El espejo gigante en el que me reflejo me absorbe dejando libre mis dudas. ¿En verdad no tengo otra opción? Un trabajo de medio tiempo pagaría al menos una parte de las deudas en casa, pero no sería suficiente. El chasquido de dedos de Marquesa clareé me dé vuelve a la realidad.
—Presta atención Ángel —el apodo que ella escogió para mí. Marquesa elige un apodo y tú no lo puedes olvidarlo — Ángel te necesito atenta... —devuelvo mi mirada al grupo de chicas que practican la coreografía que marquesa creo para ellas.
Las chicas que tengo en frente tienen más experiencia que yo... Y aunque marquesa me haya explicado el mundo y las reglas de una acompañante tengo muchas dudas aun... Y solo llevo una semana en esto.
—Ángel es tu turno —asiento y camino hacia la pista de baile. La música comienza y la sonrisa que las chicas a mi alrededor me dan confianza— Mueve tu cuerpo Ángel... demuéstrale al público de lo que eres capaz.
Las prácticas de baile son para los privados o bailes en el club, marquesa dice que una buena acompañante tiene que saber bailar. Si haces tu trabajo perfecto te recompensan con mucho dinero y tenía la necesidad de obtenerlo. Vender mi cuerpo era lo único para pagar la deuda.
—Eso es pequeño angelito— bajo del tubo completamente sudada recibiendo los halagos de la marquesa— todas lo hicieron muy bien, pueden tomar un descanso... La lección de cómo caminar correctamente se las daré en unos minutos. —el semblante serio de la marquesa vuelve a la normalidad mientras la vemos salir dejándonos en la sala de ensayo del club.
El conjunto de lencería y el pequeño delantal de mesera me ponen a temblar. Yo jamás había usado esto y mucho menos con tanta gente observándome, agradezco tener el antifaz de terciopelo negro que me cubre el rostro de la vergüenza que estoy sintiendo en este trabajo.—Respira y recuerda porque estás aquí Ángel—susurra la marquesa cerca de mí.
—Estás aquí por tu familia... recuérdalo. —me repito una y mil veces—esto acabará cuando reúnas el dinero...—susurro solo para mí y dejo atrás a la marquesa.
Finjo una sonrisa y reparto las copas de champán sobre la bandeja con la incomodidad de tener prácticamente mi trasero a la vista. El delantal solo me cubre la parte delantera de mis piernas, el busto solo está decorado de la segunda pieza de lencería negra. Y el sostén no ayuda mucho resaltaba demasiado mi pecho.
El evento termina y soy llamada por la marquesa clareé.
—Acaso hice algo mal —pregunto tímida, trate de centrarme toda la noche en el evento asegurándome de que todo saliera bien.
—No Ángel, Lo hiciste espléndido solo tengo que hablar contigo sobre algo — comienzo a temblar. Lo que tanto habia temido se hace realidad.
— Ángel hoy serás la acompañante de un prestigioso empresario. Él te pagará bien eso no lo dudes, pero él quiere algo más angelito —la marquesa se quita su abrigo y me cubre con su tapado de piel calmando mi frío al instante.
— El book rosa...—bajo la mirada completamente sonrojada — yo tengo que hacerlo marquesa —pregunto, aunque ya sé la respuesta.
— Angelito tu compañía esta noche sería muy especial para él... y aunque ganes lo suficientemente esta noche con tu compañía seguirá faltando mucho dinero para tu deuda ángel... Solo piénsalo, el book rosa te ayudará mucho —la marquesa se va dejándome su abrigo —
¿Qué hago ahora?, mi familia necesita ese dinero, la deuda con el contratista se extiende aún más y no soy capaz de hacer eso... ¿O sí?
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—Te ves bellísima, ángel...—Fred el asistente de la marquesa termina un maquillaje no muy cargado en mí, ya que la marquesa clareé así lo quiso...
"No quiero que se pierda ese rostro lleno de inocencia y juventud, no quiero que cubras el rostro de un ángel Fred", recuerdo muy bien sus palabras.
No quiero hacer esto... esto no es algo que yo hubiera elegido para mí.
—Ponte esto dulzura... Te quedará pintado—me da un vestido negro, lo detalló y aunque no es feo eh incluso es una prenda cara no tengo el mínimo interés en usarlo.
— No, no, no —niega con la cabeza— tienes que sonreír... demuestra lo poderosa y bella que eres Ángel —me acuesto en sus piernas y él acaricia mi cabello.
— No quiero hacer esto Fred... Yo no soy así — ya estoy lista, solo queda salir del club y entrar al taxi que me espera afuera.
—Dulzura, nunca nadie está listo para nada... Solo se hace y se olvida, un baño con agua tibia y lo olvidarás Angel. Olvide decirte que Gia estará ahí...no te sentirás tan sola, Ángel.
Camino a la salida del club de la mano de Fred, quien me estuvo dando ánimos desde que la marquesa lo mando conmigo.
Frente al taxi comienzo a titubear si es tan necesario... Y la imagen de mi madre y abuela se me viene a la mente, no tengo otra opción que entrar al taxi eh irme al lugar de encuentro sin antes despedirme de Fred.
—Que preciosa estas, Ángel —El señor enfrente mío se aferra a mi cintura desde que llegue al hotel— es un gusto conocerte dulzura...
—El gusto es mío —aparto su mano de mi cintura y lo convenzo de ir a la mesa con los demás invitamos.
El tiempo pasa y el señor Robert se emborracha más y más...no se despega de mí y que la cena termine me pone los pelos de punta. Tengo que salir de aquí... Ya abra otra manera de ayudar a mi familia y está ya para mí no es una opinión.
—Voy al tocador gia...—evitó que venga conmigo y me escabulló a la salida sin ser vista. Pago un taxi hacia mi casa y entro a mi cuarto sin hacer ruido. Tendré que darle una gran explicación a la marquesa y a mamá mañana.
Nota de autora
Si encuentran errores tanto ortográficos como gramaticales, discúlpenme soy nueva en esto y me falta experiencia... El capítulo es corto lo sé, pero lo hare más largo lo prometo.Y con más ni menos, espero les guste el capítulo y no olviden comentar ni votar así me animo más y sé que les gusta.
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Acompañante de una noche ©
RomanceEl deseo consume a las personas, el dinero las obsesiona. Y quieren más y más, ¿la pequeña Ángel caerá en la tentación?... ¿Caerá en las garras del demonio en persona y lo mucho que puede ofrecerle? Millonario con fetiches extraños. Controlador, pos...