Jennie y Jisoo estaban celebrando su segundo aniversario de novias en un pequeño restaurante italiano a las afueras de la ciudad, de colores cálidos y una banda sonora en vivo además de el delicioso olor a pasta y pizza. Ambos vestían casual, nada extravagante, disfrutando juntos de una pizza mediana.
—Dios, por favor, no hables con la boca llena— Pidió Jennie al ver como Jisoo hablaba aun con comida en su boca.
—Ti umu— Dijo Jisoo como pudo, con la boca llena, haciendo que pequeños pedazos de alimento saltaran sobre ella.
Jennie hizo una mueca de asco.
—Por favor, detente
Jisoo rió suave para luego tragar la comida.
Por otro lado la azabache fue a tomar otro sorbo de su bebida, pero ya no había más de esta, cosa que lo decepcionó.
Suspiro y se levanto.
—Voy por otra bebida ¿Quieres algo?
—Tu amor
—Eso sabes que lo tienes
—Una pepsi de dieta, entonces
—Tus gustos en bebidas me hacen querer terminar con esta relación
Jisoo se carcajeó, llamando la atención de otras personas y contagiándole una pequeña risa al menor que fue tranquilo hasta la barra de órdenes para pedir las bebidas.
Al llegar, se dirigió hasta un alto castaño de piel ligeramente acanelada que aparentemente miraba algo (o alguien en específico) con anhelo y una sonrisa.
Jennie, sin embargo, no le importó mucho eso.
—Hola, ¿Me darías una cola y una pepsi de dieta? Por favor— Pidió la pelinegra gentil, pero el chico parecía estar en otro mundo.
Ante la gran falta de educación y atención del contrario enarcó una ceja.
—Hey...—Lo llamó, chasqueando sus dedos frente a él y haciendo que finalmente se enfocara en ella.
—A-ah, buenos días señora, ¿En que puedo ayudarle?
Internamente la pelinegra rodó los ojos.
—Quiero una cola y una pepsi de dieta, por favor.
—A la orden.
Él chico recibió el dinero correspondiente y buscó las bebidas, Jennie por otro lado se giró para ver cómo su novia estaba aparentemente jugando con la pizza, probablemente haciendo figuritas con los ingredientes como de costumbre.
A veces pensaba que Jisoo era una niña.
—Aquí está su orden.
La pelinegra se volteó y agradeció al mesero, tomando las bebidas ya dispuesta a irse, pero deteniéndose cuando el hombre le llamó en un tono bajo.
—Disculpe, pero... ¿Podría darme el número de su amiga? Es que me pareció muy linda— Solicitó el castaño con una boba sonrisa y un sonrojo que resaltaba sobre su acanalada piel.
—¿Qué amiga?
—L-la castaña que esta comiendo con usted— Ilustró antes de disimuladamente a señalar a quien se estaba refiriendo.
Jennie se tardó unos segundos en entender que con "amiga" se estaba refiriendo a Jisoo.
—Ah, Jisoo...
—Hasta su nombre es lindo— Suspiró el castaño, realmente encantado por la angelical apariencia de la chica que bebía lo que restaba del hielo derretido de su bebida.
Jennie asintió, inexpresiva, momentos después miró de nuevo al castaño.
—No puedo darte su número— Afirmó sin expresión alguna a la vez que bebía un sorbo de su refresco.
—¿Por qué?
No sabíamos si eran ideas del chico o si de verdad pasó, pero el rostro de la pelinegra se escureció y sus ojos parecieron brillar de tal forma que lo hicieron intentar dar un paso atrás cuando Jennie se acercó amenazante hasta donde la barra se lo permitía.
—Ella tiene pareja, muy celosa, debería decir. ¿Quieres discutir con alguien así? Yo, por mi bien, no lo haría.
El chico parpadeó asombrado ante el cambio de actitud de la chica frente a él.
—E-es que...
—¿Cuantos años tienes? ¿Diecisiete? esas son las hormonas cariño— Le interrumpió de forma tajante y antipática— Fijate en alguien disponible, por favor.
—Si hablas así pareciera que tú fueras su pareja— murmuró el moreno con notaria molestia mientras desviaba su miraba a cualquier otro lugar de la tienda.
—Es que lo soy.
El muchacho, ante la gran revelación, la miró con sus ojos muy abiertos, su rostro tomando un gran color rojizo y su boca abriéndose y cerrándose con prisa al no poder formular palabras para expresar su arrepentimiento por su acción anterior.
—No te preocupes, no me molesta que los demás aprecien lo hermosa que es mi novia.
Dicho eso le dedicó una sonrisa torcida que más que amigable parecía de advertencia. Una de esas de "acércate y te saco los ojos, estúpido" por dar un ejemplo.
Luego de eso se giró sobre sus talones y regresó a la mesa donde estaba Jisoo, aparentemente inocente de lo ocurrido.
—¿Por qué tardaste tanto?— cuestionó la mayor en cuanto finalmente se sentó Jennie, dejando las bebidas en la mesa y acomodando elegantemente su cabello con la mano izquierda.
—Inconvenientes— Respondió, sin ánimos de entrar en detalles.
Jisoo rió ligero.
—Mira— Empezó la castaña mientras volteaba la bandeja de pizza para que Jisoo viera su creación— Hice un corazón, para ti.
La pelinegra sonrió enamorada al ver el corazoncito hecho de pepperoni y queso que había hecho Jisoo con esfuerzo de esos minutos en que se tardó en regresar.
—Es muy bello, Jisoo— Afirmó sincera, dedicándole una brillante sonrisa.
—¿Si te dejo comerlo dejarías de amenazar gente?
Jennie negó con la cabeza.
—Existen cosas infinitas en este mundo, pero mi paciencia no es una de ellas.
Jisoo carcajeó por la respuesta, haciendo que cualquier rastro de enojo en Jennie se disipara de inmediato. Definitivamente amaba a su novia.
Ambos chocaron los vasos de plástico como un brindis de celebración pocos segundos después, cada uno tomando un sorbo de su correspondiente bebida. Solo que Jennie se permitió mirar de reojo al chico que al notar que su mirada caía sobre él dejo caer todo lo que llevaba consigo.
Rió para sus adentros mientras regresaba a mirar a su novia, sintiéndose victoriosa.
Jennie: 1
Chico del restaurante italiano: 0
ESTÁS LEYENDO
「Lion」Jensoo ⋆
Fanfic「Cuando hay tigres tienes que actuar como un león」 ❝Donde Jennie no deja de mandarles indirectas ácidas a todos sus compañeros y demás para que entiendan que Jisoo es su novia❞ ✰ཽ┆ Capítulos cortos y sin relación directa. ✰ཽ┆Comedia ligera + Roman...