Primer capítulo

678 73 16
                                    

— Le das click aquí y ya está —cerró la computadora y le brindó una sonrisa a su compañero.

Chocaron palmas alegres y guardaron sus pertenencias para salir del recinto.

— No sé que hubiese hecho sin ti, tal ves pude haber perdido la pista —Jihoon habló mientras le sacaba candado a su bicicleta,— Deberíamos salir a festejar que por fin terminamos la canción... Quiero conocer a tu novia.

Seungcheol rio nervioso.

— De hecho —pasó su mano por el cuello,— Aún no salgo con nadie.

— ¿Qué? Broma —molestó el menor,— El poderoso Choi Seungcheol, a sus veinticuatro años no tiene pareja —exageró.

Recibió un golpe en la cabeza; se lo merecía.

— Callado enano, mejor vete antes que te pise una hormiga —se despidió,— Saludos a tu familia.

Ambos jóvenes se despidieron por fin y se fueron cada uno por su lado.

Seungcheol pensó cuando fue la última vez que salió con alguien. Perdió la cuenta de los años. Suspiró.

Para relajar su cuerpo entró a una cafetería y se acercó a la fila para ordenar un café cargado sin azúcar.

Al llegar su turno, no pudo hablar.

Frente a él se encontraba la segunda cosa más hermosa que habían visto sus ojos... La primera siempre sería su perrito.

Cabello semilargo, con facciones delicadas pero masculinas, unos ojos oscuros color avellana y una sonrisa muy dulce.

Había visto un ángel y aún no había muerto.

— ¿Joven? ¿Qué va a pedir?

Seungcheol salió de su ensoñación y sonrió avergonzado.

— Oh, si —miró la lista de postres que ofrecían y pidió,— Una tarta de guinda con un café azucarado.

— Anotado, puede sentarse en la mesa siete... Su orden llegará en unos minutos —sonrió.

Seungcheol imitó la sonrisa y se fue a la mesa. No pasaron más de diez minutos cuando el mismo chico llegó con su pedido.

Agradeció sonriendo y el chico se fue.

Ahora se odiaba por no haber preguntado el nombre del camarero y por pedir un exceso de cosas dulces.

Entre Dulces y Nubes | Jeongcheol ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora