—Quién pidió por mí, marquesa.—Preguntó ocultando mis nervios.
—Como te darás cuenta, un hombre muy importante pidió por ti Ángel... Él busca alguien joven y hermosa como tú lo eres—
—Donde está él, marquesa—Preguntó tímida.
—Te está esperando en la suite 324. La mejor del lugar, ángel.
—Acabemos con esto rápido, marquesa. Quiero volver a casa temprano. —Susurro levantando el mentón.
—Confío en ti, pequeña... Vamos con él —Me ofrece su mano y caminamos por el club lujoso de la marquesa.—Él te cuidará en todo momento... Si algo te incomoda se lo dices.
Nos detenemos al estar frente a la puerta negra resguardada por dos guardias.
—Respira y ten confianza en ti misma... —Susurra y uno de los guardias abre la puerta.
Le dedico una sonrisa a la marquesa y me dispongo a entrar a la habitación lujosa. Sigo vestida con la lencería blanca y las pequeñas alitas que decoran mi espalda.
Me estoy arrepintiendo. Imaginar a un hombre adulto recorriendo mi cuerpo con sus manos me da asco. Terror de solo imaginarlo... vamos Evelyn tú puedes. Por mi mente pasan miles de opciones eh ideas para salir corriendo o escapar nuevamente, pero mis pensamientos son interrumpidos por el hombre alto de tez blanca de ojos azules idénticos al mar. Es muy...no sé cómo explicarlo o como describir la belleza de este hombre.
—Yo... lo siento, no —Tartamudeo frente a él sin saber qué decir. Me acerco hacia la puerta con intenciones de irme.
—¿Te marchas? — Su voz se escucha ronca y sexy.
—Yo no hago esto por dinero... No soy así.—
¡Vamos Evelyn maldita sea!, tienes que poder carajo. Me grito mentalmente.
—¿Quién hablo de dinero? —Se acerca a mí poniéndome los pelos de punta— Oye Ángel si te quieres irte puedes hacerlo... La puerta está abierta —observó el recorrido que hice con la marquesa para venir aquí— Y yo no voy a detenerte.
—¿Enserió? —Lo miro esperanzada.
—Claro que si ángel... No voy a obligarte a hacer algo que tú no quieres —Hace una pausa—. Me gustaste Ángel y mucho.
Agacho la cabeza.
—Tu timidez me encanta —Siento su mirada en mí —Tú me encantas.
—No tengo valentía para hacer esto, yo lo intenté...—Susurro.
—Antes que te vayas... Quiero pedirte algo. —Su silencio me obliga a mirar esos ojos azules encantadores. — Bebe una copa de vino conmigo.
—Asiento —¿Puedo saber tu nombre?.
—Mi nombre es Ethan y es un placer conocerte... Ángel —Se presenta y me habla por mi apodo.
—Es un placer conocerte Ethan —Sonrío con las mejillas ardiendo.
—Puedes conversar conmigo Ángel, no muerdo—Se acerca a mi rostro y el ruido de la puerta que cierra tras mío me indica que no tenía una doble intención —O soy tan desagradable —Me invita a pasar a la sala de la suite.
—No... No eres nada desagradable Ethan —Respondo tímida.
—Me alegro al saber eso. —Se sienta en el sillón de cuero negro y me ofrece una copa de vino — Al menos ya no me siento tan intimidante —Me detalla con la mirada.
—Cuando llegue tenía un poco de miedo —Me sinceró y tomo de la copa— Mucho a decir verdad —Susurro sentándome a su lado.
—Cuéntame de ti Ángel —Cambia de tema y bebe el vino sin quitar la mirada de mí — ¿Por qué trabajas aquí y de esto? —Indaga.
—Agacho la cabeza sintiendo incomodidad al hablar de esto —Yo... Soy hija única y esto es lo único que puedo hacer para ayudar a mi familia sin que me nieguen el trabajo por ser menor.
Nota mi incomodidad y responde.
—No te quito más el tiempo... Dijiste que querías irte —Dejo la copa de vino y me hace seguirlo hacia la puerta —Pero si deseas quedarte me harás muy feliz.
Lo miro detalla mente sintiendo la tensión en el ambiente... Es bellísimo. Sus ojos, sus labios, me tienen confundida. Es una sensación jamás experimentada.
Ethan me toma del cuello besándome sin dudarlo. Desde que lo vi quise probar sus labios. Finos, suaves... y putamente sexis. Me lleva contra la pared de la habitación y me acorrala a ella sin soltar mis labios.
Nos separamos un momento por falta de aire... Y aprovecho para detallarlo, tiene los labios rojos y la mirada penetrante.
Se pone de rodillas y baja mis bragas con delicadeza. Acaricia mis piernas subiendo con besos que me estremecen poniéndome a jadear con tan solo su tacto… Se relame los labios sin dudar a la hora de dejar besos húmedos por mi abdomen sabiendo como tratar y cuidar de una mujer.
No me deja quitarme los tacones. Me lleva a la cama desnudándose y Se prende de mis pechos bajando con caricias hasta mi intimidad.
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Estoy recostada en su pecho hasta que recuerdo a mi mamá y lo preocupada que debe estar. Me levanto rápido y tomo el móvil, revisando los mensajes y llamadas que dejo mi madre en mi WhatsApp.
—Mi madre estuvo llamando —Busco mis bragas y un abrigo en el closet de la suite, como me Indicó La marquesa antes de venir.
—Tranquila ella entenderá...—Trata de tranquilizarme.
—Que le diré... Ella va a matarme —Me pongo el abrigo ocultando la lencería blanca.
—Dile que te retrasaste en el trabajo y te entretuviste con tu jefa —Me da una escusa válida para mamá.
Me mira con esa sonrisa coqueta de naturaleza... Es él así, coqueto por naturaleza.
—No me mires así...—Mis mejillas comienzan a tomar un color rosado intenso.
—Eres perfecta para mí Ángel... —Habla sincero.—Yo pensé en un regalo para ti, pero el no poder conocerte complicó las cosas. —Me ofrece un sobre el cual tomo. Es dinero.
—Muchas gracias, Yo en verdad lo necesito —No puedo negarme. En otras circunstancias lo hubiera rechazado.
—Este es mi número... Puedes llamarme cuando quieras. —Me da una pequeña tarjeta con su nombre y número.
—Tú quieres mi número —Susurro con cierta timidez.
—Yo tengo tu número, Ángel. Ahora dame un beso... El sabor natural de tus labios me hechizo.
Me acerco a él y lo beso nerviosa. Él lo nota y me toma de la cintura intensificando el beso causando que las mariposas en mi vientre revoloteen.
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Acompañante de una noche ©
Любовные романыEl deseo consume a las personas, el dinero las obsesiona. Y quieren más y más, ¿la pequeña Ángel caerá en la tentación?... ¿Caerá en las garras del demonio en persona y lo mucho que puede ofrecerle? Millonario con fetiches extraños. Controlador, pos...