga, robusto como le gusta. Suspiró mordiendo su labio inferior, suspuso que era el guardia que tanto le llamó la atención, la primera vez que lo vió, sirviendo._________________________________________
Los primero capítulos seran cortos, ya que lo mejor viene más adelante por lo cuál serian mejor narrados.
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‟Prostíbulo" 《KOOKMIN》+18
FanfictionJungkook es un guardia de seguridad de un prostibulo en medio de la carretera, mano derecha del jefe. Jimin, una prostituta y sirvienta del local, la más deseada y mejor pagada del recinto, junto a otras. - Jimin, te ofrezco algo... ¿Cuánto dinero...