Mis padres murieron cuando yo era muy chica para siquiera recordarlo. Viví con mi abuela, la madre de mi madre, durante el otro resto de mi vida. Ella es todo lo que recuerdo en lo que familias se trata. Y todo lo que mas quiero.
Asistí toda mi vida a la misma escuela, los mismos compañeros de clases y los mismos amigos falsos de siempre.
De ahí nació mi pasión por las estrellas, el cielo. Siempre pensaba lo divertido que sería poder viajar lejos, muy lejos, donde nadie me conociera.
Jamás imaginé que sería en estas condiciones.
Jamás quise que nada de esto sucediera.
Pero aqui estoy, acomodando mis cosas en mi habitación, mis cuadros, mi ropa, intentando ponerle mi esencia a cuatro paredes de metal. Aunque unas paredes muy lujosas debo admitir. Toda la nave era así, lujos y belleza que nadie podría costear... Excepto que seas una de las últimas seis mil personas.
-Todo bien cariño? - Pregunta mi abuela cuando entra a mi habitación y vé mi rostro.
-Si, Abu, nada por que preocuparse, fui preparada para esto en los simulacros, recuerdas?
Mi abuela se ríe, luce tan pacífica cuando se ríe, como si con esa risa pudiera curar la enfermedad que azota a el mundo.
-Lo se, cielo, solo quiero saber que estes bien, que encuentres tu lugar.
-Si, lo se. Iré a caminar por los grandes salones, a conocer un poco mas de la nave.
-Bueno, yo terminaré de acomodar mi habitación, avísame si necesitas ayuda con algo.
A los 17 años de edad no podría imaginarme necesitar ayuda. Que equivocada que estaba.
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The Galaxy In Her Eyes
De TodoAlice siempre supo cual era su destino. Mudarse al espacio (Mejor dicho a la estrella "Lightsland" era inevitable). La raza entera de estaba muriendo y solo quedaba una opción para los sobrevivientes: Mudarse lejos de la Tierra... a 3.000 años luz...